7 años después.
— Joo-joonie... ah — SeokJin se removio excitado sobre la cama y sostuvo con más fuerza el cabello, ahora violeta, del moreno.
NamJoon siguió succionando la punta del miembro del mayor deleitandose con los dulces gemidos de su esposo. Le encantaba hacerlo sentir bien, le encantaba hacerlo gritar su nombre hasta que le doliera la garganta. Se enderezó un poco para observar su delicado y blanquecino cuerpo, aquel que lo hacía delirar cada segundo, cada minuto, cada momento desde que lo vio por primera vez.
Posó sus manos en la delgada cintura de SeokJin y comenzó a repartir suaves besitos por ese lugar, dejando mordiscos y un recorrido de saliva. Movió sus dedos dejando caricias a la vez que dirigía su boca nuevamente hacia el miembro del mayor. Sus gemidos y jadeos eran su melodía favorita, capaz de volverle la piel de gallina y llenarle el corazón. Lo amaba más que a su propia vida y no se arrepentia de aquello, porque había válido la pena, cada cosa que había hecho por el había válido la pena. Se sentía el idiota más afortunado del mundo, capaz de lograr cualquier cosa si lo tenía a su lado, si tenía a su SeokJin a su lado.
— Te amo NamJoon... — jadeo Jin y luego lo único que pudo escucharse en la habitación fue un gruñido ronco salir desde lo más profundo de su pecho, afirmando su liberación.
El moreno subió de nuevo hacia sus labios gruesos y cálidos, devorandolos y disfrutando de su esplendoroso tacto. El mayor lo sostuvo contra su cuerpo y enrollo sus largas piernas al rededor de NamJoon aprisionandolo lo más que podía, logrando una exquisita fricción entre sus dos miembros.
— SeokJin eres lo mejor que me ha pasado en la vida, gracias por hacerme el hombre más feliz del planeta, gracias por tomar mi corazón y juntarlo con el tuyo. Eres mi alma gemela capaz de llenar mi corazón de extremo cariño y calidez haciéndolo explotar en unos bellos fuegos artificiales. Juro que no soy amante de la religión ni de la iglesia pero sigo pensando que Dios te puso en mi camino, regalandome un bello ángel que logro mejorar mi miserable vida por completo — concluyó y junto sus labios con los esponjosos del mayor logrando atrapar una sonrisa del contrario en el intento.
De pronto sintió como el cuerpo de Jin se estremecía y su cabeza comenzaba a saltar. Se separó de el y observo como el mayor había comenzado a llorar sin previo aviso.
— Amor, ¿por qué lloras? — NamJoon pregunto totalmente preocupado y besos los párpados y mejillas de su marido eliminando cualquier rastro de lágrimas.
SeokJin respiro hondo y sorbio por la nariz antes de contestar.
— Por-porque eres... lo mejor que he tenido en la vida, además de la hermosa familia que hemos construido juntos. Nunca pensé que mi vida cambiaría de esta manera, pero sucedió y te lo debo todo a ti. Te amo con mis pensamientos, locuras, suspiros, te amo con todo lo que soy y creo que es lo mejor que he podido hacer.
Y así fundieron sus sentimientos con un beso cargado de ternura y sinceridad, uniéndose una vez y llevándose consigo sus agitados corazones.
°•*•°
— ¡Vamos niños, ya esta su desayuno! — vocifero Jin mientras daba vuelta un huevo frito en la sartén.
— Jinnie, cariño iré yo... ya sabes duermen como unos troncos — NamJoon dejo su taza de café en la mesa y subió las escaleras hacia la habitación de sus hijos.
“Como tú” Lo escucho susurrar y rió para sus adentros.
Llego hacia el final de las escaleras y comenzó a caminar por el pasillo. Se detuvo frente a una puerta rosa con un cartel colgado que decía “Hyo” y golpeó levemente, segundos después la voz de su pequeña sonó desde dentro.
— Pasa.
NamJoon abrió la puerta lentamente y observo como su hija terminaba de colocarse sus zapatitos de charol para luego acomodar con dedicación su falda de color celeste cielo.
— Cariño, ya está el desayuno.
— Lo sé papito, ¿podrías peinarme? Sabes que mis brazos son muy pequeños — expreso la pequeña frunciendo su labio en un adorable puchero.
— Claro bebé — NamJoon se posiciono detrás de su hija y tomo el cepillo entre sus manos pero al hacerlo bruscamente lo rompió.
— ¡Papá! Volviste a romper mi peine — exclamó la pequeña.
NamJoon no hizo más que encogerse y pedir unas avergonzadas disculpas.
Asi que sin cepillo comenzó a peinar el cabello castaño de su hija con los dedos haciendolo suavemente y con amor.
Luego de un momento termino y coloco perfume en su hermosa cabellera — ¡listo! — anuncio contento y beso la frente de su hija.
— ¡Gracias papito! — la pequeña lo abrazo fuertemente y salió corriendo de la habitación mientras sus zapatitos sonaban por las escaleras.
NamJoon negó con la cabeza sonriendo y antes de pararse oyó un grito por parte de Jin.
— ¡Jinsoung, MinJoon dejen de correr desnudos por la casa! Cuando los agarre ya verán — escucho como varios pasos repiqueteaban contra el pasillo de las habitaciones y salió justo a tiempo para atrapar a Jin entre sus brazos antes de que se cayera.
— Deja de preocuparte tanto cielo, son niños, dejalos que jueguen. Hoy entran tarde a clases, ¿o lo olvidaste? — sonrió enternecido y aproximo su rostro hacia el de Jin para darle un suave beso lleno de amor.
El mayor se separó un momento y sonrió también — Aish esos niños me sacarán canas verdes, pero los amo con todo mi corazón — rió y se colgó del cuello de NamJoon.
— Yo igual, son mi vida, igual que tú bebé — el de pelo violeta le dió un leve toque a la nariz del mayor y este se sonrojo.
— NamJoon...
— Cambiando de tema, ¿hoy tiene que ir a trabajar Señor Kim? — susurro coquetamente el menor mientras agarraba a Jin de la cintura apegandolo a él.
— No lo sé señor Kim, ¿que dice usted? — el pelirrosa sonrió y mordió su labio a la vez que se aproximaba más a NamJoon.
— Yo digo que se quede aquí y me de cariño — se detuvo cuando sus narices se tocaron y volvio a sonreír.
— Como usted diga jefe — el mayor volvió a reír más fuerte y se lanzó a sus labios, aquellos labios que lo volvían loco.
— ¿Quieres saber una cosa Jin?
— ¿Que cosa Nam?
— Sabes... eres lo mejor que me ha pasado, porque haber dado esa última oportunidad cambio mi vida por completo.
Finalizó para volver a besarlo y juntar sus frentes repitiendo miles de veces, “te amo”. Porque si, Jin había salvado a NamJoon y aunque a él le habían fallado miles de veces, haber dado esa última oportunidad fue lo mejor que pudo haber hecho en mucho tiempo.
FIN.
130717|lula
namjin
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opportunity | namjin [editando]
Fanfiction❝NamJoon había dado muchas oportunidades en su vida, y ya estaba harto de eso. Todo el mundo le había fallado de igual manera. Pero al ver a aquel castaño de ojos grandes y brillantes, se preguntó: «¿por qué no?» Esta vez sería la última vez, sería...