Carta V: • P r o n t o •

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¡Qué bueno es estar contigo...otra vez!

Estas igual de hermosa, en especial por esas lágrimas que corren por tus mejillas, te dan un toque muy patético.

Te oí llorar ayer, la semana pasada, la semana antepasada y todos los días siguientes, eso me alimenta, me hace crecer.

¿Estas cansada, preciosa? ¿Cansada de llorar? ¿Cansada de sentirte así de patética e inútil? Pues ve preparándote, porque este es el inició de la tormenta.

Recuerda que yo soy el único que te quiere, el único que te hace sentir diferente, el único que se mete en tu mente y la envenena.

Quizás soy la peor compañía, pero soy la única que tienes.

Dicen:"Mejor sola que mal acompañada."

Pero sabemos que preferimos lo contrario, mejor mal acompañados que solos porque la soledad es el peor enemigo del ser humano.

Hay una gran diferencia entre estar solo y sentirse solo.
El estar solo puede pasar desapercibido con unos audífonos y música.
Pero el sentirse solo, es la peor sensación del mundo.
El solo pensar que aunque tienes a una multitud a tu alrededor ni a una sola le interesas, eres tan poco para ellos que no se dan cuenta de tus repentinos cambios.

Nunca se dan cuenta cuando vas a tu cuarto y no sales durante horas, ellos piensan que estas haciendo cualquier idiotez, pero en realidad estas hundida en el llanto y la depresión.

No se dan más cuenta de que ya no sonríes, no de verdad.

No se dan cuenta de todo el daño que te hacen.

No se dan cuenta de que ya ni siquiera hablas.

Están tan preocupados en su mundo, en sus propias hazañas, en sus alegrías que no se dan cuenta de que estás herida, estas sola, estas mal.

¡Pero no te preocupes! Yo estoy aquí, siempre lo estaré, porque aunque quieras ver la luz, siempre habrá algo que te amarré a mi, algo que te haga volver a caer en el vacío en el que estas, algo que te arrastre con sus finas garras y te haga volver a mi.

No tienes escapatoria, no hay salida, no hay nada.

Los momentos de felicidad que pocas veces tienes pronto serán absorbidos por la tristeza, por la añoranza y hasta por tu propia familia.

Pronto, tus ganas de escribir disminuirán, tu desesperación crecerá y tus sonrisas sé borraran.

Y lo mejor es que yo estaré ahí para disfrutar de cada una de tus lagrimitas.

Pronto, hermosa, muy pronto.

Hasta la siguiente noche de llantos, preciosa.

- Tu mejor amigo, él vacío.

Vacío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora