- ¡Hey! - exclamó _____.
Harry pegó un respingo y puso los ojos en blanco. Le estaba esperando frente la puerta principal de su casa, con los brazos cruzados. Como siempre, iba guapísimo: con unos jeans grises y una camisa azul oscuro que resaltaba aún más sus ojos de aguamarina.
- ¡ Pero _____! ¿Qué narices haces aquí? Me has dado un susto de muerte. No te he visto salir por la puerta.
_____ sonrió y le dio un beso en la mejilla.
- Es que no he salido por ahí.
- Ah- el chico levantó una ceja- ¿pues por dónde entonces? ¿Por la chimenea?
- Déjate de bromas, Hazza. Sabes bien que no tenemos chimenea.
- Lo sé, pero ¿entonces?
- Bajé por el canalón. Salí a través de mi ventana.
Harry abrió la boca, sorprendido.
- ¿Por la ventana? ¡Pero cómo se te ocurre! ¡Podías haberte caído!
_____ le rodeó el cuello con los brazos, sensualmente, dedicándole su más dulce sonrisa.
- Oh, me halaga que te preocupes tanto por mí. Pero en verdad, no tenía otra opción, si es que querías verme.
- ¡Claro que quería verte!- Harry la miró de arriba a abajo sonriendo- Pero ¿por qué has salido por ahí? Me imagino la escenita, a lo "Romeo y Julieta", solo que al revés.
- Estaba encerrada. Castigada, más concretamente.
- Déjame adivinarlo- Harry suspiró- Louis.
- El mismo- ____ ladeó la cabeza- No veas como se cabreó porque pasé la noche en tu casa y no avisé, en parte por tu culpa. De a poco me llama puta. Y no sé cómo, pero sabe lo nuestro.
- Entonces no tiene por qué cabrearse si se lo imagina. Tienes 17 años, ____, ya no eres una niña de parvulario, tienes libertad para hacer lo que quieras.
Echaron a andar despacio por la calle que llevaba a la avenida principal. ____ se estremeció cuando la mano de su chico rozó la suya y sus dedos se entrelazaron en perfecta sincronía.
- Ese es exactamente el problema, Harry. Mi edad. Soy demasiado pequeña para todos, sobre todo para él.
- Me mataría si supiese que te he quitado la virginidad, ¿verdad?- Harry rodeó su cintura.
- Lo más seguro. Irías de aquí a la funeraria de un solo golpe- comentó ____, algo preocupada.
- ¿Y aún así te seguirás arriesgando, no es cierto?- le preguntó el chico, con un gesto sarcástico.
- Siempre lo hago, ¿no?
- Imaginaba que dirías eso.
- Me conoces demasiado bien, Hazza.
Harry asintió y le besó largamente en los labios.
- Además, me alegro de que hayas decidido eso. No pensaba quedarme sin hacerte el amor el resto de mi vida, princesa.
____ se sonrojó un poco y le miró.
- Ni yo tampoco.