—Jungkook, ¡basta! —exclamo furioso Jimin. El azabache no paraba de revolver el cabello ajeno y reírse como un pequeño niño. Amaba molestar a sus hyungs, siempre lo hacía.
—¡Ya cállense los dos! —Suga bufo y rodo los ojos. Se notaba claramente que además de irritado estaba celoso. Todos sabían que el frío y duro Min Yoongi, había caído bajo los encantos del tierno Park Jimin, pero este mismo era el único que no quería admitirlo.
—¿Pueden parar? Ni siquiera cuando tenemos visitas se comportan como personas normales —Taehyung expreso entre dientes mientras miraba de reojo a Seokjin, el cual se encontraba en su propio mundo, el mundo kim namjoon.
Si, el castaño no le había podido sacar la mirada al pelirosa desde que llegó, en verdad se estaba baboseando por el. Cualquiera lo notaría. Menos el mismo Kim Namjoon, quien hablaba con su novia por teléfono.
—Jonnie, ¿puedes ya cortar ese teléfono y poder pasar un buen tiempo de calidad con tus mejores amigos? —Hoseok suspiro molesto al no obtener respuesta y se levantó de su lugar, se acercó a namjoon y le quito el teléfono cortando la llamada.
—¡Oye! ¿Que demonios haces? —Namjoon se paró furioso y le arrebató el teléfono a Hoseok quien reía escandalosamente, contagiando a sus hyungs y a sus
dongsaengs.—Solo queriamos que nos prestaras atención, hace una hora que estamos esperando que termines de hablar con... “eso” —Suga hizo sus dedos como comillas e hizo una mueca. Jungkook y Jimin rieron entre dientes pero al recibir una mirada de enfado por parte de namjoon bajaron sus cabezas avergonzados.
—Ella es mi novia, les guste o no.
—Pero ella te engaña hyung —Taehyung protesto como bebé y pataleo.
—Siempre me dicen lo mismo, pero no tienen pruebas así que mejor no digan cosas estúpidas —Namjoon se levantó del sofá y se dirigió a la cocina.
Realmente estaba enojado con sus amigos. Ellos sabían cuanto amaba a su querida Yummy, una linda chica de un precioso cabello castaño y ojos almendra rasgados, hacia un año y medio que se encontraba en una relación con ella, la amaba más que a nada en el mundo, aunque ella últimamente comenzó a comportarse extraña y no dejaba que Namjoon la tocara, ni siquiera un abrazo. Habia pasado un mes de que no hacían el amor y el pelirosa realmente necesitaba aquello.
—Nammie... —el moreno se dió la vuelta y se sorprendió cuando era Jin el que lo había llamado por ese apodo. Bajo la cabeza sonrojado y torció su boca en una sonrisa.
—¿Que sucede Jin?
—Y-yo... quería saber si estabas bien, te ví muy enfadado —susurro lentamente mientras jugaba con sus manos.
Namjoon creyó que moriría allí mismo al ver al castaño tan indefenso. Se acercó lentamente a el y rio levemente. Alzó su mano y acarició suavemente el cabello ajeno. Seokjin soltó un suspiro y el moreno observó como cerraba los ojos disfrutando del contacto.
—No estoy enfadado, solo... solo me molesta que ellos digan cosas que no son porque aunque no parezca me lastiman —se toco el pecho y suspiro.
Seokjin bajo la mirada incómodo, no quería oír de la novia del moreno, no le interesaba en lo absoluto pero trato de mantener su compostura para no pasar vergüenza frente al chico lindo.
—Q-quizas... quizás deberías hablar c-con ellos, se supone que son tus amigos. Deben respetar tus decisiones —el castaño pronunció aquello con un nudo en la garganta, realmente no se sentía bien. De pronto se sintió nervioso y ansioso. Trato de respirar con normalidad sin que Namjoon se diera cuenta ya que no quería preocuparlo.
—Tienes razón, haré eso. Gracias Jin —revolvio el cabello ajeno y se retiró de la cocina.
Seokjin por fin pudo respirar tranquilamente mientras se apoyaba en la isla de la cocina. Cerro los ojos y comenzo a sentirse mejor.
Lo más adecuado era salir de allí sin que nadie lo viera. No quería permanecer más tiempo con aquellas personas, los quería pero... necesitaba alejarse de aquel moreno y lo mejor era hacerlo antes de que las cosas le afectarán más.
050617 | lula
namjin
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opportunity | namjin [editando]
Fanfiction❝NamJoon había dado muchas oportunidades en su vida, y ya estaba harto de eso. Todo el mundo le había fallado de igual manera. Pero al ver a aquel castaño de ojos grandes y brillantes, se preguntó: «¿por qué no?» Esta vez sería la última vez, sería...