- ¿Estás segura de que ha ido todo bien?- le preguntó su hermano Louis, mientras cerraba la puerta de su habitación.
______ levantó la mirada.
- Pues claro. ¿Por qué no iba a haber ido bien?
Louis ladeó la cabeza y le clavó esos ojos azules que, a pesar de ser como los suyos, le parecían tan misteriosos e inescrutables.
- Porque te noto rara, hermanita.
Ella esbozó una media sonrisa y le dejó sentarse a su lado en la cama.
- Tonterías de las tuyas, Lou. Estoy perfectamente.
Él la achuchó, abrazándola contra él y suspiró:
- Supongo que sí. Tal vez es que no soporte que te lo hayas pasado tan bien sin mí. Con Harry...
_____ carraspeó, aunque al momento intentó disimular. Si él supiera...
- ...y con Annabeth- Louis volvió a suspirar- Dime, ¿te ha hablado ella de mí? ¿Me ha echado de menos en la acampada?
- Bueno... sí-mintió _____. No soportaba ver a su hermano cabizbajo.
Louis sonrió, a pesar de que sabía que ella mentía para no herir sus sentimientos. No añadió nada más.
- En fin... ¿vas a contarme todo lo que habéis hecho este finde? Ahí abajo con mamá no has dicho casi nada. Ya te digo, estás muy rara, aunque lo niegues.
Y tanto que estaba rara. Había estado preocupada desde esa mediodía, cuando habían vuelto en coche del pantano y Harry y ella habían mantenido una conversación nada tranquilizadora, ahora que ya estaban solos.
- Baby, me alegra de haberte hecho el amor...- se había ruborizado, algo que nunca solía pasar- de haber sido el primero...
- Yo también- ella había sonreído, como una tonta, aunque no sabía en qué estaba pensando.
- Pero el caso es que...- comentó distraídamente, como si no viniera al caso, mirando hacia la carretera- no usamos protección.
_____ abrió la boca. Tampoco se había acordado.
- Bueno, ¿y qué? Ya lo sé, pero es que tampoco íbamos a ir a comprar preservativos.
Harry la fulminó con la mirada.
- ¿Y no te preocupa?
Ella suspiró y miró hacia abajo, pensativa. No quería que le preocupase. Eso era todo. Había disfrutado tanto... que no podía soportar que eso le aguase la fiesta.
- No mucho, Harry. Supongo que no pasará nada, por ser la primera vez.
Él le cogió de la mano y se la acarició.
- No quiero que esto suponga una carga para los dos, _____. Para mí fue maravilloso. Pero somos muy jóvenes, y como alguien se enterara...
- Lo entiendo, Hazza. Y si te quedas algo más tranquilo, tomaré algún anticonceptivo, por si acaso.
Harry asintió. El brillo de sus ojos verdes atrapó a ______ y no pudo apartar su mirada de él en todo el camino. Su cuerpo le pedía entregarse a él de nuevo, porque lo deseaba en cuerpo y alma. Y esos pantalones ajustados y esa fina camisa tampoco ayudaban.
Cuando habían llegado, sin embargo, se había sentido vacía. Al despedirse, ella le había dicho:
- Te quiero.
Y él había sonreído, le había acariciado la mejilla, abrazado, pero no la había vuelto a besar.
- Yo también- pero como justificación había dicho después- Aunque creo que comprenderás que tenemos que seguir siendo amigos... ya sabes... por un tiempo. Nadie puede saber más de lo que ha pasado que Annabeth, si no será todo muy raro.
______ parecía haberse vuelto pequeñita, muy pequeñita, cuando había asentido y contestado:
- Claro.
Cuando el coche había arrancado, dejándola frente la puerta de su casa, Harry le había dicho adiós con la mano, como tantas otras veces. No le había lanzado un beso, susurrado un "te amo" o algo por el estilo. Nada especial. Le vio alejarse, con sus adictivos rulos ondeando al viento, sintiendo algo que podía definir como desilusión.
¿Pero en qué estaba pensando? Harry no podía amarla. No más que como a su mejor amiga. Había sido una tonta al creer que ella había significado más que un simple juego, más que un revolcón junto al pantano.
Lo peor es que, a pesar de todo, ella seguía esperando a que él volviera, para besarla de esa forma que la había dejado enamorada para siempre. Pero Harry no giró la cabeza ni un momento, y _____ se quedó allí, echándole de menos.
