Mi escritora favorita «Gochi»

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La pelinegra se encontraba acostada en su cama aferrada a una almohada, escuchó la puerta de su habitación abrirse y giró sobre su costado derecho.

Las iris verdes chocaron con los profundos ojos negros de la joven. Se miraron por un largo momento sin pronunciar palabra alguna, intentando asimilar la sorpresa y tragarse la pena de conocer a alguien nuevo. Hasta que Goku volvió en sí y un miedo intenso se apoderó de él, quiso girar sobre sus talones, regresae junto a Krillin y escapar. Ella no era como se la había imaginado.

Era mucho mejor.

Adoró desde un principio lo lacio del cabello de Milk, igual el negro intenso que estaba presente en sus hebras y sus ojos. Estaba al natural, sin maquillaje como usaba Bulma, las chicas con las que estudiaba o incluso Lazuli, la rubia que se encontraba abajo y que quizá Krillin estuviera aprovechando ligar. Llevaba una pijama de círculos naranjas y daba la impresión de que no salía de cama desde hace días. Había trastes de helado vacíos en el piso y cajas de pizza. El rubio comprendió la ausencia de su escritora favorita en su plataforma de libros favorita.

—¿Quién eres? —La chica rompió el silencio. Dejando a Goku de nuevo abobado, su voz era muy distinta a como la escuchaba del otro lado de la línea. Era mejor en persona.

—Lo siento, creo que me equivoqué de cuarto —El ojiverde rascó detrás de su cabeza.

—Pero si estás en mi casa —Exclamó la morena frunciendo el entrecejo— ¿Por qué Vegeta te dejó subir?

Conociendo lo sobreprotector y exagerado que su amigo podía ser, Milk estaba confundida al ver a alguien nuevo en su casa. Temía a que éste podría ser un violador o un maleante, pero había algo en su voz que se le hacía familiar.

—¿Vegeta?, ah, pitufo gruñón en la sala... —Pensó en voz alta. No podíamos culparlo, era presa de los nervios.

—Vegeta, y no te permito que te expreses así de él —Interrumpió enojada— Lo diré de nuevo, ¿Quién eres y qué haces aquí?

—Vaya, sonabas menos agresiva por el celular —La pelinegra enarcó una ceja. El rubio continuó— Me dicen Son-Kun, algunos me llaman Kakarotto, pero prefiero mi nombre verdadero, Goku Son.

Los ojos de Milk se llenaron de un brillo que desde hacía semanas no se veía.