(Dafne)
Me desperté y como todos los días, me di mi duchita, me puse mis cremas, me vestí, en esta ocasión con unos shorts cortos, con una camiseta ajustada de tirante fino escotada de color rosa, me calce unos tacones con plataforma blancos, luego pase a maquillarme.
Cogí mi bolsa y mi mochila, con el uniforme de animadora. Baje, cogí las llaves de mi auto e iba a abrir la puerta de casa.
-¿Dónde vas? –pregunto Javier mientras se ponía entre la puerta Y yo.
-Al instituto.
-¿Sin desayunar nada?
-No puedo mantener esta forma si engordo. Ahora aparta que tengo que ir al insti.
-Te llevo –dice abriendo la puerta.
-No gracias, tengo coche y se conducir. Si quieres ver como entro en el instituto, me sigues con tu coche.
Me fui al aparcamiento, deje la mochila en el maletero y subí al coche. Conduje por el camino de siempre, cada vez que miraba por el retrovisor veía el maldito Jeep negro. En cuanto llegue, salí del coche.
-¡Perra! –me grito Amber.
Corrimos la una hacia la otra y nos abrazamos, nos dimos dos besos.
-¿Cómo fue en la bolera?
-La verdad es que fue muy divertido, te perdiste una buena fiesta que hicieron después.
No me lo podía creer he pasado toda la tarde y parte de la noche viendo películas mientras mis amigos se lo pasaban de muerte en una fiesta. Que injusta es la vida.
Fuimos a la clase, mientras el profesor explicaba algo que no nos importaba y no haríamos servir para nada en un futuro, Amber y yo nos mensajeábamos, le conté lo que había pasado ayer a medias, no le dije que mi padre estaba amenazado pero sí que me había puesto un niñero. Amber flipo, y al igual que yo, opina que soy suficientemente madura como para cuidarme solita.
-Hoy vamos a tomar algo al Cruce ¿Vienes, no?
-Por su puesto.
-¿Tu niñero no dirá nada?
-No, mi padre ha dicho que haga vida normal y eso are. Nos vemos allí.
Nos despedimos dándonos dos besos. Fui hacia mi coche que está aparcado al lado del de Javier, él está apoyado en su coche con los brazos cruzados, se veía sexy, seguro que si le digo eso el ego se le sube y si voy a subir egos prefiero subir en mío.
Esta vez iba a ir con mis amigos si o si, mi padre ha dicho que hiciera vida normal ¿no? Que hay más normal que ir con los amigos a tomar algo.
-Dafne –dijo a modo de saludo.
-Con D de diversión –digo sonriendo, poniendo las cosas en el maletero- Me voy a ir a tomar algo con mis amigos.
-¿Tu padre sabe eso?
-Dijo que hiciera vida normal, así que si antes no se lo decía ahora tampoco. Sígueme si quieres pero vigila a lo lejos ¿vale?
Me subí al coche y lo puse en marcha a una velocidad más rápida de la normal, Javier corrió a su coche para poder seguirme, eso me hizo reír.
Intente perderlo de vista haciendo giros bruscos y aumentando la velocidad, al final se había convertido en el juego del escondite. Tarde un rato más de lo normal en llegar al Cruce.
-¿Qué creías que hacías? –me pregunta Javier, cogiéndome del brazo, en cuanto he bajado del coche.
-Suéltame –le ordene, me soltó pero no se apartó- ¿Qué pasa te ha costado llevar mi ritmo?
-Muy graciosa, pero no quiero que lo vuelvas a hacer. No quiero que me llegue una multa de tráfico.
-No sabes la pena que me da. Te dejo que mis amigos me están esperando.
Le guiñe el ojo antes de entrar en el Cruce. El Cruce es un bar, club social, en el que solemos quedar para pasar el rato.
-Ya era hora, casi pensé que nos volvías a dejar plantados –dice uno del equipo, al verme.
-Las cosas de palacio van despacio –me excuso.
-Anda siéntate.
-Pues junta las piernas porque no hay más sillas.
Me senté en su regazo, ganándome una mirada de desaprobación por parte de Samuel. No es mi novio, así que lo ignoro. Me rio de alguna broma que me hacen por estar sentada sobre el chico.
-Sabéis que se acerca el baile del instituto ¿Vas a ir Amber? –pregunto Samuel.
-Depende de quién me invite –le contesta ella.
Conozco ese tono, está deseando que él le invite. Amber lleva colada de Samuel desde que entro al equipo de animadoras, pero Samuel no está preparado para una relación estable, prefiere ir saltando de chica. No puedo decir que conmigo no lo haya y siga intentado, pero no me he liado con él por Amber.
-Tranquila perra, si no te invita ningún chico iremos juntas –le digo.
-¿Aun no tienes pareja? –me pregunta sorprendida.
-Alguno me lo ha pedido, pero no me apetece ir con ellos, busco algo más interesante –en realidad las he tenido que rechazar todas porque mi padre me ha prohibido ir, espero que se le olvide.
Seguimos entre bromas, cotilleos, y copitas. Llevábamos dos horas allí, así que decidimos que ya era hora de volver a casa. Así que me despedí de todos.
Aunque haya bebido, se disimular muy bien, hasta con tacones, lo ebria que puedo llegar a estar. Ahora no estaba borracha, sí que voy algo contenta, pero no demasiado.
-Dafne –me llama Javier cuando llego a mi coche.
-Con D de Directa. Directa a casa que voy ya.
-Sube al Jeep. No puedes conducir así.
-Recuerda, vida normal.
-Tú lo has dicho, vida normal, y lo normal es si bebes no conduces. Ahora al Jeep, no me obligues a subirte como ayer.
-¿Qué pasa temes a perder otra carrera? –pregunto para picarlo.
-Que yo sepa no hemos hecho ninguna carrera. No intentes despistarme y sube al Jeep.
-No he tomado nada de alcohol así que puedo conducir –mentira.
-Entonces las cervezas que te has tomado ¿No cuentan?
-¿Pero cómo...?
-¿Te pensabas que no te estaba observando o qué? Te he estado viendo todo el rato –me interrumpe.
-¿Puedo ir en el asiento del copiloto, por lo menos? –pregunte cruzándome los brazos.
-Todo tuyo.
-¿Me regalas el coche?
-Te regalo el honor de ir de copiloto en mi coche –dice mientras me abre la puerta.
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A mi manera
RomanceDafne con de D de divina es una estudiante, capitana de animadoras, popular, ego subido, rica... lo tiene todo en esta vida, o eso creía ella. Ahora tendrá que soportar al sexy y serio guardaespaldas que su padre le ha impuesto y ella se niega a ace...