Deep Love

SPRING DAY

Desperté con la luz del sol entrando por mi ventana.
Desperté con la ilusión de encontrarlo a mi lado. Pero como siempre él no estaba ahí.
Ya no estaba para mi.

Baje al comedor.
El desayuno ya estaba sobre la mesa.
Un par de platos, un par de vasos y un par de cubiertos pero sólo uno de ellos iban a ser utilizados.

Salí al patio después de desayunar. Era una costumbre que teníamos Hoseok y yo.
Camine descalza por el pasto. El sol brillaba con todo su esplendor. El viento soplaba refrescando la mañana.
Me senté bajo la sombra de un árbol, tome el libro entre mis manos y sitúe la página en la que me había quedado el día anterior.

Así pasaban las horas más rápido. Así aliviaba mi dolor, aunque fueran sólo unos instantes, sumergiéndome en mundos irreales.

Sin darme cuenta había llegado la hora de la comida. No supe en que momento me había quedado dormida.
Abrí mis ojos al escuchar que me llamaban. Era la ama de llaves.

-Señorita, hay un chico que la busca.-

No le contesté y sólo le sonreí.
Aunque ella trabajara para Hoseok y para mi, la inseguridad que cargaba conmigo me hacia sentí inferior a cualquier persona. No me gustaba la idea de tener que darle órdenes a alguien. O tener a alguien trabajando para mi.
Yo no valía la pena.

Camine hacia el interior de la casa.
Estaba sentado en la sala.

-Jung Kook?- Sólo lograban ver su perfil.

Giró para verme. -Hola.- Volvió a sonreír, era la misma sonrisa que me mostró cuando lo vi por primera vez.
Me gustaba. Su sonrisa brillaba tanto como el sol de un día de primavera.

-Que haces aquí?-

- He venido a visitarte.-

No sabía que hacer en estas situaciones. Hace mucho que no interactúaba con una persona. Sólo lo hacia con Hoseok y en ocasiones con el ama de llaves.

-La comida ya está servida.- Interrumpió la antes mencionada.

-Gracias.- Gire para contestarle. -Quieres comer?- Me dirigí a Jung Kook.

-Si por favor.- Se levantó del sillón muy animado.

Tomamos asiento en la mesa.

Lo observe sentarse en el asiento que le correspondía a Hoseok.
Era extraño que no fuera Hoseok quien ocupará ese lugar.

-Hoy por fin se ocuparán todos los cubiertos y platos.- Hablo alegre el ama de llaves. Se retiró sin esperar respuesta de alguno de los dos.

-A que se refiere la señora?- Pregunto Jung Kook.

-Siempre se coloca un plato y cubiertos extra por si llega a venir Hoseok.- Le respondí un poco triste. -Es lo que siempre pido para tener todo listo para Hoseok.-

No respondió.

Terminamos de comer en completo silencio y después nos dirigimos al patio. Tomamos asiento en una de las bancas.

-Que edad tienes?- Decidió hablar después de tanto silencio.

-19 años.- No era capaz de verle al rostro.

-19, que! Eres una año menor que yo.- Dijo sorprendido.

Yo sólo sonreí tímidamente.

-Sabes de nosotros?- Volvió a romper el silencio.

-Hoseok Siempre me hablaba de ustedes. Tengo todos sus álbumes en mi habitación.- Sonreí insegura, recordando mi pasado con Hoseok. -Gracias a Hoseok me volví una fan de ustedes.-

-Ahh, me alegra escuchar eso.- Seguía sonriendo.

-Te puedo preguntar algo?- Por primera vez decidí hablar primero

-Si, adelanté.- Me miro curioso.

-Tu sabes por que nunca me ha llevado a su trabajo para poder conocerlos?- Temí a su respuesta.

-Emm..- Pauso. -La verdad no lo se. Te seré honesto.- Volvió a guardar silencio. -Nosotros sabemos cuando llegaste a la casa de Hoseok. Ese día estaba muy activo. Se movía de arriba a abajo. Incluso le llegó a pedir de favor a alguna de las chicas del staff que si le compraban ropa para mujer. Al principio no supimos el porque de tanto movimiento hasta que se lo preguntamos y nos contó todo.- Guardo silencio para ver mi reacción.

-Estaba feliz?- Pregunté dudosa.

-Lo parecía.- Su respuesta fue insegura.

Sin darme cuenta estaba cayendo a mi realidad. Una realidad muy distinta al cuento de hadas en el que Hoseok me colocó.

-No dudes de él.- Tomo mi mano. Yo observe aquella acción. - El te quiere mucho.- Lo mire a los ojos y por más que intentará animarme, sus ojos me decían otra cosa.

Sonreí tímidamente.