Capituló 11

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El Uchiha la reprendió con la mirada en la batalla y en cuanto tuvo tiempo se le acercó antes de que le atacaran protegiéndole con su susanoo rojo.

-       Chica loca, pero mira que te has hecho.- Frunció el seño bastante molesto.- Acabas de arruinar tu vida con semejante tontería.

-       Bueno. El suicidio no es tan abrumador si sabes que volveras.- Rio nerviosa y avergonzada.

Se alejó un poco para ver el estado de los ninjas que quedaban y la verdad están tan heridos que algunos ni siquiera pueden moverse, se les nota el cansancio y la falta de chakra en su cuerpo.
Una mano la toma del hombro y la hace girar, viéndose a sí misma con un rostro mirándole con lastima. Esta muy confundida y examina su chakra dándose cuenta que es el mismo.

-        ¿Eres un clon Zetsu?.- Le saco la mano que le agarra de golpe.

-         Despierta, ¡Izaya despierta! Esto es solo un genjutsu.

Le dolía la cabeza a montones y se la agarro tratando de calmar los zumbidos, todo a su alrededor se volvió negro callendo dé rodillas.
Sin más cerro los ojos tratando de concentrarse, esto no podía estar pasando ¿Como que un genjutsu?, ¿En que momento?.

Entonces se levantó de golpe sobre la cama, examinó el cuarto del hospital. Tomo la sabana que la cubría y se la quito para afirmar que llevaba ella la bata, también que era la enferma o herida.
A un lado de la cama estaba descansando su amiga con denotado cansancio.

-          Ya te despertaste...- Bostezo y se tronó el cuello la joven mirando a la hyuga bastante confundida sobre la cama.

-         ¿Que me pasó Yuna?.- Salió de la cama tambaleándose.

La otra chica se apresuró a tomarla de los hombros para ayudar a que se sostuviera y mantenerla en equilibrio.

-           Llevas inconsciente desde qué hiciste el informe de Uchiha Itachi.

¿Fue un sueño?, ¿o una premonición de algo que va a pasar?.

-          E-esta bien, déjame sola por favor quiero tratar de recordar.- Yuna solo Hizo una mueca, marchándose en silencio por la repentina grosería de echarla de ahí cuando ella le había cuidado por una semana entera.

Sin más tomo la ropa que estaba en un cajón de la habitación que seguramente le había traído algún familiar del clan, y salió corriendo de ahí para tratar de encontrar el distrito donde vivían los poderosos Uchiha.
Sin vigilancia por el lugar se abrió pasó quitando con cuidado las cintas de prohibiciones a aquel lugar. Se abrazo a sí misma instintivamente al sentir aquel escalofrío del desolador lugar.

Al parecer nadie se había querido parar en aquel lugar que llamaban maldito más que para recoger los cuerpos, ya que noto que las manchas de sangre con el tiempo se volvieron oscuras.
Siguió su camino notando un cuervo volar encima de su cabeza tratando de guiarla a una casa, Izaya se tomó el tiempo para observar las lujosas residencias por fuera y grabar en su cabeza lo que alguna vez fue un lugar muy habitado.

-           Ya está atardeciendo...- Alzo la mirada para ver el anaranjado cielo que avisaba que la noche está cerca.

Llego a la casa principal, en cuanto abrió la puerta esta rechinó y observo con cuidado cómo las termitas se comen la madera de todo el lugar, no se quito las sandalias al pasar el umbral por obvias razones de la mugre en todas partes. Toco el adorno tintiante que está sobre su cabeza con el logo Uchiha.

Él cuervo entró por una ventana rota del segundo piso y la observó desde las escaleras graznando con las alas extendidas.

-         ¿Así que quieres que suba?.- Dijo mientras reía por estar hablando con un animal.

Este alzó vuelo, la hyuga entonces subió las escaleras evitando los huecos en ella, entonces fue a la habitación que estaba abierta.
En cuanto entro al cuarto vio una habitación muy tradicional con muchos objetos de hombre, miró sobre una mesita varias fotografías en porta retrato de la familia del hombre que había estado rondando su cabeza durante poco y a la vez mucho tiempo.

-         Este fue mi cuarto alguna vez.- La voz de hombre la alertó y volteó la mirada de golpe con el corazón agitado.

Ahí parado como una ilusión estaba Uchiha Itachi con un semblante relajado y el cuervo sobre su hombro derecho con unos ojos rojos brillantes que denotan el Sharingan.

-        ¿E-eres un fantasma?.- Tembló su voz aun tratando de recuperarse de el susto.

-No precisamente.

El cuervo voló al hombro de ella, aun prestándole atención al morocho. Se acercó con paso lento a él hasta quedar a unos dos pasos de distancia, la diferencia de altura es bastante notable entre ellos dos.

-         Si estoy muerto si eso te preguntas, el cuervo.- Señalo con un dedo de la mano que reposaba adentro de la túnica de aquel culto o secta Akatsuki.- Es mío.

-           Eso ya lo sé Itachi, ¿Tu me metiste en aquella ilusión?.- El entrecerró los ojos analizando los de ella.- ¿Tu como sabes el futuro? O lo que vi fue solo una mentira, ¡eso fue horrible!.

-Si, fui yo.- Se cruzó de brazos.- Pero también con ayuda de tu poder, quien diría que tienes el don de la premonición.- Me quedé estupefacta.- Gracias a eso puedes cambiar muchas cosas. No te vayas a meter en la guerra.- Advierte.- O algo malo podría suceder, ser absorbida por la Otsutsuki.

-          ¿Que es todo esto entonces? No entiendo nada.- Izaya se giró sobándose el sien con una mano con los pensamientos bastante confusos.

-          Estoy aquí porqué puse una ilusión en el cuervo, un genjutsu para ser exactos.- El con su mano la hizo voltear a verlo, pero ella no se atreví a mirarlo con la cabeza gacha.- Mirame Izaya, mírame por favor. Hay dos cuervo, este que es para quien encontrará mi cuerpo y otro en el de Uzumaki Naruto.

Sus ojos chocaron cuando esta al fin se atrevió a mantenerle la mirada, bastante sorprendida de ver una leve sonrisa en la cara de aquel chico.

-        ¿Necesitas que haga algo verdad?.

-        Muchas gracias por lo que has hecho todo este tiempo, tu preocupación ha sido algo sorprendente para mí.- Le acarició la cabeza .- Guía a mi hermano.

-         Pero has visto que no me tolera, se unirá a Akatsuki y se desatará todo lo de la ilusión.

-         No es solo una ilusión ya te lo dije, en algún momento va a pasar.- Esta aguantó la respiración.- Yo sabia muchas cosas dentro de la organización y quiero que sobrevivas. Este será mi pago por la deuda que tengo contigo.- Señaló al cuervo.

El camino hacia la puerta a punto de cruzarla.

-           ¿Vas a desaparecer otra vez?.- Se alteró lista para ir tras el.

-          El cuervo siempre estará contigo. Mientras él viva podremos hablar.- La miro de reojo.- Pero de momento ya es hora de que despiertes.

Cuando dijo esas palabras esta abrió los ojos tirada en el suelo de aquella habitación con aquel animal mirándole desde la mesilla.

Enamorada de su recuerdo (Itachi Uchiha).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora