Capítulo 19: Desgracia

7.7K 651 390
                                    

—¿Qué cosa? —preguntó Leo curioso.

—Sobre los semidioses que aún siguen vivos.

—Te escuchamos.

—Puede ser doloroso.

—Habla rápido, por favor —dijo su hermana impaciente.

—¿Saben por qué me odian los demás semidioses? ¿Por qué no quisieron unirse a mí? —todos en la sala negaron—. Porque ya se los había pedido, se los pedí primero antes de ir con ustedes, me dijeron cosas horribles, aunque claro, no había ido con Annabeth. Primero fui donde Thalia, me gritó y dijo que jamás se uniría a mí...

Ni loca me uno a ti, no cometeré el mismo error que el estúpido de Luke, no soy tonta, sé que jamás podrás tomar el Olimpo —el azabache había apretado los puños con ira.

¿Sabes una cosa? Ahora me arrepiento el no haber escuchado a Luke, él me pidió que me uniera a él, que me fuera con él para así juntos destruir al Olimpo, veo que yo sí fui un tonto al no haberlo escuchado.

Pues siempre has sido un tonto, ¿pensaste que no nos daríamos cuenta de que trataste de matar a mi hermano? Por favor, los dioses lo saben todo.

¿También saben que el Olimpo está condenado? Recuerda mis palabras Thalia Grace, el día en el que el Olimpo caiga, tu corazón será roto en mil pedazos por la persona que siempre amaste.

—Así que fui un estúpido al haber tratado de destruir el Olimpo —dijo Luke mirando a la nada, tenía las manos hechas puños—. Lo siento, necesito tomar un poco de aire —se levantó ante todas las miradas que le daban sus amigos.

—¿Luke? —Percy trató de detenerlo—. Aún no he terminado de contarles todo.

—Pero yo ya terminé de escuchar todo —salió.

Percy negó, sabía lo que se sentía enterarte que te traicionan, eso era lo que Luke sentía. Percy entendía que Thalia, Annabeth y Luke se habían prometido ser una familia, cuando niños, los tres odiaban a sus padres, pero ahora, Thalia los defendía, debió de ser un golpe duro para el rubio.

—¿Podrías continuar? —pidió Leo.

—De acuerdo. Luego de ir con Thalia se me ocurrió ir con Piper, sabía que ella me escucharía y no intentaría matarme a la primera, no me equivoque, o al menos, no del todo.

¿Vienes a tratar de matar a mi novio de nuevo?

Escucha, Piper, yo no intenté matarlo, me inculparon, pero por eso me vengaré y...

No me uniré nunca a ti —la de ojos caleidoscópicos lo cortó—. Ni, aunque me pagaras lo haría, trataste de matar a mi novio, jamás te perdonaré por eso.

¿Y Leo?

¿Qué con Leo?

También te importa, ¿verdad? —Piper asintió—. ¿Entonces por qué lo dejas de lado?

Porque tiene a Calipso —Percy rio amargamente.

Pero también te la llevas a ella, dejas que Lea pase horas en su taller trabajando solo, te llevas a todos los que están junto a Leo, ¿por qué?

¿Acaso te importa?

Más de lo que tú, sí.

Eso no te debe importar, lo que yo hago es simplemente para que Leo no sufra, para que no se encariñe con las personas y no sufra como lo hizo cuando perdió a su madre —esta vez, Percy estalló en carcajadas—. ¿De qué te ríes?

Hasta el bien se vuelve malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora