Enamorada de su recuerdo (Itachi Uchiha).

Capitulo 4.

- ¡Muere!.- Grito cortando de dos tajos con mis manos cubiertas de chakra en forma de bisturí, para destruir a un Zetsu blanco.

Mi posición es bastante complicada peleando con solo ninjutsu y kenjutsu sin poder usar el Byakugan por no pertenecer ya al clan.
Hace una semana que estamos "durmiendo" mal, aveces parados, comiendo insectos y animales de los bosques (algunos momentos sin comer), sucios y llenos de tierra mas sudor creando un olor nada agradable.
Pocos somos los que tenemos suerte de no tener mas que rasguños al saber defendernos a corta distancia.

- ¡Izaya!.- Grito Hyüga Neji para advertirme del enemigo que esta a punto de agarrarme, giro rapido dándo una patada en la traquea y saco un kunai para lanzarlo en el punto que golpe dejándolo muerto por falta de oxigeno.

- ¡Gracias!.- Grito con fuerza para que me escuchara mientras corro a otro lado para seguir luchando.

Siento su pesada mirada sobre mi, lo veo por el rabillo de mi ojo y parece ser que trata de decirme algo, pero al final se lo calla.

(...)

Pasan las horas y los zetsus disminuyen hasta el punto de nada, podemos relajarnos por un momento, se que se preparan para venir mas. Ya es muy raro que desaparezcan por ocasiones largas y mas en la noche, donde deberían de aprovechar.
Los cincuenta sobrevivientes nos reunimos en una fogata dentro de una cueva aislada que usamos de base, cocinando ardillas y un jabalí de momento.

- Nosotros la segunda división, especialistas en combate cercano debemos tener cuidado.- Asentimos confirmando las palabras de nuestro líder de división.- Somos una parte esencial, no lo olviden.

No es mucha comida que se consiguio, por lo cual no llenamos nuestros estómagos y la falta de agua nos reseca los labios. Nuestros huesos resaltan cada ves mas, pero sin llegar a la anorexia.
Algunos toman turnos para dormir y yo soy una de los primeros, ya a la madrugada es mi turno descansando lo suficiente.

Veo salir el sol entre los arboles cuando caminamos dentro del bosque, un chakra extraño se aproxima, la batalla sigue.

- ¡Neji-Nii-San!.- Gritan y reconozco la voz al instante.

Estamos siendo atacados de nuevo, mas seres blancos nos rodean y uno de ellos sostiene a Neji.

- ¡Jukenpo ichigekishin! (Técnica de explosión corporal).- Se libera el castaño de uno de los Zetsus.

Maldición, si pudiera usar el Byakugan... Si tan solo Neji como líder de los hyugas en la guerra me dejara usarlo, un momento, ¡Eso es!.

- ¡Neji-San! Neji-San.- Llamo su atención mientras chocamos espaldas y lanzamos Kunais.

- ¿Que sucede?.- Se notaba bastante distraído.

- Se que no lo tengo permitido, ¡Pero dejame usar el Byakugan!.- Saco mi katana y me alejo unos pasos para lanzar una ráfaga de chakra con ella.- ¡Son demasiados!, a este paso nos agotaremos.

Pasan unos segundos sin respuesta alguna hasta que escucho las anheladas palabras.

- Puedes usar el Byakugan, pero si te descubren es tu problema.

Sonrió de medio lado, para después ponerme seria y activar mi doujutsu sin ningún problema, Hiashi-Sama sabia sobre mi extenso control del byakugan y no quería perder un importante miembro, yo Izaya, era la prodiga del clan antes de que dejara todo para convertirme en un medico forense.

- Rotación celestial.- Giro mientras agarro un pergamino con varias armas que lanzo velozmente, así eliminando un treinta por ciento de los enemigos, varios me imitan es una suerte que el líder del clan no esté luchando.

Después de dos horas de usar técnicas complicadas del clan sudo demasiado. Si matamos cien vienen doscientos, y así consecutivamente, se reproducen como cucarachas; Ellos pierden experimentos y nosotros shinnobis, eso me enfurece mucho.

Mientras me distraído con mis pensamientos un Zetsu corta mi brazo desde el hombro hasta el codo.

- ¡Rayos!.- Mustillo adolorida, agarrando mi brazo lastimado.

Dos torbellinos golpean contra el enemigo y veo a un chico con marcas en las mejillas que distingo del clan Inuzuka, mas su perro, aparecer a un metro salvándome la vida.

- ¿Te encuentras bien?.- Se acerca corriendo a mi cuando caigo de rodillas.

- S-si...- Me levanto aun agarrando mi herida.

- Sale mucha sangre, ¿estas segura?.- Se miraba indeciso mientras su perro atacaba a los que se acercaran.- Ven.

Caminamos lo mas lejos que pudimos seguido por su perro de nombre Akamaru, vendo el chico mi herida lo mejor que pudo y le agradecí con la mirada.

- No muy lejos, hay una división de médicos ninja, ve y pregunta por Sakura Haruno.- Se levanto dejandome tras el árbol.- Si sobrevives te invitare a comer.

Mi boca se abrió de la impresión, ¿Acaso un chico de dieciséis me trato de ligar?.
Se despidió con la mano dejandome sola, escondo mi chakra para no ser detectada. Es bueno que no allá reconocido que yo fui medicó también antes de especializarme.

(...)

Llevo caminando un rato hasta que llego a un lago, activo el byakugan.

-"Parece no haber nadie cerca".

Tomo un baño lo mas deprisa que puedo, lavo la herida y esta me arde como si no hubiera mañana a pesar de que la cerré un poco pero debía guardar chakra. Cuando ya no me siento sucia y con un olor asqueroso a sudor salgo.
La brisa es tan fuerte que seca mi cuerpo sin falta de una toalla, me coloco todo menos la playera y el chaleco para poder costura la herida. Utilizo un pergamino con agujas, pero sin hilos para terminar de cerrarlo.

- "Debo usar cabello".

Es igual de resistente así que me coso la herida aguantando las punzadas, cuando esta cerrada me coloco la venda de nuevo y por fin me pongo la ropa sobrante.

La noche se hace presente mientras camino lago arriba, decido descansar. Trepo un árbol alto y me recuesto en una rama aún con el doujutsu activo, no puedo darme el gusto de ser descubierta.

-       Tengo hambre...- Estoy demasiado hambrienta para seguir despierta y duermo en la rama sin querer, estoy casi segura que me desmayé, la pérdida de sangre afectó mi cuerpo.