Capitulo 2.

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Tome la carpeta entre mis brazos de una forma protectora, no pude dormir ni un segundo. Camino rápidamente entre el camino de tierra, después del ataque de Akatsuki la aldea aun no se recupera y la Hokage esta según se me informó en una casa improvisada reposando ya que ella uso mucho Chakra en salvar a todos con su invocación de babosa.

Antes de llegar veo a Shizune a lo lejos platicando con Genma, al parecer ellos se llevan muy bien desde que la asesinaron extrayéndole el alma pero por suerte las personas que murieron ese fatalítico día revivieron gracias al Akatsuki Nagato. Juro que ese día pensé que me pasaría mas de un mes etiquetando cadáveres de compañeros o conocidos, por suerte no fue así.

-    Shizune-San, Genma-San.- Salude en voz alta, sus cabezas voltearon a verme con sorpresa.

-    ¡Urmm, Izaya-Chan!.- La pelinegra se sonrojo levemente avergonzada de ser vista a solas con el castaño.

-      Hyüga Izaya, tiempo sin verte.- Saludo el, frunci el seño cuando dijo mi apellido.

-      Sabes que deje de ser una Hyüga hace mucho tiempo.

Odiaba que me recordaban ese problemático apellido, exacto solo problemas traía. Pertenezco a la rama primaria, no poseo la marca, aun así siempre fui reprimida por el clan al ser mujer además de no mostrar interés por ser un ninja de misiones.

-     Si, lo se.- Acomodo su sembon del lado derecho de su boca.- Desde que renunciaste a tu clan para poder convertirte en medico forense ninja.

Ese día el consejo del clan para nada estaba feliz de ello, con dieciséis años logre convencerlos a cambio de nunca usar el Byakugan y no casarme, ni poder tener hijos para que el gen sanguíneo no saliera de los Hyüga.
Se me dio la oportunidad solo al ser cercana al consejo del clan por mí madre, prima de Hiashi hyüga.

-     Bueno, me alegro verte de nuevo.- Poso sus ojos en Shizune.- Nos vemos en la noche.

Ella asintió completamente feliz ignorando la conversación de hace unos segundos, se marcho a paso apresurado de nosotras y suspiro con alivio, ese hombre no me caía para nada bien.

-        Vienes a ver a Tsunade-Sama, ¿Verdad?.- Asentí en silencio.- Sigueme.

Entramos a la casa improvisada de madera que habían construido en lo que reconstruían por completo la aldea, la Hokage estaba recostada en un futón color naranja.

-       Hokage-Sama.- Abrió sus ojos con su aspecto joven de nuevo, hace unos días parecía una anciana... Es una anciana.

-       Izaya.- Me mira tranquilamente.- Veo que has conseguido hacer la autopsia sin ningún problema.

Asiendo con la cabeza en silencio y le entrego la carpeta un poco incomoda ya que no quería entregársela a nadie, quería que fuera solamente mía.

-      Bien, la revisaré en cuanto tome un poco de Sake para el dolor de cabeza, debió ser un dolor de cabeza para tí y tu equipo de trabajo.

-      ¡Tsunade-Sama! ¡Aun esta muy débil y mas como para beber!.- Le regaño su asistente.

-      ¿Quien es la Hokage y la ninja medico mas reconocida del mundo?.- Le preguntó achicando los ojos.

-      P-pues usted, pero...- Tartamudeando.

-       ¡Traeme Sake para mi y para la chica!.- Ordenó molesta.

Abro los ojos sorprendida, esta mujer me quiere emborrachar. Ella parece estar pensando en alguna malicia contra mi persona y sonríe causándome un sudor frío en la nuca baja.

La pelinegra sale casi corriendo en busca del precioso liquido de la rubia.

-      Tu también beberás, necesito calmar las aguas contigo y platicar algo importante.- Explico antes de que yo huyera de la casa de madera.- Sabes bien que los secretos que se te fueron revelados no deben ser difundidos, no todo puede salir a la luz.

-       Supongo que de nada sirve negarme, ¿verdad?.- Derrotada.

-       Exacto.- Sonríe triunfal.- No se puede saber que Itachi era el informante del difunto Jiraya, tampoco que fue obligado por el tercero a exterminar a su clan.

Sale de su futón y me guía en una puerta corrediza que esta en la pared de la misma habitación, dentro de ella esta una simple mesa de piso en un cuarto no muy grande.

-       Es mucho para un casa improvisada.- Alzando la ceja.

-       Nada es demasiado para la Hokage.

-        Creo que se aprovecha de su puesto...- Dije por lo bajo.- Y también de Yamato-San.

-         Por supuesto que no.- Ella rodó los ojos

Esperamos unos minutos en lo que llegaba Shizune con el Sake, lo dejo sobre la mesita y se sentó a nuestro lado, la rubia quedo frente mio.

-      Como veras el cuerpo ya fue examinado y supongo que sabes que prosigue en la lista, ¿verdad?.- La pelinegra nos sirvió a las dos el liquido preciado de la Senju.- No podemos dejarlo más tiempo en el congelador.

-      La eliminación del cuerpo...

-    Exacto, por eso te pido que olvides a Itachi Uchiha, el esta muerto.- Sus palabras me sorprendieron.- ¿Que como lo supe?, tu ayudante me lo dijo. Esa obsesión no es normal, mucha información puede causar bien o mal.

Maldito Shubaru chismoso.

-     Puede estar tranquila, todo es interés medico.

-     Eso espero.- Sirviéndose otra copa.

(...)

Frustrada aviento todas mis cosas hacia el sillón de mi apartamento, restriego las palmas de mis manos por mi cara de una manera desesperada. Definitivamente hoy no fue mi día, después de visitar a la Hokage ella me encomendó tomarme unas vacaciones a la fuerza "como misión" y empiezo a sospechar que lo hizo simplemente para que me olvidara del caso del Uchiha.

-        Miau, miauuuuuuu.

Volteo la mirada hacia la ventana, es mi gata Rise entrando y pidiendo alimento.

-     Ven pequeña.- La tomo con suavidad y me dirigió a mi diminuta cocina, abro el refrigerador y saco un poco de pescado que me sobro.

Rise siente el olor casi de inmediato, dejo el plato sobre el suelo y me marcho a mi habitación dejando a mi gata sola devorando su comida.

Cierro los ojos tratando de descansar un poco en cuanto toco mi cama, pero de golpe los abro recordando un pequeño pero importante detalle; ¡El cuerpo de Itachi sera cremado!.
Casi de inmediato me levanto como si tuviera un resorte, me cambio de ropa rápidamente y tomo una capucha azul guardada hasta el fondo del closed.

Mis pasos son silenciados por los grillos del la noche mientras salto por los tejados de las casas sin menos vigilancia, vuelvo a tomar un atajo por el bosque del clan Nara y de golpe mis pies no pueden moverse, demonios.

-      ¿Quien eres y que quieres?.- Una voz joven se escucha, y sale detrás de un árbol junto con un venado un chico con chaleco Jounin y peinado de piña.- Este terreno está prohibido, es posesión del clan Nara.

-       Tranquilo soy Izaya, vivo en konoha, trabajo de medico forense.- Relaje mi cuerpo dejando que las sombras tomaran mi cuerpo hasta los hombros, así dándole mas confianza de que no miento.- Soy médico forense.

-        Lo note, eres una Hyüga.- Frunci el seño pero me ahorre mis palabras, no quería más problemas.- Tienes el Byakugan. Dime que no intentas venir por una muestra del cuerpo de Hidan.

Soltó mi cuerpo y suspire cansada, el cambio su mirada a una de aburrimiento acercándose a mi.

-        Si quieres hacer una revisión al cuerpo de Hidan el Akatsuki, dejame decirte que no puedes, se nos fue confiado su confinamiento del inmortal desde mi generación hasta donde alcance.

-      Lo siento, solo tomaba un atajo hasta el otro lado de la aldea.- Sonrei.

-        ¿A media noche?.- Alzo una ceja, dios este chico es muy persuasivo.

Enamorada de su recuerdo (Itachi Uchiha).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora