La vida...sigue?

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Llame  Isabela y le dije que quería salir, había un concierto en un lugar pequeño que conocía y sabia que jamás me lo encontraría ahí, Isabela se sorprendió pero acepto, fuimos y todo parecía estar mejor disfrutamos de todo el concierto y no pensé en el en ningún momento, Isabela saludaba a una chica, mientras yo me perdía en mis pensamientos, no era bueno pero esta vez me di cuenta súbitamente que ya no pensaba en el, seguro que aun lo quería solo había pasado una semana  y no había sido fácil, pero estaba determinada a olvidarlo, por mí, porque esta vez ya no creería en sus promesas.

-Hola- dijo una voz desconocida, era la chica e Isabela, -hola- respondí un tanto distraída,-soy Halley, tu eres Claire ¿verdad?- pregunto mirándome detenidamente, -si esa soy yo- .

Hablamos por unos minutos, y ella nos invito a salir la noche siguiente, aceptamos ¿Qué podía perder?, además esto ayudaría con el propósito de olvidar a Rob, -muy bien entonces las veré mañana para que conozcan a los chicos, se que les caerán muy bien, nos vemos- dijo, ¿chicos? Tan rápido iría esto, bueno no había nada de malo en ello, el ya tenía a su chica era hora de que encontrara al mío,-nos vemos- le dije mientras salíamos del lugar y hacia el auto.

-Me alegra ver que ya estas mejor- dijo Isabela mientras encendía el auto. Creí que tardarías mucho en comprender que él no es para ti, y que sufrirías aun más que antes.-.

-Lo sé, aun no es fácil pero sé que lo lograre, esta vez lo hare por mí, no puedo dejar que el me destruya, además se que encontrare a alguien mejor, aunque no puedo negar que sufriré un poco al principio- le dije mirando por la ventana – eso me gusta.- dijo encendiendo la radio.

Me dejo en casa, y me sorprendía que era aun más fuerte, no había llorado mas por él y no me sentía tan mal, obviamente lo extrañaba pero sabía que no era para mí, además que debo admitir que me emocionaba la idea de salir con otras personas, quizá esta vez encontraría a mi chico ideal, o al menos eso esperaba pues no quería sufrir más.

Tenía demasiado tiempo libre esa noche, así que reorganice la habitación, no quería tener ningún recuerdo del pasado, quería comenzar desde cero y tener una vida  nueva como si Robert jamás hubiese estado aquí.

Cuando finalmente me sentí cansada me fui a dormir, sin pensar ni una vez en el, eso me agradaba.

El sonido de mi teléfono me despertó exaltada, eran las 4:30 de la tarde, no lo había notado, si que estaba casada, era Isabela, -Hola- le dije a medio bostezo, -hola bella durmiente, creí que estabas en un momento de depresión, ¿o es que ya no te acuerdas que hoy saldremos con Halley y sus amigos?- dijo, claro Halley amigos hoy, si todo tenía sentido, -oh por dios es hoy, ya lo había olvidado – le dije mientras me levantaba a apresurada de la cama, -podrías venir por mí , no tengo ánimos de conducir hoy- le dije, -claro yo paso por ti, ¿Qué te parece si nos arreglamos juntas?- dijo sonando como una adolescente que va a su baile de graduación-claro tú ya sabes entra con confianza yo me daré un baño- le dije mientras sacaba la ropa de mis gavetas.

-está bien ahí te veo, adiós-.-adiós- le respondí, si que le emocionaba la idea de que saliera, eso me hacía pensar en que tan mal había estado como para que ella se preocupara así, entre a la ducha y me sentía feliz, hasta cante mis canciones favoritas mientras lavaba mi cabello, escuche la risilla de Isabela y sabia que había llegado, Salí de la ducha y la vi contemplando mi habitación, -wow, sí que cambiaron las cosas.- dijo

-Decidí que me olvidaría por completo de él y que comenzaría de nuevo y pues esta es una forma de hacer lo ¿no?- le dije, ella me miro como una madre orgullosa mira a su hija recién graduada antes de correr hacia mí y darme un gran abrazo, -esa es mi amiga la que yo conocí, me agrada esto, ahora veamos que te pondrás, tienes que verte linda, ¿Qué tal si esta es la noche en la que conoces a tu futuro esposo?- dijo mientras tarareaba una marcha nupcial, -muy graciosa, vamos ayúdame con mi ropa-, le dije, pusimos música, tan alta como antes cuando éramos pequeñas, ahora disfrutaba de mi libertad, y eso me agradaba.

El amor verdadero Siempre encuentra su finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora