Mi bella Lucifer: ¿Amarte o dejarte?

Capítulo 3

ADVERTENCIA

No logro quitarme aquella frase de mi cabeza ni salir de mi asombro por semejante belleza.

Kwon Yuri resulta ser una mujer altamente atractiva por el simple hecho de ser un total misterio y tener una personalidad fría, pero por alguna razón también indica que es un peligro.

"Nos volveremos a ver, Jessica."

¿Qué quiso decir con eso?

¿Acaso está insinuando que quiere volver a verme?

¿Eso debería de alguna forma causar una especie de reacción emotiva en mí?

-De ninguna manera.

Sacudí mi cabeza desesperada de borrar estos pensamientos.

Me di la vuelta dispuesta a continuar mi camino, pero quede con la boca ligeramente abierta al encontrarme una amplia recepción, donde dos hermosas chicas me miran con algo de asombro en sus caras.

No sé por qué me miran de esa manera extraña, pareciese como si hubiese hecho algo que jamás hubieran visto.

-Este...

-¿Jessica Jung?

-Sí.- asentí.

-La señorita Goo la está esperando en su oficina.- me señala el pasillo que está a su lado derecho.- Este pasillo, hasta el fondo, es la única puerta.

-Muchas gracias, señorita.

-Llámame Sunny.- dice sonriendo ligeramente.

-Muchas gracias Sunny.- asiente.

Me despido de ella con una leve sonrisa y camino hacia la única puerta que se encuentra al final del pasillo.

Inhalo y exhalo lo más que puedo, para finalmente llamar a la puerta con dos suaves golpecitos.

-Adelante.

Me adentro a la oficina de gran espacio, donde una mujer de cabellera castaña oscura, mira con gran interés unos papeles.

-¿Jessica Jung?

Sus ojos se apartan de los papeles y me miran con una sonrisa en su rostro.

Puedo decir con total honestidad que la chica sentada frente a mí, no es tan grande de edad como me imagine que sería. Tal vez, uno o dos años mayor que yo, pero sin duda alguna es joven y guapa.

Asiento.

Yo no digo ni una sola palabra y no es precisamente por la belleza natural de la chica, sino por el hecho de que estoy algo nerviosa.

-Eres muchísimo más hermosa de lo que los Lee decían.

-Creo que está exagerando, señorita.

-¿Por qué iba a mentir?- me encojo de hombros.- Primera modelo modesta que conozco, la mayoría son vanidosas o egocéntricas.

-Sí, me ha tocado tratar con una de ellas.- ríe.

-Puedo ver que tú no eres como las demás, eres diferente.

-¿Diferente?

¿Por qué soy diferente?

Sólo porque no me gusta presumir de lo mucho que tengo o que no me considero la más bella del mundo, que a veces prefiero trasladarme en taxi o en el auto de mis mejores amigas antes que el mío, a pesar de que lo amo con mi vida por ser un hermoso BMW, que comparto un departamento en una zona tradicional, en vez de tener un lujoso departamento en una zona residencial.