El hobbit: Un amor inesperado (An unexpected love)

Capítulo siete

Después de un breve descanso Bilbo despertó con una enorme sonrisa y trazo con sus dedos el contorno del pecho de su pareja quien se estremeció levemente y le abrazo con más fuerza

-Hola- susurro Smaug sonriéndole mientras acariciaba su rostro

-Hola- contesto el hobbit con un ligero sonrojo y una amplia sonrisa

Se besaron con ternura y cariño, y aquel abrazo cobro intensidad, Bilbo se colocó a horcadas sobre el más alto y lo abrazo por el cuello, Smaug tomaba su rostro con delicadeza correspondiendo el beso mientras se sentaba. Sus manos bajaron por la espalda del hobbit hasta llegar a sus glúteos que después masajeo mientras sus respiraciones se volvían erráticas

-Smaug- susurro el hobbit separándose cuando la falta de oxígeno era apremiante- Dime cuánto me amas...

-Más que a todo el oro de la tierra media- le contesto con una sonrisa y después susurro a su oído- Eres la criatura más hermosa que haya existido, el tesoro más valioso que jamás existirá y te cuidare y amare hasta el fin de todo y aun después. Daria todo lo que poseo e incluso mi vida por ti...

Bilbo se sonrojo y sus ojos se anegaron de lágrimas, entonces sonrió y beso al dragón volcando todo su amor y su ser en aquel beso. Sintió la erección de su amante contra sus glúteos y reprimió un gemido mientras bajaba su mano y tomaba aquel falo alineándolo en su entrada

-Despacio- le susurro el mayor posando sus manos con delicadeza en sus caderas y el hobbit se deslizo lentamente arqueando la espalda y mordiendo sus labios.

Se quedó un minuto quieto abrazado al cuello del mayor, hasta que se acostumbró y comenzó a trazar círculos con la cadera, devoro los labios de su amante mientras sus movimientos se volvían más seguros y fuertes, y sintió las manos de Smaug dándole impulso para llegar más profundamente

-Ahhh... Smaug- susurro jugando con sus rizos- ah... te amo

-Y yo a ti mi amor- le contesto con una sonrisa mientras masajeaba lentamente su erección

Pronto sus respiraciones eran sonoras y erráticas, sus cuerpos se perlaban con un fino sudor y sus pieles parecían fusionarse mientras se besaban apenas separándose lo necesario para respirar

-Agh Bilbo... ah!- gruño Smaug con fuerza antes de vaciar su semilla en las entrañas de su pareja

-Ah amor.... Si!- gimió contra sus labios antes de manchar el abdomen de ambos y se recargo en el pecho del dragón casi sin fuerzas. Se quedaron ambos así por un rato disfrutando de la calidez y aquel cómodo silencio hasta que el estómago del hobbit gruño

-Hahaha, debes tener mucha hambre- susurro acariciando sus cabellos

-no- murmuro sonrojado

-No mientas- le regaño y se puso de pie fácilmente cargándolo cual bebé.

Bilbo se sonrojo más y le abrazo con fuerza mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa, se sentía a gusto y a salvo, la esencia del dragón parecía estar impregnada en su piel para la eternidad y esa idea le encantaba. Unos minutos después se encontraban en la zona donde habían estado las telas finas y el hobbit se sorprendió al ver que ahora se erguía ahí una hermosa cama llena de cojines y tenía un dosel bastante elaborado.

-te gusta?

-Tú lo hiciste?- cuestiono sorprendido al ver que aquellas telas eran las que había admirado antes.

-Te dije que no planeaba dejarte ir- susurro el dragón besando su oreja- te traje también comida y algunas prendas aunque te quedaran grandes- termino señalando algunas cajas y barriles y una pequeña estufa- No lastime nadie... aborde a la barca en silencio y robe algunas cosas.