Historias de terror

Mami perdoname...

Maria era una joven madre soltera de un niño un poco conflictivo llamado Martín, de tan solo 9 años de edad, a veces se peleaba con algún compañero de clases. La llamaban constantemente de la escuela para hablar con el director sobre la mala conducta de su hijo.

Un día, terminando pronto de limpiar casi toda la casa, se da con la sorpresa al pasar por el cuarto de su hijo Martín, lo encontró ahí parado, serio, pálido, mirando por la ventana, y con una gran cicatriz en la frente.

La madre, entre sorprendida y un poco enfadada le preguntó,¿Por qué no estas estudiando en la escuela como siempre, o es que acaso te peleaste con alguien de la escuela y casualmente te suspendieron del establecimiento?. El niño solo alcanzaba a responder una y otra vez: “Mami, perdóname, por favor, perdóname, yo te quiero mucho”.

Cuando al fin Maria le quiso contestar, comenzó a sonar el teléfono. La madre tuvo que bajar al salón malhumorada para atender el teléfono. Era el director de la escuela y le dijo que su hijo muchas horas antes en el recreo jugaba al escondite con los amigos, pero al distraerse, tropezó y al caer por las escaleras se rompió el cráneo, murió en el acto.

Ese día la madre no se lo perdonó nunca y al colgar, antes del entierro de su hijo intentó buscarlo como antes, pero no lo encontró ni en su cuarto donde se apareció por última vez. Ya solo quedaban algunas gotas de sangre en donde él estaba antes y una voz en la lejanía de ultratumba resonó una vez más en la lejanía, desde la ventana abierta….”Mami, perdóname, yo te quiero mucho”.