Capítulo 15

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(Dafne)


-¿Aun quieres que sea tu guardaespaldas?

-Sí, salvaste a mi padre sin conocerme... -mientras decía pensé que a lo mejor volver a ser mi guardaespaldas es un problema para él- Si no es un problema claro.

-No, claro que quiero, ya te he dicho que me importas, a mi manera –dije mirándome fijamente.

-¿Eso qué quiere decir? –pregunte acercándome hasta quedar enfrente.

-¿Quién sabe? –dijo sonriendo.

Baje la mirada a sus labios y cuando volví a mirarle a los ojos este estaba mirando mis labios. Sin pensarlo dos veces me lance a sus labios, le bese, pero él no respondió al beso. No le gusta, Mierda, pensé rápidamente. Así que me separe enseguida.

Estaba avergonzada. Dios que había hecho, no me atrevía a mirarle a la cara así que baje mi mirada.

-Emm... Yo... lo siento. Espero en el salón –dije antes de salir de la habitación e ir al salón.

Me puse a dar vueltas por el salón, mientras pensaba en lo que acababa de hacer.

¡He besado a Javier! Y él me ha rechazado, seguro que no le ha gustado que me lanzara, ahora pensara que soy una zorra. ¿Y si cuando ha dicho que me importa a su manera no se refería a esto? ¿Y si se refería a que le importo como si fuera su hermana? ¿Y si tiene novia? Debería haberle preguntado antes de lanzarme.

-Deja de dar vueltas harás un agujero en mi suelo –dijo Javier apareciendo en el marco de la puerta.

Me limite a pararme en seco y le mire a los ojos pero me dio vergüenza y baje la mirada otra vez.

-Espera, vamos a solucionar esto –dijo acercándose a mí.

-¿El qué? Todo está bien ¿no? –dije evitando su mirada.

-Si no pasa nada mírame a la cara –lo podía ver sonreír.

Le mire a los ojos, él sonrió y note como se me subieron los colores, no sabía que me estaba pasando, que vergüenza.

-¿Por qué te pones roja? –pregunto.

-Por nada, va vamos –dije pasando por su lado.

-No será por lo de antes ¿no? –dijo poniendo la voz ronca, mientras me cogía por el brazo.

-¿El qué? –pregunte como si no supiera nada del tema, estaba nerviosa.

-¿Vas a hacer como si no me hubieras besado?

-Lo siento... yo...

-¿Qué es lo que sientes exactamente?

-Siento haberte besado así de la nada y...

-A mí me gustado ¿Cuál es el problema?

-Si tienes novia yo... -pare de hablar y le mire a los ojos- ¿Qué has dicho?

-Que me ha gustado, y no, no tengo novia.

-Pero si no has respondido al beso...

-No me lo esperaba, a ver como habrías reaccionado tu si yo llego y hago así.

De la nada me coge con una mano la nuca y la otra por la cintura, para acercarme rápidamente a él, hasta que entre nuestros cuerpos solo estuviera la ropa y unió mis labios a los suyos. Dejándome en shock, me quede tiesa como un palo y con los ojos abiertos como platos.

-Ves ¿A que no te lo esperabas? –Dice en cuanto separa los labios de los míos- Pues yo antes tampoco.

-Aja –fue lo único que logre decir.

-Para que no te sorprendas te digo que te voy a volver besar.

En cuanto acabo de decir eso unió sus labios a los míos, yo aún estaba en shock por el de antes, pero reaccione sorprendiéndome a mí misma mientras devolvía el beso. Es un beso dulce pero provocador.

El seguía sujetándome con la mano en la nuca y su otra mano paso a mi trasero. Yo rodee su cuello con mis manos agarrando su cabello.

Javier me empujo contra la pared, sin parar el beso, y con las dos manos en mi trasero me impulso hacia arriba, haciendo que mis piernas rodeasen su cintura.

-Javi –gemí, cuando nos separamos por falta de aire.

Nos quedamos unos minutos con las frentes unidas recuperando oxígeno y entonces Javier me soltó, para que pudiera tocar al suelo, dejo sus manos en mi cintura.

-Casi se nos va de las manos –murmuro.

-No me lo esperaba –susurre.

-Ni yo –dijo sonriendo- será mejor que nos arreglemos y vayamos a tu casa, tu padre debe de estar esperando. Luego tengo que llevar a mi madre a casa.

Dio un paso atrás y se pasó la mano por el pelo, frustrado. Yo también me sentía un poco frustrada, más bien estaba alucinando por dentro de lo que acaba de pasar.

-¿Vamos? –dijo con la voz aun ronca por el deseo.

-Si claro –dije poniendo bien mi ropa.

Mientras Javier subía las maletas al maletero del coche, yo subí al asiento de copiloto.

Aun notaba los labios hinchados por el beso y me hormigueaba la piel donde él había tocado.

En cuanto se subió al asiento del copiloto, vi su pelo despeinado y sus labios igual de hinchados que los míos me entro la risa.

-¿A ti que te pasa ahora? –dijo riéndose conmigo.

-Tienes todo el pelo revuelto, espera –me incline hacia él y le peine con la mano hasta que quedo algo normal- así mejor.

-Espera un momento –dijo antes de bajarse del coche.

Le vi entrar en la casa atreves de la ventilla y al poco salir con algo en la mano. Dio la vuelta al coche y se puso otra vez en el asiento del copiloto.

-Ponte esto –dijo pasándome una sudadera.

Me la puse me quedaba enorme, cubría mi vestido por completo.

-Así mejor –dijo imitando mi frase con una sonrisa en la boca.

Reímos y arranco el coche, con dirección a mi casa.

En cuanto llegamos, salimos del coche pero cuando iba a abrir la puerta, me di cuenta que estaba abierta.

-Javi... -susurre.

-¿Qué pasa? –susurro igual que yo.

-Está abierta, nunca está abierta –dije un poco alterada.

Javier me cogió de la muñeca y me llevo al coche

-Quédate en el coche, agachada –dijo serio- y no te muevas.

Cogió una pistola y me dejo ahí sentada en el coche, por la ventana vi como Javier entro con el arma por delante.


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