Capitulo 39

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Semanas después

Alison había empezado las clases junto con Angelo y Aylin en la academia, no fue nada fácil para ella enfrentarse a la realidad de nuevos compañeros, nuevo salón de ensayo y un nuevo instructor que no fuera Alex, su padre. Poco a poco fue adaptándose a los cambios que en su vida estaban pasando y tenía que estar preparada para los que venían dentro de poco.

Adele

Muy poco dormí en la noche, no pude conciliar el sueño y el motivo no lo sé. Cuando bajé hasta la sala para despedir a los chicos, encontré una situación bastante extraña entre Angelo y Alison.

—No sé, buscaré otra academia pero ya no quiero ir más a esa —dijo Alison sin ningún tipo de preocupación sentada sobre el sofá.

—Y ¿A cuál vas a ir? ¿En serio te vas a retirar Alison? —preguntó Angelo enojado.

—No sé Angelo, buscaré otra. Hay muchas más en el país.

—Sí, pero en la zona solo están esa y la que era de tu papá —Alison no dijo más nada, Angelo tomó sus cosas y se marchaba con Simon.

—Adiós amor —dijo Simon dándome un beso y saliendo de la casa con Angelo enfadado.

—Que les vaya bien, los amo —dije dándole un beso en la mejilla a Angelo a lo que él sonrió, los vi marcharse y entré a la casa. Alison ya no estaba en el sofá, solo vi su sombra caminando hasta las habitaciones, subí poco a poco ya que a estas alturas mi vientre es más pesado.

Cuando entré a su habitación estaba acostada de espaldas mirando hacia la ventana, con sus grandes audífonos que la mayoría del tiempo estaban con ella, me acerqué y no se dio cuenta de que estaba aquí, tomé su teléfono y una gran sorpresa me llevé al ver que escuchaba. Esta canción me llevaba a mis niñez específicamente en los meses que estuve en embarazo de ella, música y cantante que fueron mi compañía en esos momentos. Detuve la música y ella se volteó inmediatamente, se sentó y se quitó los audífonos.

—¿Hace cuánto escuchas esta canción? —pregunté sentándome a su lado.

—Desde pequeña, siempre me ha gustado. Soy de las personas que puede escuchar una canción hoy mañana y siempre, nunca me dejan de gustar.

—¿Sabes? Cuando estaba esperándote, mientras vivía con mi mamá, esa canción y esa cantante estuvieron conmigo durante todo ese tiempo. Jamás pensé que pudieras llamarte como ella, es una de mis cantantes favoritas —ella sonrió y yo la abracé de lado.

—¿Casualidad? No lo creo.

—A ver mi niña ¿Por qué no quieres continuar en la academia? —pregunté y ella se quedó callada pensando, luego habló.

—Traté de adaptarme a la rutina, a como dan clases. Pero todo es tan distinto y monótono, siempre dan las mismas clases y no hay otro estilo de baile que no sea el ballet, eso no me gusta, me fastidia.

—Lo monótono siempre aburre. Pero tengo una duda y es si la estas dejando por tu padre.

—En parte creo que eso influyó en mi decisión y aunque sé que tengo que seguir no es tan fácil hacerlo. Pero prometo que buscaré otra que no sea esa, porque no la soporto —se cubrió la cara con la almohada.

— ¿Lo prometes?

—Lo prometo —dijo y le di un abrazo, salí de la habitación y ella estaba arreglándose para salir.

Entré a la habitación de Brianna y me senté en la mecedora mirando a la ventana, todos las emociones vinieron a mí, faltaba muy poco para que la bebé naciera. A diferencia de mis otros embarazos este era distinto, en mí no estaba la tristeza que me embargó cuando estaba esperando a Alison y en la tristeza que sentí cuando esperaba a Angelo, mis pensamientos en ese momento era querer a mi hija conmigo junto a su hermano. Ahora los tengo a los tres y a Simon, no puedo pedirle nada más a la vida para ser feliz que esto, que ellos.

When We Were Young 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora