La Celda

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El furgón blindado que me transporta está oscuro... Tengo frío. Tengo miedo. Pero no hay nadie a mi lado. Hablan de llevarme a un lugar, ¿dónde?. Miro al suelo, está húmedo, me doy cuenta de que estoy llorando. Intento levantar una mano para quitarme las lágrimas, pero estoy encadenada. Cadenas en los brazos, en los pies, en el cuello... ¿Chest aún estará si vuelvo?

Hay siléncio, demasiado. Puedo oír a unos guardias hablando de mi destino:

-Teníamos que llevarla a la celda de nivel -12 en la comisaría ¿no?- No era la primera pregunta que hacia, así que supongo que es un novato- Me pregunto porqué una chica como ella haría algo así. No es costumbre ver chicas guapas en la carcel.- Y luego soltó unas risas.

-Venga no seas así, ¡piensa que ha matado a gente inocente, ella es solo una asesina!-Afirmó el segundo guardia con un tono despreciable. Es cierto que he matado a hombres, algunos que solo obedecían órdenes, ¿peró que he matado a gente inocente?, falso.

20 minutos después, delante de la comisaría

Por mucho que no muestre acciones de resisténcia no me quitan el puntero láser de la frente. Abren la puerta corrediza del furgón. Un hombre se acerca a mi con una jeringuilla. In tento resistirme pero estoy muy débil y la aguja alcanza mi cuello.

Aún en mis últimos segundos de consciencia veo muchas celdas pero ningúna era la mia. Me llevan a un ascensor, veo que pulsan una planta baja.¿Tan peligrosa soy? Allí (en ascensor) mi consciencia llega a su fín.

Después

Me despierto en un lugar fúnebre. Las cadenas impiden cualquier tipo de movimiento. Aún así puedo notar algo que me han pusto en el cuello ( debe ser un chip de localización GPS) como si fuera capaz de escapar... Las cadenas están frías y muy ajustadas, hasta el punto que me han echo una herida. Pero nada comparado con las dudas que se llenan en mi cabeza. La humedad me impide respirar correctamente.Hace tanto frío que si entre abro mis ojos puedo ver el baho que provoca mi respiración.

Estoy sola, no hay nádiemás en la planta.. Hay demasiado silencio, tanto que me duelen los oidos. Tan solo puedo escuchar un pitido eterno en ambas. La sensación de que lo he perdido todo perdura en mi mente. Cierro los ojos y una lágrima recorre mi mejilla derecha hasta caer provocando un leve sonido.

Mama...Chest...Os echo de menos. En este momento me arrepiento de todo y se crea una nota en mi mente:

18 de Abril del año 2034, el día en que mis sueños se convirtieron en ceniza.


La FugaWhere stories live. Discover now