Capítulo 5: Huida.

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Siento un dolor horrible en el estómago, me toqué en la parte en la que se suponía que fuera una herida, y veo que la tengo sangrando, creo que de verdad me querían muerto ahí.
Finalmente me pude levantar y rápidamente fui a ver a Cochu, que estaba tirado en el suelo con una herida en la frente de su cabeza, casi en el ojo, pudo haberlo dejado ciego.
-¿Cochu? Por favor levántate... Debemos irnos de aquí lo más rápido posible, si me ven despierto nos van a matar si o si a todos...
Cochu abrió los ojos de forma lenta, y con un mareo me miró.
-Hogart, mi brazo... No siento mi brazo...
Con su brazo izquierdo funcional, me indicó su otro brazo, se notaba que su hueso fue quebrado a propósito.
-Esos hijos de puta, ya con quemarnos nuestras cosas te rompen el brazo.
-Yo pensaban que eran gente pacífica... Hey... ¿Dónde está Parkas?.
Me di cuenta que faltaba Parkas, la foca con vestido. Pensaba lo peor, pensé que lo habrán matado por traición a la tribu, o peor, lo torturaron y se lo llevaron a su cuartel. Aunque haya sido un desgraciado por traicionarnos, él nos ayudó en muchas cosas, era parte de nosotros.
No, estaba con nosotros, estaba tirado en el suelo por allá, con una hoja de papel al lado.
-Gracias a Draft está aquí... 
-Tráelo, Hogart.
-Voy.
Con unos pasos lentos por el dolor, logré llegar hacia Parkas, que estaba tirado en el suelo, pero aún estaba respirando.
-Parkas, despierta.
Parkas despertó con susto, como si algo pasó antes de que lo hubieran dejado inconsciente o algo.
-Ya lo estoy...
-Mira, aunque sé que nos traicionaste por habernos dejado e irte llorando, y además por hacer que nos quemaran nuestras cosas, te vamos a perdonar. Ahora, debemos irnos de aquí, rápido.
-Después hablamos de eso, y con lo de irse rápido, tienes razón, debemos irnos ya...
-¿Qué es lo que tienes en tu aleta?
Parkas se sacó la hoja que tenía pegada en su aleta, era una amenaza para nosotros, para irnos de aquí lo más rápido posible o si no íbamos a ser asesinados.
Vi a cochu que estaba viendo lo que podíamos salvar de nuestras cosas que estaban en la fogata, aunque no creo que se haya salvado algo.
Milagrosamente pudimos encontrar algunas cosas: El grandioso mapa de parkas (No me puedo creer que no se haya quemado), una botella y una pistola con 4 balas que conseguimos del pueblo.
Al menos tenemos algo con qué cuidarnos en la huida.
Cochu ideó un plan para irnos, dijo que cerca del bosque había un lago y de ahí podríamos ir al océano del limbo. Así que la mejor opción para irnos era crear una balsa sencilla pero que nos sirviera para escapar, y también unas provisiones.
Pero la idea paró de pensarse, escuchamos algo entre los arbustos, creo que otra vez esa tribu de mierda nos estaba siguiendo.
-Me cago en todo, están aquí.
-Ya me rompieron el puto brazo pero quieren más...
Pero nos dimos la sorpresa de que sólo era una persona completamente vestida de negro, y con un gorro que con ello no podíamos saber quién era, pero una sorpresa de mala gana, estaba armado, y creo que quería lo que teníamos.
-Quédense quietos, y quiero que me den sus cosas, o morirán los 3 al instante.
Esa voz... Me parecía peculiar... La había escuchado de hace mucho tiempo.
Parkas tomó la pistola con las 4 balas que teníamos y lo miró con frustración.
-No, morirás tú, mejor dicho, así que no pienses que te daremos algo nosotros, y mejor deberías irte.
El sujeto sonrió y se sacó el gorro para demostrarnos quién era.
Era Opta, el nuevo líder de La Legión Autista, pero no lo entiendo... ¿Por qué estaba aquí? ¿No debe cuidar su grupo?... Creo que quiere algo de nosotros...
-Me recuerdas, ¿Hogart?
-¿Cómo sabes mi nombre? Nunca te dije en la cabaña...
-Los seguí a todos ustedes, desde ese bosque, desde ese pueblo, desde el bar en que casi mueren, todo. Quiero mi venganza por mi líder, por mi... padre... Era una persona tan orgullosa de si mismo, pero tú lo que hiciste fue sacarlo de encima, y llevarte a un guardián que ahora es tu puto amigo. ¿No es así, Cochu?.
Cochu se puso nervioso en ese momento.
-No, Optagonus... Tú dijiste que lo de nosotros se acabaría, no hay razón para matarse entre nosotros 2, hasta tú lo prometiste. Además, tú lo mataste, pero sé que lo hiciste por nosotros.
-Ja, no fue así, ustedes me obligaron... Pero no te vas a librar de tan facilidad ahora, ni tampoco tus amigos.
Opta preparó el arma, lista para matar o herir a uno de los 3. Estoy asustado, no sé que debo hacer ahora, si me muevo, moriré, y si no, dejaré que los otros mueran gracias a mi.
Pero nos salvamos, su arma no estaba cargada.
-NO PUEDE SER, JUSTO AHORA... Pero bueno, sabía que si pasaba algo así, tendría esto.
Optagonus sacó una navaja muy filosa de su espalda, tenía unas marcas de sangre, se nota que ya estaba usada de otros.
-¿Así que, quién quiere morir primero?... Sólo tengo a 3, el pokefílico, el traidor, y el viajante que me trajo todo el odio a ustedes... Son tantas respuestas. Y no se molesten por su pistola, tengo una armadura antibalas, estaba listo para esto de hace mucho.
Ahora tiene una armadura antibalas, lo que faltaba. Bueno, ahora a esperar quién iba a morir primero...
Pero parkas hizo lo que nunca pensamos.
Parkas igualmente disparó en la cabeza a opta, pero fue un intento completamente fallido, la bala salió volando a cualquier parte, haciendo una bala gastada.
-Buen intento, pokefílico, muuuy buen intento te has hecho esta vez, pero no eres como los otros 2, novato.
Optagonus levantó la navaja con una fuerza descontrolada contra Parkas, y de unos rápidos pasos  y pasar sobre nosotros, le llegó una cuchillada  justo en la aleta a Parkas, dejándolo tirado en el suelo con su aleta sangrando.
-Serás un hijo de puta... ¿Qué te he hecho yo en vez de los otros?...
-Vamos, eres una gran ayuda para estos imbéciles, debo matarte a tí primero, la verdad.
Parkas trató de defenderse, pero la gran fuerza que tenía Opta hizo que se quedara en el suelo, dándole otra herida en su cola.
Cochu no aguantó más.
-¡SUÉLTALO, OPTA!
-TÚ TE CALLAS, TRAIDOR.
No podíamos hacer nada, si no, podríamos ser apuñalados por la gran navaja de Opta.
Mientras veíamos cómo Opta apuñalaba a Parkas, pudimos escuchar los gritos que le salían.
-HOGART, COCHU, DEBEN HUIR AHORA, ESTÁN MUY CERCA DEL LAGO, AHÍ PODRÁN CONSEGUIR ALGO CON QUÉ PODER IRSE, PERO VÁYANSE, YA.
Yo y Cochu sin pensarlo 2 veces nos escapamos, con grandes penas, dejando a nuestro gran compañero en el suelo siendo apuñalado, pero por lo menos Opta no nos pudo seguir, así que tuvimos tiempo para escapar.
Corrimos sin parar, con Cochu con el dolor en su brazo fracturado y yo con el golpe que me pudo haber dañado el estómago, pero igual corrimos.
Cada vez escuchábamos menos gritos de Parkas, hasta sólo escuchar un grito de Opta:
-ESTO SE ACABA AHORA ¿DÓNDE ESTÁN, HIJOS DE PUTA?.
Cochu estaba entre lágrimas, pensando en que pudimos haberlo salvado.
-¿POR QUÉ NO LO SALVAMOS, HOGART?
-NO IMPORTA, DESPUÉS HABLAMOS, SÓLO CORRE.
Llegamos al lago, un lindo lugar, pero mejor no seguir mirando, debemos escapar, ahora.
Escuchamos rápidos pasos de Opta viniendo hacia nosotros, de verdad nos quería muertos.
-COCHU, BUSCA ALGO CON QUÉ PODEMOS IRNOS.
Cochu empezó a mirar todo lo que había cerca del lago, pero aún con su cara de confusión y lamentación por Parkas.
Cochu gritó.
-¡HOGART, MIRA ESO!
Era un barco de carga, o tal vez controlado por una especie de piratas. Habían algunos hombres que estaban llevando cajas hacia él, así que empezamos a correr sin parar a ver si podíamos irnos allí.
Nunca me sentí tan cansado como ahora, mis pies me dolían mucho, pero para salvar nuestras vidas, mejor seguir.
Al llegar, rápidamente nos escondimos dentro de una caja, sin que nadie se diera cuenta.
Cochu finalmente rompió en llanto.
-Por qué... Hogart... Pudimos haber atacado a Opta y haber ayudado a Parkas...
-Mira, Cochu, ahora no podemos hablar de eso. Si quieres ser escuchado por los que nos llevarán al barco, hazlo ahora. Pero si quieres seguir vivo, y escapar, mantente en silencio.
Cochu sólamente empezó a sollozar, pero nadie nos escuchó.
Sentimos un movimiento, nos estaban llevando hacia el barco, lo logramos, estábamos dentro del barco, nos podríamos ir.
Abrimos la caja, y ya que no había nadie, salimos de ella lo más rápido posible.
La puerta en la que se meten las cajas estaba cerrada, estábamos a salvo de Opta, eramos libres.
Fui a la ventana más cercana del sitio y observé que Opta estaba en el lago, pateando las rocas y gritando de forma descontrolada. Me alegraba verlo así, rabioso y frustrado por estar vivos.
Ahora a saber a dónde íbamos, viendo cómo Cochu estaba con problemas, y yo confuso, sin saber en qué rumbo estamos, en un limbo sin un fin alguno.
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Nadie lo sabe.


El Suicidio De Hogart: Resurrección.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora