Gotham : La de vida de los villanos

Capítulo 19 (Drugs)

Maratón 2/2

N/A: Contenido explícito

— Jack Napier — Gritaron entrando a la celda.
Jack se encuentra sentado en una colchoneta, cama ni siquiera tiene en esa clínica.
Un enfermero entro con una hoja y una caja.

— Te mandan esto — Dice, el enfermo le quito la camisa de fuerza y le dio la caja con la hoja para que la firmará. Jack lo hizo y dejo la caja a un lado, el enfermero observó el brazo de Jack lleno de piquetes de los tranquilizantes y seguramente la heroína que le vendía o regala el paciente Ben. Jack abrió la caja mirando el paquete, una máquina de electroshock.

Le dio risa.

— Harley — susurró riendo se acostó en la colchoneta a la vez que reía, sollozaba.

[...]

— ¿Es nueva aquí? — Preguntó la doctora de mayor edad. — Harleen francés Quinzel ¿Eh? De la universidad de Gotham, promedio de diez.

— Así es, me mandó Arkham por el paciente que tienen aquí Jack Napier ¿Estará?

La doctora asintió sonriendo.

Pasaron por los pasillos y unas escaleras para subir a la habitación de Jack.

— Aquí es, la 456 — susurró la doctora asomándose por la ventanilla de la puerta, el paciente está dormido, muy sedado.
Abrió la puerta, Harleen entró y los tacones sonaron por el suelo gris y sucio.

— ¡Muy bien, gracias! ¿Nos deja un momento?

— ¿Lo atenderá usted?

— Sólo llevaré un reporte de cómo está. Son órdenes de la doctora Chase Meridian

La doctora entendió y salió de la habitación.

— Mmm, Jack no sabes cuánto te extrañe. Deseaba verte — Se quitó la bata blanca, mientras camina a él — Sentirte cerca

Sus dedos desabrocharon los botones de la camisa roja. Se la quita quedando en sostén
Jack entre abrió sus ojos mirando la silueta femenina, piensa que todo es un sueño.

Harley se puso encima de él quitándole la camisa azul del uniforme, las manos delgadas acarician con suavidad el abdomen y pecho fornido. Se quita el sostén color rosa pastel y lo deja caer al tiempo que sus senos salen.

— Te voy a decir mi intención — Le susurró besando el cuello masculino. — Quiero un hijo y lo quiero contigo ¿mmm? — Alzó su falda negra hasta la cintura, no traía las bragas.

Jack no escucha, está muy aturdido pero pudo sentir como unas manos suaves bajan el cierre del pantalón con la ropa íntima. Las manos nuevamente acariciando​ el órgano masculino
Harley pasó su cabello detrás de su espalda inclina su cuerpo para estar con él de Jack.
Dando besos por todo el cuerpo y pequeños Chupetones en la barbilla y cuello, después de estimular al doctor, pasó al siguiente plano.

Gimió, su labio inferior está atrapado entre sus perfectos dientes blancos. Harley dejo escapar todo el aire de sus pulmones cuando agarró el órgano masculino y se lo introdujo en ella.
Comenzó con los movimientos circulares posando sus pequeñas manos en el pecho de Jack, cerró los ojos ante el placer que siente.

El doctor dejo escapar un gruñido de placer.
Sintiendo esa flor apretada a su alrededor, automáticamente la agarró por las caderas

Pesando que todo es un sueño erótico.

Cuando es la realidad.

— ¡¡¡Jack!!! — Dió un gritito abrazándolo, mordiendo los hombros anchos. Jack puso sus manos en la blanca espalda femenina, sintiendo el peso de Harley sobre él.

Harley se movía sus caderas de arriba hacia abajo, se podía percibir el sonido de dos sexos chocando en la habitación encerrada.

—Harleen — Gimió él.
Dándole ego a Harley, sólo con ella puede estar
Aceleró los movimientos en sus caderas sintiendo venir el orgasmo, rasguño el pecho de Jack gimiendo más alto, sin importar nada

— Correte Jack — Le pidió dándole más placer.
Así lo hizo, el doctor expulsó toda la semilla dentro de ella, ni una gota se desperdició.

Harley sonrió respirando con dificultad.

— Muy buen chico — Le dijo quitándose de su cuerpo

Harley agarró sus prendas y se las colocó para después vestir a Jack. Así sin más salió de la habitación sin que nadie sospechara.

[...]

Chase entro a la pequeña clínica.

— ¿Y el paciente Napier?

— Una señorita vino, la mando usted ¿No?

Chase negó con la cabeza.

— Yo no mande a nadie — Contestó.

— Una doctora me lo dijo, hacer un reporte de cómo está el paciente — Explicó. Chase agarró el expediente dado y abrió sus labios negando con su cabeza «Harleen Quinzel» leyó.
Corrió por los pasillos en busca de Jack. Al llegar a la habitación, lo vio sentado en la colchoneta mirando a un punto muerto, cabizbajo y meciendo su cuerpo delante hacia atrás desesperado. Chase entró rápido

— ¿Que tienes?

— Ella — susurró — Estuvo aquí, pensé que era un sueño pero ella estaba a mi lado ... no pude matarla, no pude — Chase lo abrazó. — La quiero — Confesó en el abrazo. Meridian oprimió sus labios en una delgada línea.