Capítulo 10: Juegos de niños

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Charlotte solamente ríe mientras me mira, provocándome a que suba a buscar las llaves, yo la miro de reojos y luego observo a mí alrededor, fijando la mirada nuevamente a ella.

— ¿Las quieres? Ven a buscarlas Aron.

— ¿Cómo quieres que llegue desde aquí abajo hasta allá arriba?

—No sé, según me han dicho, está permitido todo para obtener lo que realmente quieres.

Eso fue una oración con doble sentido, 1; no sé si se refiere a que haga todo por obtener la llave y 2; tal vez se puede referir al amor. Aunque dudo mucho de que se refiera a la segunda opción.

—En mi defensa, a menos que tenga complejo de Superman o de hombre araña no puedo llegar hasta allá por las llaves.

—Entonces, algo tendrás que hacer si de verdad las quieres.

—Si quieres te puedo persuadir.

—Tal vez, me parece una buena idea, pero tendrás que hacerlo estilo medieval.

¿Es una broma? quiere que haga el intento de persuadirla al estilo medieval, más como una interpretación romántica, no soy bueno en eso, pero es muy tarde, haré el intento.

—Charlotte, estás en tu balcón, necesito por favor, las llaves de mi auto, para marcharme por el ancho cielo y poder descansar.

— ¡Noooooo! Así no Aron, saca las manos de los bolsillos y rima un poco más, se más romántico, libera tu pasión.

— ¿Y si alguien más que tú me ve haciéndolo?

—Aron, esto es una propiedad privada y somos las únicas personas aquí fuera, la ciudad está a 5 kilómetros de aquí. Nadie más que yo te está viendo.

—Bien, haré el intento...

Saco las manos de mis bolsillos y las dejo libre al aire, me siento en la capota del auto mirando al suelo de arena durante unos segundos de silencio bajo el cielo estrellado y dije en voz baja sin que Charlotte escuché:

— ¿...Enserio haré esto? —Respiro hondo y sólo dejo salir mi inspiración.

—Princesa mía, bella de mi corazón,
decir que eres hermosa, si para mi eres lo mejor,
Lo mejor que me ha pasado, en mi aburrida vida,
Si ha cerrado tu cariño, ya todas mis heridas...

...Bajo este cielo estrellado contengo la felicidad,
Con sólo verte en persona causas eso y mucho más,
Quiero 3 peticiones que me conceda mi princesa,
Para seguir mí rumbo y otro día venir a verla...

...Te lo pido por favor mi doncella de plata,
Luz: para que ilumine el camino esta noche,
Bendición: para cuidarme hasta llegar a mi casa,
Las llaves: para poder encender el coche.

Al terminar Charlotte se queda boca abierta. Yo con la cara avergonzada ya que nunca había hecho algo así o parecido. Estoy sudando, cansado y al mismo tiempo con frío, la noche se hace cada vez más larga, por otro lado, Charlotte sigue sentada sobre el balcón, mirando fijamente a mis ojos y con una cara sorprendida.

—Aron, ¡eso fue hermoso!

— ¿Lo crees?

—Claro que sí, deberías dedicarte a eso—Me dice con una sonrisa.

—Jajaja, no lo creo, nunca había hecho algo así.

—Me di cuenta, pero para ser la primera vez que lo haces lo hiciste bien.

Me quedo callado y desvío mi mirada nuevamente hacia el suelo de arena, de reojos la vuelvo a ver y le digo:

—Entonces ¿ya puedes darme las llaves?

La Belleza Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora