“Cálmate NamJoon solo es una cita, irás, tocaras su puerta y le entregaras las flores, le darás un lindo beso y todo arreglado.”
NamJoon sentía que se iba a desmayar en cualquier momento. La ansiedad y los nervios tomaron su cuerpo y no sabía cómo revertir eso para tranquilizarse al menos un poco. Coloco la mano en su pecho y rápidamente los latidos desbocados de su corazón hicieron presencia.
En verdad se estaba planteando la idea de mandar todo al demonio y darse la vuelta para irse, pero eso era totalmente de cobardes y por otra parte no quería dejar plantado a su bello castaño. Recordaba la voz del mayor emocionada e ilusionada al oír lo de la cita y sonrió inconscientemente. Si, debia ir a allí y actuar como el hombre que era.
Dió un suspiro pesado y comenzó a caminar lentamente hacia la puerta de roble que se interponia entre el y su adorable mayor. Las manos le sudaban y los pies se le trababan algunas veces. Esto no era tan difícil, estaba actuando como un verdadero idiota.
Solo unos cuantos pasos más y ya se encontraba frente a la entrada de esa casa azulada.
De pronto sintió unas tremendas ganas de vomitar y de tirarse al piso a llorar como todo un bebé. Esto de intentar ser un macho pecho peludo azotador no era cosa suya.
Respiro hondo varias veces, trono su cuello y acomodó su corbata negra. Luego procedió a formar su mano en un puño a la vez que la levantaba y sus nudillos impactaban suavemente sobre aquella superficie dura.
Movió sus pies frenéticamente esperando a que alguien le abra, y eso solo hacia que sus nervios aumentarán más y más conforme pasaban los segundos. Hasta que en un momento la puerta se abrio de repente dejando ver a el ser humano más hermoso o en su defecto un jodido ángel.
NamJoon abre los ojos de sobremanera y retiene un suspiro, examina detenidamente a su mayor y no puede creer que este adelante suyo dedicándole esa bella sonrisa que tanto le gusta.
Ahora trae su cabello de un color rosa oscuro, lleva una camisa blanca abierta un poco en el pecho y unos pantalones negros que se amoldan perfectamente a sus sensuales muslos.
Traga saliva y muerde su grueso labio inconscientemente, hasta puede jurar que comenzó a sudar.
— ¡Hola NamJoonie! — SeokJin sonríe aún más y se le hacen unas adorables arruguitas.
NamJoon retiene otro suspiro y si no cierra la boca pronto va a empezar a babear.
Intenta hablar pero no logra conectar sus neuronas. O las pocas que le quedan después de ver a tan bello espécimen.
Los defectos de ser jinsexual, señoras y señores.
Baja la mirada y comienza a jugar con sus manos tratando de no aplastar el ramo de flores entre sus manos, el era muy bruto y solía romper todo.
De pronto se siente pequeño e impotente bajo la mirada de SeokJin. No puede procesar que se este comportando de aquella manera.
El es Kim NamJoon, el hombre por el que todas y todos caen e incluso uno de los chicos más hermosos en Corea del sur. Según su propio criterio.
Era malditamente increíble que con solo sentir el aura que desprendia el ahora pelirrosa, su cuerpo y mente se desconectaran de todo y todos como si su único propósito fuera el precioso chico que estaba de pie enfrente suyo.
“Por favor NamJoon, deja de actuar como imbécil, di algo. SeokJin ya te esta mirando raro.”
Carraspeo un poco y sonrió mostrando sus hoyuelos compradores, al menos así se podía sentir un poco más seguro.
— H-hola... SeokJin h-hyung — tartamudeo. Alzó la mano con el ramo y se lo entrego.
El pelirrosa observo aquellas flores, las cuales cabe decir que eran sus favoritas, y un leve carmín hizo camino sobre sus regordetas mejillas. NamJoon había sido muy tierno con ese gesto.
— Gracias NamJoon, son preciosas — “como tu” quiso decir.
El menor se rasco la nuca y continuó. — No es nada, sabía que te iban a gustar.
SeokJin asintió feliz y se adentro de nuevo a la casa para dejar aquellas inmaculadas flores en un florero con agua. NamJoon lo siguio de cerca y quedó recostado sobre el marco de la entrada a la cocina. Se cruzó de brazos y observo como el mayor aspiraba de aquellas flores y sonreía por milesima vez y no le molestaba ya que amaba aquella sonrisa que poseia el dueño de sus suspiros.
Nam decidió tomar una oportunidad arriesgada. Se acercó lentamente al antiguo castaño y posó sus dos manos en las caderas de este. Seok dió un respingo y se tenso notoriamente.
“Maldicion, estaban tan cerca”
No sabe de donde saco aquella valentía pero no sé resistió a decir unas palabras roncas en el oido del mayor.
— Te ves muy bonito hoy Jin.
El mayor sintió como su cuerpo se derretia lentamente entre los brazos de NamJoon, además del fuerte escalofrío que lo recorrió de pies a cabeza luego de oir aquella deliciosa voz.
— Aunque bueno... — soltó una risa y apretó más su cuerpo contra el del contrario — todos los días eres hermoso.
El mayor cerró los ojos y disfruto del tacto que el menor iba dejando en su cuerpo comenzando por el fuerte agarre en su cintura y las leves cosquillas que le daban su nariz en el cuello.
Pronto sintió como unos alcolchaditos belfos se posaban sobre su piel dando pequeños besos, para pasar a los mordiscos y chupetones. Jin solto un gemido cuando el menor bajo una de sus manos hacia su erección masajeando levemente.
NamJoon sonrió socarronamente, el mayor ya estaba excitado y el haria lo posible por complacerlo.
— Mmm... creo que esa cita puede esperar.
030717 | lula
namjin
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opportunity | namjin [editando]
Fanfiction❝NamJoon había dado muchas oportunidades en su vida, y ya estaba harto de eso. Todo el mundo le había fallado de igual manera. Pero al ver a aquel castaño de ojos grandes y brillantes, se preguntó: «¿por qué no?» Esta vez sería la última vez, sería...