Un deseo para Lucifer [Adrinath]

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Te voy a contar una historia, una historia tan vieja como el agua, el viento, la tierra y el fuego. Una historia que habla sobre Perhonen, "la tierra viva".
Ahora tu pregunta será, ¿por qué la llamamos así? ¿Por qué es viva? Tú lógicamente pensarás que tiene esa cualidad porque tiene arboles, flores, plantas che son organismos vivo.

Pues, mi lector, realmente esta tierra fue nominada así porque se cuenta que los primeros señores que la gobernaban tenían un lazo especial con ella. Podían sentir cuando iba a ser atacada mucho antes de que los enemigos entraran, podían saber cuando un volcán iba a explotar o un huracán se acercaba.

Perhonen es una persona, es una madre que cuida de sus habitantes y los reyes son el reflejo de sus sentimientos y órdenes. Ella dice a sus reyes como vivir para que la tierra dure durante muchas generaciones, y ellos lo comunican a sus reinos.

Perhonen nunca fue tan dividida como ahora, a los principios ella era un sólo reino gobernado por dos polos opuestos, Sore y Eros. Ellos eran hermanos y cada uno cumplía con un deber especial: Sore controlaba que nadie viva más allá de sus límites, que todos fueran iguales en poderes y necesidades. Él era el príncipe del equilibrio. Eros controlaba a "los malos", esas personas con mucha avaricia, egoísmo que querían todo. Eran sedientos de poder. Él era príncipe de la oscuridad...

Una oscuridad que acabó consumiéndolo.

Él pasaba tanto tiempo curando a las esos seres que deseaban romper el equilibrio que acabó adoptando sus ideas, su alma se manchó, se volvió su rey y declaró guerra contra su hermano.

Él creía, junto a muchos otros, que habían personas mucho más importantes que otras y que la igualdad no existía.

Sore, dolorido por la decisión de su hermano, aceptó. Fue a hablar con los espíritus que protegían esa tierra y ellos le ofrecieron los poderes de sus elementos.

La Guerra del Equilibrio duró por mucho tiempo y Perhonen sufría los horrores que provocaba junto a sus dos reyes. Hasta que un día Sore engañó a Eros con la ayuda de los dioses, llevándolo a la tierra que estaba entre la de la oscuridad y de la luz, encerrándolo allí para siempre junto a su gente.

Pero ese gesto tan valiente le produjo graves consecuencias al rey que lo llevaron a la muerte. Nadie puede entrar en las tierras de los dioses y seguir después con vida y la realeza no es una excepción.

Pero Sore, antes de morir, tuvo bastante tiempo para reorganizar a Perhonen y bajo el consejo de los espíritus, nominó a otros tres reyes y les ofreció los dones de la naturaleza. Ellos dividieron a Perhonen y prometieron cuidarla aunque su vida estuviese en juego.

A cada rey se le ofreció un blossom, seres divinos menores que tenían el deber de evitar lo que pasó con Eros.

Después de eso y algunos años donde reinó pacíficamente la tierra de Marvox, Sore enfermó y murió.

Su blossom lloró su muerte, los dioses hicieron tan grande el vínculo entre un blossom y un rey que el ser divino ofreció su sufrimiento presente, pasado y futuro a los espíritus a cambio de que Sore renazca.

Ofreció su capacidad de sufrir por amor a su rey que renació en un Sello.

Los Sellos son seres humanos que los habitantes de Perhonen usaban como "escondite" durante la gran guerra. Algunos humanos descubrieron lo que guardaban dentro y usaron ese poder para salvar o destruir.

Sore renació en un humano de alma tan joven y puro como un cerezo: Nathaniel.