C i n c o

403 119 232
                                    

・゚: *・゚:* —5— *:・゚*:・゚

«Halloween una fiesta aterradora pero... por un Murphy»


Capítulo 5.

Octubre, 2013.

El timbre sonó, indicando la finalización de la jornada, y el auditorio se fue vaciando poco a poco. Me quedé sentada y vi como Mia y Tris hablaban. Mia solo sonreía a la vez que decía cosas, que nunca supe, y Tris mostraba una mueca de desagrado en su rostro.

—¿Cómo se puede ser así? —escuché un susurro de Will a mi lado. Con molestia se quitó la chaqueta y pasó una mano por su cabello.

Me quedé sentada ahí mirando hacia el escenario hasta que el auditorio quedó vacío, donde solo estábamos nosotros cinco. Sin decir nada, me levanté y caminé hacia ellas. Estaba nerviosa, tengo que admitirlo, me asustaba el como algo que me había costado tiempo podría haber sido destruido en tan solo unos minutos. Es decir, no fue fácil conseguir las fotos ni robarle el teléfono a la propia Jade. Podía controlar mi plan, pero no podía controlar a Mia y eso me desquiciaba.

—Uy, Ann, ¿quién se ha muerto? Esa cara de funeral que llevas es gratificante —dijo con una sonrisa y yo suspiré. En ese momento Tris aprovechó para escapar de las garras de la morena y vi cómo salía del auditorio seguida por Will. Matt, por su parte, nos observó a Mia y a mí con curiosidad, aún sentado en su asiento. Se quitó la chaqueta y se remangó la camisa blanca, balanceando un bolígrafo en sus dedos—. ¿Te ha gustado? —preguntó, llamando mi atención.

—A veces me impresiona no saber por dónde vas a salir, Mia. Simplemente no me imaginaba esta jugada qué harías. Pensaba que le destrozarías la vida a Lisa.

—Puede que haya cambiado de parecer... O no, pero eso da igual, solo hoy. Por ahora tengo el apoyo de nuevo de ellos y eso es vital. —Caminó hacia sus papeles y los tomó.

—¿Por qué le has hecho eso a Tris?

—¿No queríamos limpiar su nombre? Pues ya se ha hecho —respondió y leyó algo escrito en la hoja que le hizo hacer una mueca y fruncir el ceño—. Debería agradecérmelo... no poner esa cara de rechazo. La intento salvar socialmente cuando es una chica que es hipersexualizada hasta por ella misma para conseguir una pizca de amor de un hombre. Sé que ahora está más... apagada, pero hasta que no arregle sus problemas nunca podrá verse como lo que es. Y, al contrario, yo si me veo como soy...

—¿Una insensible y una asquerosa arpía?

—No, una mujer que tiene objetivos, que sabe lo que quiere y que, con astucia, va a alcanzar lo que desea. —Se acercó a mí y acarició un mechón de mi cabello—. No olvidemos una cosa, Annie. Puede que te haya dado tantas facultades que pienses que académicamente estás a mi nivel, pero no. Solo eres una más, así que no actúes con reproche hacia mí. Es conmigo o sin mí, ¿estás en contra de mí?

—No estoy en tu contra —susurré y me crucé de brazos.

—Eso pensaba —dijo retirando la mano de mi cabello y observó a Matt—. No sé si prefiero que os odies o que folléis. Bueno, haced lo que queráis. Al final os parecéis en un aspecto, ambos buscáis a alguien. Él a un remplazo para Jade y tú a un nuevo fiel compañero.

—Mia, no saques las cosas de contexto. No estamos haciendo nada, solo pretende que todos podamos llevarnos bien.

—¿Y eso no te parece extraño? —cuestionó mirándome y elevando una ceja—. No es por crucificarlo, me agrada, ciertamente. Solo que sus intenciones son otras si estoy en lo correcto... O las tuyas pueden ser otras intenciones. Siempre me ha confundido eso que os traéis y supongo que él ha dado el paso para algo nuevo tras que todo explotara. —Chasqueó la lengua—. Bah, prefiero no saber nada, en este caso amaría poder vivir en la ignorancia, pero cuidado. —Empezó a bajar del escenario, pero se dio la vuelta para hablarme—: Ann, mañana espero que estés lista para ser colaboradora en mi nueva ONG, yo de ti dormiría bien, será un día agotador. Es lamentable que pese a todos los padres tener todo el dinero que tienen sean incapaces de pagar un buen psicólogo a sus criaturas. Todas tienen alguna enfermedad mental distinta. Lo bueno es que ya ninguna es pobre, antes sí —y dicho esto, caminó hacia la salida, despidiéndose con la mano de Matt.

Never Say Goodbye © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora