Salida al cine

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Llegó el jueves, saldría con Leon al cine, nos habíamos estado mensajeando y la noche anterior me había llamado y me dijo que le encantaba estar conmigo y le respondí lo mismo.

En la universidad todo normal, algo de tarea, pero nada del otro mundo, con Estela igual, sólo que estaba algo baja de la presión y la tenía que estar revisando a cada rato y pasar nota a Pilar que todavía no regresaba del viaje. También me dijo que me depositó lo de la semana, aún tenía un resto de la pasada y decidí juntarlo para mandárselo a mis padres, hablando de ellos, no les había halado, sólo le mandaba unos mensajes a mi hermana que obvio ya sabía lo de Leon.

Para el cine sí me puse a buscar algo mejorcito, me puse unos skinny jeans oscuros, unos tacones bajos sin plataforma y una blusa formal negra que tenía un collar muy llamativo y mi chamarra de piel negra ya para más tarde. Leon pasó por mí a las 7:00 p.m. Él iba perfecto, muy sexy, tan lindo como siempre, unos jeans de mezclilla una playera blanca, unos tenis negros y su chaqueta de cuero.

-Hola, nena- dijo dándome un beso en la mejilla- vamos vestido igual- dijo bromeando

-Jajaja es verdad y aparte parce que vamos a un sepelio o algo- dije riéndome

-Jajaja sabes podrías ser mi versión femenina- dijo abriéndome la puerta del auto

-Que payaso, pero es cierto- dije mientras entraba a su auto, todo el camino al centro comercial nos la pasamos diciendo babosadas. Llegamos al centro comercial y entramos al cine.

- ¿Cuál veremos? –

-La que tú quieras- me respondió con una sonrisa- Tú elije-

-Tú elige, tú me invitaste-

-Bueno pues-

Leon se formó por las entradas en zona V.I.P y encargó las palomitas: dos cajas extra-grandes y refrescos igual de grandes ya que él sabía que yo era del buen comer, ese detalle me encantó, el que él no se fijara, que no le tomara importancia al físico.

Entramos a la sala y nos llevaron nuestro pedido. La película estaba buena a lo que yo entendía, pues estaba en alemán. De vez en cuando volteaba a verlo y aún no me la creía. En eso, Leon me rodeó con su brazo y yo me recargué en él.

Al salir, me tomó dela mano, me invitó un café helado, cuando estábamos en la fila y él volvió a rodearme con du brazo pasándolo por mi cuello y yo puse mi brazo en su cintura por debajo de su chaqueta y él me dio un pequeño beso en la frente. No supe cómo reaccionar a eso, él lo notó y no se burló ni nada, al contrario, se puso serio y recargo su cabeza en la mía. Íbamos tomándonos nuestro café mientras caminábamos por la plaza e íbamos de la mano.

-Hola, Leon- dijo una chica rubia como de mi estatura 1.68 m. y tampoco estaba tan bonita.

-Hola Maritza- respondió Leon sin ganas

- ¿Cómo has estado? Hace tiempo que no sé de ti-

-Bien gracias, pues no ha pasado nada, mira, ella es mi amiga Mafer-

-Hola Mafer, soy Maritza- dijo en alemán

-Hola- respondí, me sonrió y volvió a mirar a Leon

- ¿Cuándo vas a Bochum? - o eso fue lo que entendí

- Cuando tengo tiempo- dijo forzando una sonrisa-bueno Maritza, ya nos vamos-

-Ok, Leon me dio mucho gusto volver a verte- dijo dándole un beso en la mejilla- gusto en conocerte, Mafer-

-Igualmente, nos vemos- le respondí.

Ya nos íbamos, pero Leon iba a paso veloz y lo miré y estaba medio enojado, salimos del centro comercial hacia el estacionamiento, me abrió la puerta sin decirme nada, él subió y puso el auto en marcha. Era mi turno de hablar.

-¿Qué te pasa?

-Nada, ¿por? - dijo serio, pero que le pasa?

-Te lo pregunto porque me parece que estás incómodo y algo enojado, ¿te hice algo que te molestó?

-No! ¿cómo crees? - dijo preocupándose al saber que yo me sentía culpable luego se paró en la orilla de una calle – Fue Maritza, no tú, me incomodó un poco-

- ¿Y por qué, que es de ti o que te hizo? –

-Es mi exnovia- dijo mirándome a los ojos y luego vio al frente

-Ah! – dije mirando al frente igual que él- a lo que veo, terminaron mal-

-Sí, de hecho, fue una novela de drama, igual que las que hacen en tu país, aquí las transmiten con subtítulos- dijo ya con una sonrisa – pero basta de eso, quiero disfrutar de tu compañía- me miró y sonrió, luego volvió a encender el auto y fuimos a mi casa.

- ¿Te veo luego? - preguntó Leon.

Estábamos en la puerta de la reja, to estaba en el marco recargada y él estaba muy cerca de mí.

-Sí, que tal y mañana vamos a comprar lo que ocupo para la manicura- dije

-Oh no, no me vas a hacer eso, búscate otro conejillo de indias-

- ¡lo prometiste!!- dije entre enojada y risueña

- ¿Y qué con eso? ¡No lo voy a hacer! - dijo alejándose un poco de mi cruzando sus fuertes brazos.

-Que malo eres- le dije haciendo pucheros, pero no tan ñoño- Yo cumplí con mi parte del trato que era la salida al cine- igual crucé los brazos

-Ya te lo dije, no lo haré-

-Entonces, tendrás que darme algo a cambio- dije seria- era un trato, Leon. -

- ¿Qué quieres entonces? - dijo intrigado

-Tu chaqueta- torcí la boca

- ¿Quieres mi chaqueta? – ¡Puso sus manos en sus bolsillos delanteros del pantalón, se veía tan sexy, y luego esa voz ... ahhhh!

- Tu chaqueta o la manicura, te estoy dando a elegir o qué ¿No tienes palabra? - Uy! Lo dije sin pensar, eso podría herir a cualquier hombre, me miró serio e incrédulo ¿cómo le pude decir eso?

-Jamás en la vida vuelvas a dudar de mi palabra- dijo quitándose la chaqueta- es más, mañana mismo yo te llevaré a comprar lo que necesites- dijo entregándome la chaqueta.

Sentí que la cagué, tomé su chamarra y me paré firme frente a él.

-Ok, te espero mañana, Goretzka- dije en un tono serio, pero estaba jugando

-Aquí estaré mañana señorita, después del entrenamiento a las 5:00 p.m.

- ¡Perfecto- muy coqueta según le respondí, le di un beso en la mejilla, ya me iba a meter a la casa cuando él sujetó mi cintura con sus brazos y me pegó hacia él, por inercia, puse mis brazos en su cuello, no hacíamos nada, sólo nos mirábamos!

-Te tienes que ir- dije casi susurrando

- ¿Me estás corriendo? - dijo sonriendo

-No, sólo que ya es tarde, y tengo que ir a dormir-

-Sólo si me prometes que soñarás conmigo- dijo lamiéndose los labios, yo sólo lo miraba coqueta

-No te lo prometo, pero lo intentaré- dije

Seguimos muy pegados, podía sentir sus dedos acariciándome la cintura.

-Bueno pues, dulces sueños- me dio un beso en la frente y luego me soltó, me dirigí hacia mi casa y le sacudí la mano en forma de despedida lo cual él respondió luego entré a casa. Me sentía rara, pero bien, tenía su chaqueta. Parecía psicópata, olía la chaqueta, olía a él, tan varonil, tan, tan él.

Así fue ║ Leon GoretzkaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora