Epílogo

2K 150 61
                                    


En el interior de la montaña solitaria vivía tranquilamente Bilbo Bolsón, habían pasado ya cinco años desde que la compañía de Thorin Escudo de Roble había llegado a su puerta en Bolsón Cerrado y a decir verdad nunca imagino que su aventura terminaría de esta manera, pero tampoco imagino que sería así de feliz. En estos momentos nuestro querido hobbit se encontraba en su cocina.

(Antes de continuar algunos detalles que aclarar: Smaug resulto ser la pareja más cuidadosa, leal y complaciente, así que para comodidad de su amado Bilbo literalmente con sus garras tallo y excavo habitaciones espaciosas y hermosas que después recubrió con oro que el mismo fundió con su aliento de fuego. Tenían tres habitaciones, un armario, una bodega, el baño [que tenía agua corriente y todo] y una cocina comedor. Todas las habitaciones tenían hermosas puertas de madera talladas... Continuemos entonces con el relato)

Bilbo serbia el pescado que acababa de preparar en sus hermosos platos de oro (los favoritos de Smaug), entonces perdió el aire y se sentó con cuidado sobándose delicadamente la espalda

-No volveré a cargar a tus hijos- susurro con una sonrisa mientras escuchaba el chapoteo del agua en el baño y cerró los ojos respirando profundamente

-Papi!- grito un pequeño de cuatro años corriendo hacia el con el cabello aun mojado y a medio vestirse- Mira! Me están creciendo mis alas!

Bilbo le sonrió mirándolo con detalle, a decir verdad cuando nació su hijo era igual a un niño hobbit normal, pero con el paso de los años poco a poco empezó a mostrar sus raíces reptiles: tenia espesos rizos de color negro y sus ojos de pupilas alargadas eran azules como el cielo, tenía enormes pies de hobbit (al igual que la estatura) pero en lugar de la capa de pelo que los recubría tenia garras y escamas color beige, y ahora de su espaldita salían unas diminutas membranas del color de su piel

-Me alegro cariño- susurro acariciándole la cabeza

-Padre dice que serán enormes y muy fuertes como las suyas- dijo abrazando la barriga del hobbit- y dice que pronto me enseñara a asumir mi forma de dragón!

-Si, estoy contento por ti cariño... pero aun así tendrás que usar camisa- le dijo riendo

-AHHH por qué?

-Hazle caso a tu padre- dijo Smaug entrando, llevaba solo los pantalones y se secaba el cabello con un lienzo blanco- A mí a un principio casi me mata... quería arrancarme las alas- se rio besando la cabeza de su pareja y le entrego una camisa a su hijo quien se la puso de inmediato.

-Quiero un anillo así- susurro tomando la mano del hobbit- es bonito y padre tiene uno igual... yo también quiero uno- termino con un suave puchero

-Pronto encontraremos uno para ti, no seas impaciente Galadnaur*- dijo Smaug revolviendo sus cabellos húmedos

-Está bien- dijo sonriendo- Como esta mi hermana?- susurro pegando su oreja puntiaguda al vientre de Bilbo

-Hermana?

-Si... quiero una hermana

-Y como se llamaría?

-Amm... ya se! Uialnaur!**- susurro- verdad que es un nombre hermoso

-Mucho cariño, pero ahora es hora de comer

La familia comió en paz entre risas y al terminar Smaug y Galadnaur corrieron entre las montañas de oro jugando y buscando hermosos anillos, y se detenían cuando miraban una hermosa joya en particular. Bilbo sonreía al mirarles hasta que escucho paso en aquel pasadizo... un pasadizo que solo conocían pocos, así que decidió ir a investigar, pues solo lo conocían otros trece...

El hobbit: Un amor inesperado (An unexpected love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora