Pov. Kenlin
Cuando abrí los ojos seguía en el bosque , ninguno de mis recuerdos era nítido excepto uno...recuerdo a la perfección los grandes ojos de ese depredador, en ese momento entre en pánico ya que él no estaba ahí ,me aterraba la idea de que esa bestia me estuviera observando desde la oscuridad del bosque, esperando el momento indicado para atacar...el bosque no era seguro, así que me levante y comencé a correr lo más rápido que mis piernas me lo permitían para llegar de regreso a mi casa, no me detuve por ninguna rama de mi camino por lo que me lastime varias veces pero valió la pena ya que de inmediato llegue a mi casa y entre , mi madre al verme me miro con curiosidad para después acercarse a mí.
-¿Qué fue lo que te ocurrió? ¡Estas totalmente sucio y tu respiración esta acelerada! -Dijo mi madre y comenzó a revisarme, tratando de encontrar alguna herida, gracias a eso logro ver las heridas de mis brazos hechas por las ramas que aparte de mi camino momentos antes - ¡iré por algo para curarte! -dijo mi madre totalmente preocupada y corrió a buscar algo para curarme, cuando lo encontró desinfecto mis heridas y las vendo - ¿ahora piensas decirme el porqué de tus heridas?
-me lastime con las ramas de algunos árboles....-sonreí leve, mi madre sabía que yo era distraído así que me creería, y así fue, después de curarme ella se fue hacia la cocina y yo me fui a mi habitación, al llegar me recosté en mi cama y comencé a analizar todo lo que había ocurrido con ese lobo, esperaba no volver a verlo, con ese pensamiento me quede profundamente dormido.
Narrador omnisciente
El pequeño Kenlin dormía plácidamente en su habitación , sin saber que algo o mejor dicho alguien se encontraba observándolo por la ventana, esa criatura lo había seguido hasta su casa ya que pensaba divertirse un poco más con aquel delicado chico, desde ese momento Kenlin sería su presa y el seria el cazador, ese chico había logrado capturar su atención.
-No eres un chico listo, será divertido jugar contigo hasta que pierdas la razón o por lo menos hasta que me aburra de ti, pobre de ti pequeño -susurra mientras aprieta con fuerza entre sus manos una pequeña caperuza de color rojo que le había arrancado al pequeño Kenlin en su encuentro- de ahora en adelante serás caperucita roja -susurra burlón y comienza a caminar hacia el bosque, perdiéndose entre la oscuridad de este .

ESTÁS LEYENDO
Le Petit Chaperon rouge (Gay)
Acak-¡¿quién eres?! -pregunte con la voz un tanto temblorosa pero tratando de fingir valentía, realmente me intimidaba ese chico, era demasiado alto y no solo eso, poseía unos grandes y relucientes colmillos , unas grandes orejas cubiertas de pelo de un...