La Princesa 《TERMINADA & EDITADA》

«Capítulo 16»

SHAWN

El sol comenzaba a mostrarse poco a poco cuando las nubes se lo permitían y aún así la brisa fría que recorría la noche de la ciudad,continuaba presente. La calle del comercio se encontraba con muchas personas a la espera de obtener lo que habían ido a buscar.

—Buenos días muchachos— él señor Reed se acercó a nosotros.

—Buenos días señor— contestamos casi al mismo tiempo.

—¿Cómo van las ventas?— preguntó Richard.

—Excelente muchachos y todo se los debo a sus joyas cada vez más fascinantes— agregó. 

—Es muy bueno oír eso— sonreí. 

—Incluso mi esposa ya me ha pedido joyas de su misma creación,así qué debo de obedecer— bromeó. 

—Por cierto señor Reed,Kevin vino ya que se necesitan nuevas piedras preciosas en el palacio— le dije.

—¿Kevin sigue en palacio? Vaya se liberó de una vida aquí pero dudo qué tenga libertad en allí— bromeó. 

—Él ahora es cocinero real,supongo que cumplió su gran sueño— Richard cruzó sus brazos.

—Si logró cumplir su sueño entonces estoy feliz por él— sonrió Reed.

—Kevin es una buena persona,también me alegro por él— dije.

—Bueno,entonces que compré las piedras,no habrá problema alguno— agregó. 

—El problema es qué ya se acabaron señor y Kevin tiene tanto trabajo que nos pidió que se las entreguemos en palacio— señalé. 

—Trataré de apresurarme en buscar las piedras preciosas antes que el señor Tom se marché de viaje a la ciudad de Menefis— dijo el señor Reed.

Él señor Reed se marchó rápidamente para llegar a tiempo a encontrarse con el señor Tom,en tanto a Richard y yo continuamos con nuestro trabajo sin detenernos.

tomé una piedra negra y brillosa. —Aún recuerdo que a mi madre solía gustarle este tipo de piedra—

—Tú madre era una buena mujer,y tambien era como mi madre— sonrió Richard.

—Siempre nos pedía joyas para verse mejor,aún cuando estás nos salieran pésimas— murmuré. 

—¿Recuerdas cuando le hicimos el brazalete colorido? Detestaba las cosas muy coloridas pero aún así lo utilizaba siempre— agregó. 

—No quería hacernos sentir mal aúnque esa joya fuera terrible— sonreí— No ahí un sólo día en que no piense en mi madre—

—Siempre soñé que me hubiera gustado conocer a mi madre,poder abrazarla y obsequiarle joyas— Richard me observó. 

—De seguro hubiera sido una buena madre,por que tú eres una persona excelente Richard— di palmadas en su espalda.

—Tú eres mi hermano Shawn— murmuró. 

—Y tú eres mi hermano Richard— sonreí. 

ELIZABETH 

Peinaba delicadamente mi cabello en lo que Josher se encargaba de abrir las ventanas dándole paso a la luz del sol y al aire fresco de la ciudad. 

—¿Entonces?— preguntó él. 

—¿Entonces qué?— lo observé. 

—Usted sabe de qué hablo princesa,¿Hizo las pases con Cameron?— tomó asiento en mi sofá.

—Claro,Cameron prometió qué jamás volvería a hacerlo,dijo qué me ama y qué sueña con casarse conmigo— murmuré seria.

—¿Usted confío en cada palabra qué Cameron dijo?— frunció el ceño.

—¿Porqué no te agrada Cameron? Tanto Nicholas como tú siempre se mostraron tan extraños con él—  crucé mis brazos. 

—¿Será porqué su hermano y yo sentimos el mismo presentimiento por él? Princesa,espero equivocarme y deberás deseo que Cameron la haga muy feliz pero Shawn la haría aún mucho más felíz— sonrió. 

—¿Cómo estás tan seguro de eso Josher?— le dije. 

—Porqué lo siento,y lo veo cada vez que él la mira— agregó. 

—Josher ¿Qué estás diciendo?— fruncí el ceño.

—Yo nunca me equivoco princesa,y deseó qué sea feliz con quién tenga a su lado,pero sabe mi decisión— se puso de pie.

—Soy adulta Josher,y puedo tomar mis propias decisiones— murmuré.

CAMERON

Salí del palacio y fuí hacía la taberna en busca de mi padre,quién de seguro estaría allí nuevamente. 

Al entrar a la taberna,lo encontré sentado frente a una mesa,observando a una mujer bailar muy cerca de él. La bailarina se alejó y tomé asiento en la misma mesa.

—Cameron,sabía qué volverías a ver a tú padre— bebió de su copa.

—Sólo estoy aquí para preguntarte algo viejo demente— murmuré. 

—¿Acaso es algo que te pone nervioso?— sonrió. 

—¿Es verdad? Sólo responde viejo— fruncí el ceño.

—No sé de qué hablas— bebió de su copa nuevamente. 

—De lo qué has visto en el bosque la otra noche— dije serio.

—¿Aún piensas en eso?— comenzó a reír. —¿O simplemente tienes miedo?— 

—¿Miedo? ¿Porqué tendría miedo?— suspiré. —Dime la verdad—

—Puedo sentir tú temor Cameron,sobre todo cuando sepas que ese joven muchacho no es ni parecido a ella,ni parecido a ti— sonrió.

—¿Cómo era ese joven?— pregunté. 

—Era un joven,que al parecer era de la ciudad,no de palacio,si no de la ciudad— respondió. 

—¿Hablas de un mendigo?— dije sorprendido.

—Un pobre que consolaba a la princesa y que por lo visto ya se conocían muy bien— sirvió más vino en su copa.