Capitulo 22

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Aleksei no había llegado a dormir, lo supo al despertar y ver el lado que debería ocupar su ahora esposo estaba intacto a diferencia del de ella.

Acomodo la cama para después tomar un ducha, no quería pensar en dolor que le causaba el desplante de su esposo. Fue al Close, entre el monto de ropa colgada de diseñadores busco un vestido de verano color amarillo pálido, de ahí busco en el cajón del costado derecho del Close la ropa interior, elegido un conjunto de algodón de color blanco.

Cerró el Close y sin más, fue al cuarto de baño, el interior no podía ser más lujoso que un hotel, desde la paredes cubiertas de mármol de color verde pálido con espirales azules que iban y venían de un lado a otro sin rumbo alguno, el suelo tenía azulejos de un gris en diferentes tonalidades que estaba algo rasposo, había una enorme bañera con grifos color dorado, una cortina del mismo color que la pared, el retrete de color blanco conjunto con un lavamanos, por arriba un espejo cuadrado algo grande que abarcaba buena proporción de la pared.

Se quitó la ropa dejadola caer en el suelo, se metió a la bañera para después abrir el grifo de la regadera el agua tibia comenzó a caerle en el cuerpo uno minutos más comenzó a jabonarse el cuerpo y aplicar shampoo en su cabello.

Término de bañarse y salió de la tina, cogió una de las toallas que estaban en una pequeña repisa, se secó y visto, salió para poder peinarse.

Una vez lista, bien perfumada y con un hambre salió de su habitación para ir directo a la cocina, caminando por el pasillo pulcramente elegante con cuadros de paisajes y lámparas colgando de estilo clásico de la edad de oro, la alfombra beis cubría todo el suelo del pasillo hasta llegar a las escaleras, bajo con cuidado.

Su estómago gruño, su bebé se movió inquieto porque también tenía hambre, se acaricio el vientres.

— ¿Que quieres comer hoy? –le pregunto a su bebé– al parecer se nos antoja lo mismo. –río–

Una malteada de banana con fresa y un coctel de frutas pero de fresa, banana, kiwi y papaya con yogurt griego natural. La boca se le hacia agua de sólo imaginárselo.

Entro al comedor donde la mayoría estaba ya desayunado y peleando sobre algo.

— Yo dijo que se debe llamar Churrumay –hablo Sasha moviendo una pierna de pollo de un lado a otro con su mano derecha– porque está pequeño.

Tyler bufó y le lanzaba una papa frita a Sasha que sólo empezó a reír.

— Monito –Tyler parecía muy contentó con el nombre– porque es café y parece un mono.

— Me niego –se impuso Galen apuntando a todos con la cuchara– se llamara terminaitor porque esa mierdita me ha roto el borde de un pantalón.

¿De que estarían hablando? No entendía nada de lo que decían, tomo asiento a un costado de Mika que estaba de espectador como ella y sólo reía.

Mika con su descendencia francesa y latina era una belleza masculina andante, unos ojos verdes menta, cabello rizado que adornaban un hermoso rostro perfilado y una sonrisa matadora de bragas, tenía un tatuaje en el cuello el cual era un lobo aullando a la luna.

— ¿De que hablan? –le preguntón a Mika–

La sirvienta llego a su lado por lo que le pidió el antojo que tenía, Mika le dio una cucharada a su cereal de Neskwi.

— Le han encontrado un compañero a Darkness–soltó Mika– un Chihuahua que parece una máquina de matar.

— Oh.

Esos perritos era muy enojones y nerviosos, no le gustaban más con sus ojos saltones...

— ¿Dark ya lo vio?

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