El hobbit: Un amor inesperado (An unexpected love)

Capítulo seis

-Que te sucede Bilbo?- pensó el hobbit analizando la situación. Sin darse cuenta llego hasta sus compañeros quienes le miraron impacientes

-Taerin- susurro Thorin corriendo a su encuentro y le abrazo besando su frente

-La haz encontrado?- cuestiono Balin

-No- contesto- Hay tesoros por todas partes! Smaug ha estado tranquilo y pude buscar más libremente pero algo me dice que podría estar debajo de él- termino su mentira fingiendo verdadera preocupación

-En ese caso podemos ir contigo

-No! Digo... sería peligroso. Podría ser demasiado ruido y lo despertaríamos. Mejor no hay que arriesgarnos.

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Bilbo entro en la cámara sin anillo (pues ya no era necesario) mientras se acomodaba la camisa. Al entrar se sorprendió por no encontrar al dragón

-Buen día- escuchó la voz al pue de la escalinata- haz tardado un poco más el día de hoy

-He si... bueno- carraspeó

-Escudo de Roble no te dejaba ir?

-Que? He... amm... yo

-Noto como y donde te beso- susurro Smaug agachándose hasta que sus labios se rozaron y en su mirada se notaba la molestia (celos acaso?) – se cómo te toco- continuo posando su mano en la espalda del menor haciéndole sonrojar por completo- Ahora entiendo por qué le interesas... Eres demasiado tierno

-Ah... yo... ejem...- el hobbit no sabía que decir y desvió la mirada avergonzado

-Sabes? Los tesoros enanos tienen gran variedad- dijo soltándole y le dio la espalda caminando al fondo de la cámara.

Bilbo le siguió aun sonrojado y se maravilló al alcanzarle, pues una gran colección de armaduras, arcos, lanzas y espadas reposaban contrastando con la pared contraria donde infinidad de telas finas y muy preciosas parecían resplandecer a la luz de las antorchas. El dragón tomo un lienzo rojo con grabados naranjas y amarillos que parecían llamas y se envolvió todo el cuerpo

-Así mi desnudes ya no será tan incómoda para ti y podrás concentrarte solo en mi rostro- susurro con una amplia y juguetona sonrisa- quiero saber más de ti Bilbo...

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Por la noche Bilbo descansaba en brazos de Thorin pero estaba intranquilo, el que el enano le abrazara y besara tan posesivamente comenzaba a parecerle molesto y noto que aquel calor en su pecho ya no le abrumaba de la misma manera. En ese momento lo único que deseaba era seguir viendo a Smaug, maravillarse con sus pláticas, seguir asombrado por su inteligencia y habilidades, sentir que era importante, que alguien se preocupara por él y deseara conocerlo a fondo... Era algo que simplemente nunca había tenido con el enano con quien su relación realmente se basaba en lo físico, fue en ese momento cuando se cuestionó: Cuales era sus verdaderos sentimientos hacia Thorin? De verdad lo amaba? Y que era lo que comenzaba a sentir por el dragón? Era solo admiración, o había algo más?

Así fue que por la mañana una vez más descendió a las cámaras inferiores (jamás se imaginó que sería la última vez)

-Buen día Bilbo- le susurro Smaug esperándolo de nuevo al pie de la escalinata, a la cintura llevaba atado el mismo lienzo del día anterior

-Buenos días Smaug- susurro con una sonrisa pero se vio interrumpido al sentir los brazos del dragón a su alrededor envolviéndolo con fuerza