La cafetería en la que se encontraban estaba cerca de la calle donde Dylan y Eric conocieron a Daniela. Así, mientras Dylan y Eric tomaban un café preparado perfectamente a máquina, Daniela optaba por un té de melocotón ni muy caliente, ni muy frío, todo acompañado con unos dulces selectos de muy buena pinta.
-A mí y a mi padre nos encanta esta cafetería, siempre lo hacen todo muy bueno- se notaba como la nueva chica se relajaba a cada sorbo que tomaba de aquel té.
-Ja, ja, me alegro que vivas en un lugar tan bonito de Dinnamore. Aunque con todo este jaleo de...
-Ya. Por cierto, tenía que contaros que es lo que pasaba exactamente en este pueblo.
-Por favor -Dylan parecía más interesado que nadie en saber qué pasaba, ya que no se puede decir de un pueblo que salen vampiros y brujas que hacen desaparecer gente así, porque sí.
-Todo empezó con la muerte de Adrian Angelot. En el pueblo, este hombre era muy querido por las grandes inversiones que dedicaba al pueblo, y ya ve lo bonito que ha quedado. Sin embargo, tenía otros nombres que poner en su testamento, y estos eran Leia y Anthony Angelot, los hijos del señor. Daban un contraste: mientras que Leia era callada, tímida y con un aire triste, Anthony era hiperactivo, hablador y lleno de energía. Sin embargo, esa energía cambió con la muerte del señor Angelot. Anthony, que era el más pequeño, comenzó a alejarse del mundo, hasta un punto en el que hacia meses que no sabíamos de él. Siempre que íbamos a visitarle, nos abría Leia, siempre vestida de negro, y nos decía que no tenía ganas de hablar, o que hoy se sentía mal. En cuanto a ella, si antes era callada y tristona, ahora lo era aún más, era imposible verla sonreír. Y entonces, junto al nombramiento del nuevo alcalde, en el pueblo se vió por primera vez al vampiro. Tenía los ojos tristones y perdidos de un color rojo, y era totalmente pálido. Caminaba por el pueblo con dos alas gigantes que salían de su espalda, y su estatura tampoco era mucha. Desde entonces, no ha parado de desaparecer gente, y los habitantes empezaron a creer en que aquel monstruo se los llevaba. El rumor empeoró cuando se le vió entrar en la mansión de los Angelot. Es más, el vampiro se parece mucho a Anthony, pero me da la sensación de que él...
-Te comprendo, no eres la única que tiene sexto sentido- Dylan, sonrió levemente- pero, sinceramente, ¿quién crees que es el vampiro?
-Eso es lo que me gustaría averiguar, pero...
-¿Leia?- Eric se empezó a hacer notar- podría estar usando a su hermano para algún fin...
-¡No! Leia es demasiado noble, y si alguien había pensado en el alcalde, tampoco puede ser él porque ya perdió a uno de su familia por culpa de la bestia.
-Ya veo... Bueno, visitaré al alcalde.
-Dirás "visitaremos", señor Dylan. Tengo una encuesta pendiente con usted.
-¡Ja, oh vamos! Sé que has venido únicamente por curiosidad, pero tranquilo que no me voy a enfadar.
-¡Em, yo...! Bueno, vale, me ha pillado... ¡pero si consigue resolver el misterio y lo publico, seré el número uno en la oficina!- a Eric le brillaban los ojos de emoción.
-Ya, bueno, os necesito para que busquéis un hotel donde alojarse, y si es posible, ver al vampiro...
-¿QUÉ?- gritaron Daniela y Eric casi al unísono.
-¿Se está escuchando, profesor? ¡Es un vampiro!
-Sí, y yo un visitante con muchas ganas de verlo. Mientras vosotros buscáis ese hotel, yo iré a darle una visita al alcalde... ¿como se llama, Daniela?
-Bellhood, Charles Bellhood. Nos vemos, Dylan.
-Hasta luego- y entonces, se separaron, Dylan hacia el este, en busca de la casa del alcalde.
ESTÁS LEYENDO
Dylan y El misterio de Dinnamore
Misterio / Suspenso" Los hermanos Angelot no son ni vampiros ni brujas, aquí el único culpable de las desapariciones solo puede ser..."