Daryl.

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Soltó el humo que mantenía en su garganta y sintió como su cuerpo se relajaba ligeramente. Era suerte tener a Sherry a su lado pues la mujer siempre llevaba una cajetilla de cigarros con ella, además de que se habian vuelto cercanas en el pequeño lapso de tiempo que han podido cruzar unas palabras.

Definitivamente aquella mujer emitia una pequeña aura materna hacia Ellie, y eso le fue agradando a la castaña. No podía negar que aveces se sentía mal al ver como estaba separada de Dwight, de como había decidido casarse con Negan para protegerlo a él.

Ahora mismo estaban de pie en aquellas escaleras, donde muchas veces fueron a fumar para hablar sobre cosas de sus vidas. Los cigarros siempre las acompañaban, y muchas veces Sherry reirá radiante al escuchar pequeñas historias de Ellie.

Eso alegraba a la de cabellos castaños.

—¿Por qué debemos vestirnos de esta forma?— preguntó Ellie, mirando como la mujer hacía una pequeña mueca en sus labios.

—Somos las esposas de Negan, eso quiere decir que debemos resaltar.— explicó, un poco enojada.— también odio este vestido.

Para Ellie era algo extremadamente raro, ver que aquellas mujeres se vestian de aquella forma para complacer a Negan. Y más raro era, darse cuenta que ella era la única que traia un vestido blanco mientras que las demás usaban negros.

No le gustaba esto, no queria seguir usando este tipo de ropa solo para Negan. Quería sentirse comoda, para poder luchar y moverse con libertad.

—Aún no me he enterado de algúna salida que tenga Negan y sus hombres.— agregó Ellie, recargando su cabeza en la pared del lugar.

—Demonios, no quiero que te vayas.— hizo reír a Ellie, sintiendo como aquellas palabras eran una simple broma.— ni siquiera puedo detenerte.

—Debo irme de este lugar, Sherry.— suspiro Ellie, terminando su cigarro y apagandolo.— necesitamos volver con nuestra gente.

Sabía que Ellie también se referia a Daryl, pero estaba preocupada. Negan se enteraria de su ausencia y querrá a toda costa recuperar a la chica, para también asesinar a Daryl.

Confiaba en ella, sabía que Ellie era fuerte y también inteligente pero estabamos hablando de los salvadores, ellos no tenían nada de piedad. No dudaba en que la chica trataría de todo para salir de aquel lugar, y tenemos que decir que Sherry también estaba cansada de todo.

—Necesitamos luchar.— susurro, mirando como Sherry agachaba un poco su mirada.

Y más que aquello no dijo, simplemente acarició su brazo para que no pensará tanto en las cosas. Ellie subió los escalones, dejando sola a la mujer pues debía empezar a planear todo lo que podía.

Era incomodo caminar en todos esos lugares con aquel vestido, marcaba demasiado sus curvas y dejaba al descubierto sus blanquecinas piernas. La mirada de los salvadores la devoraba, tenía entendido que Negan les dejó más que claro que nadie más que él podia tocarle.

Odiaba sentirse como un objeto, sentirse inutil y que le miraran con recelo solo por tener al idiota de Negan a su lado. Extrañaba demasiado a Daryl, sentía que eran extraños al ver que ni siquiera podían hablarse, si no solo mirarse de lejos.

Extrañaba sus besos, sus caricias y hasta extrañaba esa rasposa voz que escucho la mayor parte de sus días desde que el mundo se vino abajo. Rogaba para que Sherry pudiera conseguir la llave lo antes posible, solo quería salir de aquel lugar.

No iba a negar que estaba un poco agradecida al ver que Negan le cuidaba bien, pero su sangre hervia al ver como Daryl se encontraba dentro de este lugar.

How many walkers have you killed? (Daryl Dixon.) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora