Gotham : La de vida de los villanos

Capítulo 2. (La broma era para mí)

Fue un día difícil, tres chicas la habían agredido frente a toda la universidad. Se sentía pésima entro a su hogar azotando la puerta por suerte no se encontraba absolutamente nadie, su hermano menor se encontraba en la escuela.
Subió a su habitación atormentada y humillada
Le gustaba sentir el dolor, al bajar sus jeans en sus piernas se pudieron ver las cicatrices hechas por tijeras: las agarró de su escritorio y comenzó a apuñalarse a sí misma sintiendo sus pómulos húmedos por el llanto de rabia

En su pared tenía un diseño, un traje de Arlequín color rojo y negro, ella misma lo había inventando ella misma hace dos años atrás
En todo el día no salió de su habitación. Se mantuvo silenciosa mientras escuchaba a su familia llegar poco a poco ¡No quería ver a nadie! Aunque el coraje se les estuviera pasando, su teléfono comenzó a sonar y el identificador puso el nombre de Guy.

— ¿Que pasó? — Contestó con la mirada fija hacia sus dibujos. Su novio le explico que la quería ver con alguna máscara para asaltar una mujer que debía dinero al “ Jefe ”. Ella como toda una sumisa a las órdenes acepto. Agarró una blusa roja, pantalones y cazadora de color negro, con un par de ligas se hizo dos coletas.
Tomó el delineador de su madre dibujando un antifaz, pinto sus labios rojos y la cara blanca.

Un Arlequín.

El reloj marcaba las doce de la mañana. Bajo las escaleras con sumo cuidado de no despertará a su familia, Guy la espera en una camioneta blanca con todos los demás.

— Hermosa, esa es la palabra— Harleen sonrió ante el cumplido subiendo. Guy le ofreció un chicle sabor fresa para quitar los nervios.
Pararon afuera de un súper mercado

— ¿Cual es la misión? — Preguntó con mucha curiosidad, Guy cargo la pistola

— Matarla, no pagó y su castigo es eso. Pero bueno yo soy un caballero y tú lo harás ¿Verdad mi amorcito? — Preguntó Guy dándole la pistola. Harleen lo dudo un momento, meterse con la mafia le traería muchos problemas

Pero aceptando bajando de la camioneta.
Espero hasta que la mujer salió y caminaba hacia el Ferrari mensajeando. La mujer de cabellos rojos subió al auto apagando el celular al alzar la mirada pudo sentir que no estaba sola, asustada miro a su alrededor buscando alguien pero no encontró a nadie
Harleen salió del pequeño callejón apuntando con el arma a la mujer que siguió mensajeando

Y apretó el gatillo. En el parabrisas solo se pudo ver como broto la sangre sin control
Harleen sonrió ¡Lo había hecho! Guy aplaudió con los demás, la rubia corrió a su novio para besarlo muchas veces.

— ¡Lo hiciste! Estoy orgullosa de mi nena.

Harleen asintió complacida ante la respuesta.
El ruido de las sirenas de la policía de Gotham se acercaban al lugar ya que uno de los cajeros había llamado al escuchar los disparos.
Guy tomó del brazo a su novia corriendo a la camioneta, la encendió y aceleró como un lunático. Harleen sentía miedo de ser atrapada
Y de repente una idea descabellada le vino.

— ¡Guy! Tenemos que ir a un lugar — Avisó Harleen sonriendo, una sonrisa dónde mostró sus dientes y relamio su labio superior.

La líder de aquel grupo en la universidad dormía plácidamente en casa de sus padres.
La ventana la había dejado abierta, por lo que le facilitó a su asesina la tortura, al escuchar un ruido lo primero que vio fue una mujer con un martillo en mano, grito con todas sus fuerzas
Pero al final, Harleen le pegó en la cabeza tantas veces hasta dejarla destrozada, fue el inicio de una adicción para Harleen ¡Que bien se sentía escuchar las súplicas! En la ciudad de Gotham sólo se podían escuchar las sirenas.

Y a la mañana siguiente:

Todos la volteaban a ver cuando llegó vestida con una pequeña falda y un top blanco dejando ver su perfecto cuerpo, remarcando sus atributos muy bien. Se quitó los lentes oscuros sentándose en su pupitre mientras miraba sus manos, por debajo de las uñas tenía sangre.
Su cabello rubio caía como la lluvia detrás de su espalda hasta llegar a la cintura.

— Buenos días jóvenes, Ya me conocen.

Harleen levantó la vista viendo a la Dra. Chase.
Rodó los ojos mirándose las uñas, urgentemente necesita un manicure.

— Ayer ocurrió algo muy lamentable. La alumna Anirak Callahan fue asesinada en casa de sus padres hasta ahora no se han hecho averiguaciones bien pero queremos saber si tienen alguna pista o alguien la molestaba.

Todos los alumnos se quedaron callados.
Solo una levantó la mano: Harleen Quinzel

— Dime, Quinzel.

— ¿Y el Doctor Jack? — Pregunto burlona.
Chase parpadeó varias veces sin entender a qué venía su compañero de trabajo en esto

— Puta — El Joven Eduard tosió falsamente diciendo esa palabra. Harleen lo volteó a ver con cierto odio ¡¿Como se atrevía!?
Todo el grupo comenzó a dar carcajadas por un simple hecho « ¡¡¡Era la verdad!!! »

— Vale chicos, esto es importante y hoy es un día muy lamentable. En la salida haremos un honor a su compañera.

— ¿Hacerle honores? ¡Por ser una perra! ¡¿Por eso!? — Gritó Harleen levantándose de su asiento. Chase levantó su ceja confundida.
Harleen suspiro sentándose nuevamente

Al terminar el día. Harleen caminaba solidariamente por los pasillos de la escuela mientras veía a todos los demás llorar parecía que el mundo en la Universidad se detenía por la muerte de esa chica, ¿Por qué la aman? Sí era una mala persona con ella y todos.

— Hola, Harleen.

— Hola Madison — Saludo sin parar sus pasos.

— ¿Iras a la ceremonia? Todos irán a dejarle rosas y cositas así a. . .

— A una porrista — A completo sonriendo con dolor — Si yo hubiera muerto a nadie le hubiera importado, la sociedad es una mierda llena de apariencias, engañan a todos

— A mi me importas — Menciono Madison.
Esa chica castaña era lesbiana claramente tenía una atracción hacia Harleen.
Y lo sabía, la rubia lo sabia y se aprovecha
Se acercó hasta Madison dándole un beso en las comisuras de los labios, Madison se quedó sin respiración por un momento cuando Reaccionó Harleen ya se había ido afuera.