Prólogo

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Año: 1600

Gritos de auxilio y de agonía mientras todo ardía en llamas, el olor a muerte estaba mezclado con las cenizas y por en medio de las llamas un hombre de alta estatura perfil elegante y con un pulcro traje acompañado de un sombrero de copa sobre su rubio y bien peinado cabello y un bastón de enchapados de oro junto a una expresión iracunda sobre su rostro.

- Naruto-sama ayuda-

- tenga piedad lord Naruto-

Oír esos gritos solo molestaron más, como podían pedir auxilio después de que lo traicionarán y ellos mismos se adjudicarán ese infierno.

Miró a los licántropos que atacaban las tierras que estaban, bajó su protección, despedazar a los aldeanos o comérselos vivos mientras los otros destruían los hogares.

Naruto siguió su andar hasta la iglesia justo en el centro de la aldea, tiro la enorme puerta de una patada y ahí se encontraba una hermosa joven de cabellos rojos tratando de calmar a los niños.

- ¡Sara maldita mujerzuela dame la cara! - Naruto estaba molesto.

Sara tembló al escuchar la irá en la voz que alguna vez fue su amante.

- Naruto- su voz tembló y lo miró a la cara, sus ojos antes azules ahora tenían un color rojo sangre y exigían venganza.

- no me llames por mi nombre maldita prostituta-

- eres un monstruo - Sara trató de proteger a los niños detrás de ella y Naruto río con ironía.

- me dices monstruo a mí, quien te salvo de morir de hambre a ti y a tu moribundo pueblo, a mí quién te trató como una reina, a mí el hombre con quien compartías el lecho-

Naruto estaba furioso, la mujer que tenía enfrente lo había vendido por un par de monedas y joyas cuando él le podía dar una fortuna y vida cómoda, el pueblo era igual de mal agradecido, todos habían intentado matarlo al incendiar su castillo al enterarse de que él era un vampiro, pero lo que ellos no sabían que a quien lo vendieron no era más que un noble estúpido a quien el mismo le torció el cuello como una gallina.

- Ustedes los humanos no son más que ganado que han mordió la mano que los alimento-

- Esta es la casa de Dios así que no podrás hacer nada criatura del infierno -

Naruto comenzó a reír y en un instante estaba frente a ella para tomarla por el cuello, ella pataleó y rogó por su vida y la de los pequeños.

-Te lo ruego Naruto, ten piedad, llevo a tu hijo en mi vientre -

Al escuchar tal aclaración comenzó a reír con fuerza mientras comenzó a desgarrar la tela que cubría el cuello de Sara.

- Los vampiros no podemos procrear vida niña estúpida, ese mocoso debe ser producto de tus noches en la cama de ese gordo asqueroso del marqués. Sabes cuándo estuviste, bajó mi protección, me contuve de beber tu sangre, pero ahora te dejaré seca-

Naruto clavó sus colmillos en el cuello de Sara y comenzó a beber su sangre mientras escuchaba los gritos de piedad hasta que dejó caer el cuerpo sin vida de la mujer, después miro a los niños aterrorizados y comenzó a acercarse a ellos.

- Ustedes no son más que alimento -

Afuera de la catedral se podían escuchar los gritos, los lobos ya habían acabado el trabajo que lord Naruto les había encomendado.

- Naruto está realmente molesto- un joven de cabello castaño totalmente desnudo y bañado en sangre.

- Como no va a estar molesto kiba, el dobe dio tanto por estos aldeanos y mira como tratando de matarlo. -

Blood / (Naruhina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora