Capítulo Diez [Parte Dos]

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Encima de la Torre Eiffel, Ladybug no podía recordar algún momento en el cual se había sentado en aquél barandal a ver la vista de todo París con sus luces encendidas y ver a todos caminar por allí. Desde que recuerda, siempre ha ido allí por akumas, pero nunca por placer.

—Es hermoso, Queen Bee.

—No más que tú, por supuesto.

—Sí, eso ya lo sé.

—Pero apuesto que no sabes algo...

Ladybug palideció un poco de golpe, al recordar la conversación que había tenido con Tikki sobre ella ¿Será que también...?

—¿Q-Qué?

—¡Tengo comida!

De la nada y casi por magia, saco una bolsa con algo parecido a Macarons. El semblante de Ladybug se calmó de golpe, aunque también la decepción la llevó al borde de sorprenderse.

—Oh, no me lo esperaba. Gracias.

—Bueno, era lo menos que podía hacer. Perdón por tener que cargarme cuando no sabía volar.

Ladybug tampoco cambiaría esos momentos por nada, daría lo que fuera por apretar esa cintura, besar esos labios y ver esos ojos deseando que la besara...

Se sacudió la cabeza. No podía tener esos pensamientos en ese momento, era bastante desagradable que pensara así de su compañera que sólo había querido ser amable.

—N-No tienes que disculparte. Eras nueva, y además ¡Ya puedes volar! ¿No es grandioso? Yo daría lo que fuera por hacerlo.

—Cuando quieras te puedo llevar, digo, no sería problema, eres muy delgada.

El sonrojo de Ladybug iba a otro lugar, quería controlar ese tipo de pensamientos que tenía con Queen Bee, debían parar, debían detenerse. Ella probablemente no sentiría lo mismo y terminaría igual que Adrien...

—¿Sabés? Hoy vi a una chica ser dejada por otro.

Ladybug dejo de sacudir su cabeza al darse cuenta que se refería a ella.

—¿En serio?

—Sí, eso me dió ira. ¡¿Por qué tenía que ser tan cruel?! La chica se merecía el cielo sí eso fuera posible, y él simplemente se alejo... —Se calló al darse cuenta de que estaba derramando lágrimas, Ladybug se quizo acercar a ella pero negó con la cabeza—. Odio a los hombres. Siempre tan... Estúpidos.

—No todos son así. Algunos son buenos y harían lo que fuera para hacerte feliz.

"Pero yo no quiero a un chico" Pensó Queen Bee, ya había tenido mucho con su padre y Adrien. No se arriesgaría a más mentiras y engaños. Pero tampoco podía poner esa razón pars gustarle las chicas, ¿Entonces porqué...?

¿Por qué estaba latiendole tan fuerte el corazón?

¿Por qué se ponía celosa cada vez que la veía con Chat Noir?

¿Por qué quería besar a Marinette y quitarle todas sus preocupaciones?

¿Por qué quería tanto a esas dos chicas que lograban hacerla dudar de su sexualidad?

—¿Puedo confesarte algo?

Ladybug entre cerró los ojos, no sabía que esperarse, pero sin embargo no debía ilusionarse.

—Claro.

—Creo que me gustan las chicas.

El sentimiento de paz interior que broto de Ladybug la hizo soltar las últimas palabras que quería escuchar salir de su boca.

Especial [Chloenette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora