Especial [Chloenette]

Capítulo Diez [Parte uno]

—¡Me doy asco! —Exclamó Chloé al llegar a casa y lanzarse a su cama sin dudarlo dos veces.

—Chloé...

—¿Pensar así del busto de una chica? ¿Querer... Besarla? —Trago saliva ruidosamente, sintiéndose asqueada de ella misma—. ¡No es normal!

—Chloé, no serías la primera ni la última Queen Bee en ser lesbiana. Además, no tiene nada de malo. Muchas otras ya lo fueron.

—¡Pero no eran hijas del alcalde de París! ¿Qué le pasaría a mi padre? ¿A su carrera? ¿A mí...? Todos me recharazarian, quizás me expulsen. —Se sonrojó de golpe, cubriendo su rodteo con ambas manos—¿Y si me vuelvo pervertida?

—Chloé, si te soy sincera, es decisión de cada uno como personas decidir de quién enamorarse. Marinette parece una buena persona.

—Está enamorada de Adrien.

Y quizás sí ella hubiera sido otra, quizás si su madre no hubiera fallecido, quizás si ella no hubiera cambiado, las cosas serían diferentes. Habrían miles de cosas que Chloé quería cambiar en ese instante, y es que si quizás ella fuera un chico como Adrien, o si Marinette fuera un chico igual de tímido, igual de tierno, igual de deseable.

Y si quizás ella no fuera hija del alcalde de París y no tuviera al mundo sobre sus hombros. Las cosas hubieran sido distintas. Entre esas cosas, nunca habría sabido que podría gustarle una chica que antes era la persona más odiada en su mundo, Marinette Dupaing-Cheng.

—¿Y qué importa si a ella no le gustas?

—No le veo razón para sentir cosas por ella sí sé que no serán correspondidas.

—¿Y tú que sabes? Chloé, has aprendido mucho pero parece que estas caminando en reversa ¿Recuerdas lo primero que te dije cuando te vi?

Chloé negó con la cabeza, en ese instante solo quería llorar y suplicar por que ese momento llegará.

—Te dije, confianza sin carácter es peligrosa. Pero ahora, tienes carácter sin confianza. ¿Vas a permitir que una chica te trate así? No, y perdóname la expresión, dale plomo. Haz que se enamoré de ti aunque sea lo único que hagas.

—¿Disculpa? ¿Yo enamorar a Marinette? ¡Nisiquiera puedo acercarme!

—Oh, sí, sí puedes.

Marinette se cubrió el rostro con la manta mientras Tikki la miraba con una sonrisa de extremo a extremo. Riendo por toda la habitación como si lo que había pasado hace unas horas hubiera sido un chiste.

—Vamos, Marinette, ¿Te gusta, no es cierto?

—¡No sé te ocurra mencionarla! ¡Tengo los pelos de punta, Tikki! ¡Lloré delante de ella! ¡Y... Y... Me estaba espiando!

—Quizás sólo pasaba por ahí. Ya sabes, quería protegerte de un akuma.

Y desde que Marinette recordó lo de los akumas, había hecho lo posible por no llorar.

—¡No habló de eso! ¡Bueno, sí, pero no es eso! ¡Queen Bee no me gusta Tikki, es una chica!

—Marinette, no serías la primera Ladybug en sentir algo por una chica. Es normal.

—¡No! ¡A mí me gusta Adrien!

—¡¿Aún después denlo que te hizo?!

La voz de Tikki sonaba exaltada, como si de verdad no creyera lo que acababa de salir de la boca de Marinette. Queen Bee había hecho lo imposible por no dañarla mientras que estaba como Ladybug, se había alejado sabiendo que sin poder volar sería un estorbo. Y luego estaba aquel gato...