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«El gran error de Tris que formó el mejor grupo de la historia de Consten»



Marzo, 2013.

Marzo, ese adorado marzo, fue donde todo estalló. Jade aún seguía en nuestras vidas y quería más que nadie ser la abeja reina. Al igual que Mia. Pero tan solo una persona llegaría al gran trono.

—¿Estás bien? —le pregunté a la castaña tras ver cómo daba su tercer grito. Me estaba poniendo de los nervios y no era un secreto que Jade no me agradaba mucho.

—¡No, nada está bien! —gritó y fruncí mi ceño viendo como empezaba a desabrochar con fuerza su corbata—. Uf, necesito quitarme esta mierda de uniforme.

—Mientras no quedes desnuda, hazlo —la alenté y bufó sonoramente.

—Me gustaría ser como tú, Annie. —Se acercó a mí, tomando un mechón de mi cabello—. No te preocupas por nada, eres inocente aún y sumamente inteligente. Que pena que no seas lo suficientemente emprendedora para hacerte notar. Aunque, mejor para mí, menos competencia.

—¿Cómo me debo tomar eso?

—Como quieras, al final me da igual lo que pienses. —Arregló el destrozo que había ocasionado su berrinche y aplicó una capa de pintalabios en sus labios. Era muy característico de Jade que tomara unas tonalidades como rojas o moradas—. Necesito tu ayuda.

—¿La mía? —Me señalé con el dedo índice, apretando mi pecho contra mi dedo y ella asintió—. ¿No puede Mia?

Te lo confieso, no quería involucrarme mucho en conflictos sociales, más que nada porque no quería convertirme como ellas. Algo muy erróneo ya que acabé siendo una más.

—Ya la tengo, pero necesito más ayuda, nunca se sabe. Además, tampoco quería ayudarme tanto como yo quería. —Juntó ambas manos y miró a alrededor—. Pero... un baño no es buen lugar para hablar de esto. Vayamos al consejo.

Las tardes en Consten siempre fueron tranquilas, más que nada porque nunca se permitía el ruido en aquel lugar. Tanto Mia como Jade eran miembros del consejo estudiantil, eran las auxiliares de Jane Smith y todo aquello les servía para, diariamente, dar una lamida de culo a la mayor de los Smith.

Subimos las escaleras en silencio y, una vez estuvimos frente a la sala, la abrió sin emitir ninguna palabra. Me condujo a unos sillones de descanso y viendo el lugar vacío, tomo asiento, haciendo que yo imitara sus acciones.

—Annie, sé que no he sido muy buena contigo. Pero, tampoco es mi culpa que Matthew se haya alejado de ti porque realmente me ame, en esas cosas no puedo meterme, son cosas del corazón. —Apreté mis labios y asentí.

En parte tenía razón y en parte no. Es decir, era consciente de que Matthew la habría elegido mil y una vez. Y a mí me habría tirado por la borda, mil y una vez, pero eso solo en caso de elegir. Y en esa posición le había puesto la castaña, lo había obligado a elegir pese a que lo negase constantemente.

—Da igual —susurré—. Eso no importa ahora, ¿Qué quieres?

—Tris es un mal ejemplo —puso sus manos sobre su regazo—, es mi mejor amiga, pero no pueden seguir las cosas así. Necesito que todos sepan esa verdad que esconde y lo tan mal que están todos sus actos.

Se levantó sin decir nada y fue hacía su escritorio, tomando una tablet de marca, volviendo a sentarse a mi lado. Con concentración, busco entre los archivos un vídeo, y una vez que lo tuvo, le dio al play.

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⏰ Última actualización: Sep 07, 2022 ⏰

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