Abrí mis ojos, observe la habitación, no quería despertar el cambio de horario me da más sueño, observe por la ventana que los rayos del sol eran más penetrantes, mire hacia el reloj que se encontraba en el buro, y me di cuenta que eran las 9:45 de la mañana, rápido me levante me metí a la ducha, escogí las prendas que me usaría la verdad tome la ropa así como así y me las puse, ya era tarde, Jael y Jolene no me despertaron. Salí del departamento a la velocidad de la luz, por suerte el bus estaba en la parada, me subí al bus, pero había mucho tráfico para mi mala suerte, mi segundo día en el instituto y llegando demasiado tarde, decidí mejor bajar del bus y caminar, aunque no sé cómo llegar caminando, camine y camine, estaba caminando en círculos, verifique mi reloj y ya eran las 2:00 de la tarde, mi estómago rugía de hambre, y para el colmo de mis males en mi mochila no estaba mi cartera, podría ser esto peor, estoy perdida en Londres, sin dinero y tengo hambre, no debí haber bajado del bus, y ni para que les hable a las chicas no tengo su número y ni yo un celular, como no tengo familia que me hable pues no tengo celular y se me había olvidado comprar aquí uno, seguí caminando tal vez reconocía alguna calle y así poder guiarme y llegar al departamento, pero no fue así me perdí más, llegue a un lugar solitario estaba retirado de la ciudad, ¡______ debiste quedarte donde estabas!, si antes estabas perdida ahora más, me repetía yo misma, camine para ver si podía salir de este lugar, escuche unos pasos detrás de mí, ¡Tranquila ____ solo es una persona que también camina por aquí, tu sigue caminando no mires atrás!, me repetía muchas veces, pero entre más avanzaba, la persona que estaba detrás mío me seguía, acelere el paso y la persona también, me dio más miedo, pues si me estaba siguiendo, mejor empecé a correr , y la persona que me seguí también corría tras de mí, seguí corriendo hasta que me topé con un muro ya no había salida, sentí unas manos que me tiraron al piso, tenía mis ojos cerrados, no quería abrirlos –¿porque tan solita y por estos rumbos? –dijo al fin el tipo, posándose a horcadas en mí, abrí mis ojos ya con lágrimas en ellos, me tomo de las muñecas muy fuerte –eres muy bonita, una chica así como tú no debería estar solita –su mano fue recorriendo mi rostro –por favor no me hagas daño –dije con voz entre-cortada – el tipo era ya grande como de unos 28 años usaba un gorro negro, era algo moreno, y usaba una cazadora negra –ssh! Lo disfrutaras –empezó a besar mi cuello, yo trataba de soltarme de su agarre pero él era más fuerte que yo -¡ayuda!, ¡Ayuda! –gritaba, mi voz hacía eco todo estaba en silencio solo podía escuchar mis gritos, el tipo seguía besándome, maniobre y le dio un patada donde más le duele, mientras él se retorcía del dolor, empecé a correr, el no tardó mucho en seguirme, escuche el motor de una moto que venía, a lo lejos se escuchaba, seguí corriendo, me fui guiando por el motor de la moto, tal vez la persona que venga ahí me ayude, seguí corriendo y el tipo también me seguía, me gritaba insultos, el motor de la moto era más cerca podía escuchar, pise una piedra y el pie se me doblo y caí al piso, el hombre me atrapo de nuevo –ahora así lastimada no podrás defenderte –dijo el asqueroso tipo, besándome de nuevo en el cuello, mientras yo lloraba porque mi pie estaba lastimado, el dolor era demasiado fuerte y por qué iba a ser violada, la motor de la moto dejo de escucharse, ¡había parado cerca! –Ayuda! ¡Ayuda! –gritaba y seguía peleando por zafarme del tipo, seguía besándome y acariciando mi cuerpo, de pronto, alguien lo quito de mí y le dio un fuerte golpe –estúpido, no mereces vivir – dijo el tipo dándole varios golpes, solo escuchaba, tenía mis ojos cerrados y mis manos en la cara, las lágrimas no cesaban, el dolor de mi pie era más fuerte, el chico que golpeaba al que trato de violarme, se me acerco – ¿estás bien? – Me pregunto, tomando mis manos para ver mi rostro –tranquila, no llores ya estas a salvo –dijo con voz ronca, suave, me tomo de la barbilla y me hizo mirarlo, fue ahí cuando lo vi, era él, él me salvo, estaba asombrada; Y Por lo visto el también, los 2 seguíamos mirándonos –¡Tú! –dijimos los 2 al mismo tiempo con nuestro asombro.