Mi escritora favorita «Gochi»

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La chica examinó como si fuera un robot en lugar de humano, a los dos jóvenes que se encontraban en el pórtico de la casa de su mejor amiga. Entrecerró sus ojos azules mientras escuchaba con atención la larga historia del rubio. 

—... Y sólo queríamos conocer a mi escritora favorita de wattpad, me sentía vacío al no ver actividad de ella, un gran desgarre en mi corazón al ver que eliminó sus historias y un nudo en la garganta al no poder hablar directamente con ella... 

—Entonces, ¿conociste a Milk Ox por wattpad? —Inquirió.

Por cierto, Krillin aún no salía de su trance, se perdió observando a la rubia en el umbral de la puerta.

—Sí, soy @ Kakarotitto_Z —Respondió con una sonrisa— ¿Conoces a Milk?

—Me llamo Lazuli, @ 18_Laz, y estás en la casa correcta, pero no creo que puedas verla.

La sonrisa que Goku tenía en el rostro se esfumó al instante. La ojiazul lo notó y decidió llamar a alguien que estaba en la sala de estar de la vivienda con un grito.

—¡Vegeta, hay alguien aquí que quiere ver a Milk!

El nombrado surgió por la puerta con el seño fruncido, supongo que no hay necesidad de describirlo pues todos conocemos al orgulloso pelinegro.

—¿¡Qué sucede con mi Milk?! —Preguntó viendo de forma asesina al ojiverde.

—¡Wow!, alto —Goku elevó las mano en posición defensiva— ¡No sabía que Milk tenía novio! No quiero problemas.

—¡Pues ahora lo sabes gusano, así que largo! —Vegeta levantó el puño.

—El señor gruñón no es novio de Milk... —Interrumpió la rubia.

—¡¡Lazuli!!

Después de una larga discusión en el pórtico de la casa, le comentaron a Goku y a Krillin que Milk había estado mal emocionalmente debido a ciertos problemas. Acordaron con Vegeta que sería demasiado emotivo que recibiera algo de compañía.

Así, tiempo después, Goku se encontraba de pie frente a la blanca puerta de madera tapizada de dibujos de diversos personajes, de la chica con al que había soñado, al momento de colocar la mano en la perilla el miedo lo aturdió, ¿Y si no era lo que esperaba? ¿Y si Krillin tenía razón?.

Sacudió la cabeza, ya había llegado demasiado lejos para arrepentirse y él mismo se prometió no hacerlo.

Lentamente la puerta se abrió frente a él.