Capitulo 4

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El sonido chillón de la alarma la despertó, gruñendo se levanto, no quería levantarse estaba soñando muy bonito hasta que la malvada alarma sonó arruinando su sueño.

Soñolienta entro al cuarto de baño, se lavó la cara y los dientes, después se despojó de su ropa y se metió a la bañera, abrió los grifos con forma de flor; el agua caliente comenzó a caerle al cuerpo, estiro la mano para que el bote de jabón corporal comenzara a filtrar jabón en su mano.

Adoraba ese jabón, miel y almendra, se lavó y después se puso el  shampoo.
Una ves limpia, salió envuelta en una toalla rosada, busco un vestido negro de manga hasta los codos y a las rodillas, sacó un conjunto de ropa interior y se dispuso a vestir.

Hortensia entro con su desayuno, un cóctel de frutas, fresas, kiwi, uvas verdes sin semilla ya que odiaba sacárselas, durazno, piña y por último cerezas, todo junto en un plato de vidrio hondo, con yogur natural y avena.

— gracias

Agarro el peine para comenzar a desenredarse el cabello, mientras hortensia acomodaba su cama.

— ¿cuándo vienen mis padres? –pregunto–

— no le se mi niña, tu madre no me dijo nada y sabes que tu padre no da explicaciones a ninguno del servicio.

No estaba sorprendida, sus padres estaban ocupada como para ponerle atención a ella.

Se hizo una cola mientras se veía los pequeños rasguños de la huida, esperaba no volver a toparse a esas personas jamás en su vida.

Pero algo le decía que volvería a ver a ese tal Aleksei, ya que estaba dispuesta a saber todo sobre su hermano costase lo que costase.

Iría al colegio a rehogare sus calificaciones, estando sola en su habitación investigo sobre los nuevos cursos de arte que habría en el colegio para verano, navego por el internet un buen rato hasta que se aburrió.

Apago su Mac, busco un bolso de su closet de bolsas y eligió uno, guardó su iPhone, su cartera y otra cosas un importancia, se puso unas zapatos bajitos y una ves lista salió de su habitación.

Las sirvientas iba de arriba abajo trabajado para mantener la casa limpia, decir casa se quedaba corto, más bien la mansión como la de toda familia adinerada.

Salió y fue al estacionamiento subterráneo de la casa donde estaban los coches de sus padres y los de ella, recordó que había dejado su Audi en la cabaña de su hermano Billy cuando fue secuestrada por esas personas.

Agarro la camioneta azul rey de su padre ya que no la usaba dudaba que se diera cuenta o le daría igual, metió su bolsa en el asiento del copiloto y subió al del piloto, arranco y salió de ahí.

No podía negar que estaba nerviosa y miedosa en todo el transcurso de la ida al colegio, era normal, después de ver que tipo de perdonas la habían secuestrado y manipulado la situación a su antojo.

Cuando supo que no la volverían a secuestras ya que ningún carro sumamente sospechoso la seguía se relajó hasta el punto de que aflojo su agarre en el volante de la camioneta.

Su iPhone sonó y contesto sin ganas.

— ¿en dónde diablos estas Maya? Marque a la ama de llaves y me dijo que saliste, ¿se puede saber a donde vas? 

— hola mamá –saludo como si ella lo hubiera hecho cosa que a su madre le irritaba– voy a colegio...

— bueno, espero que no estés mintiendo Maya... Tu padre levanto una denuncia sobre tu asalto, de ahora en adelante tendrás a dos guardaespaldas no queremos que un escándalo sobre ti salga sería horrible para el apellido Balfour.

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