Tomó el miembro que se alzaba con orgullo frente a él entre sus grandes manos y después empezó un recorrido con su lengua desde el glande pasando por las venas salientes que cubrían la mayor parte de este mientras una de sus manos se encargaba de dar masajes en la base ocasionando que lloriqueos y bajos gemidos abandonen los labios de SeokJin.
A NamJoon se le erizaba la piel al escuchar cada corto suspiro que al mayor se le escapaba ante todas las acciones ejercidas por sobre su miembro y al ver como Jin cerraba los ojos al mismo tiempo que mordía sus labios sintió una corriente eléctrica recorrer su miembro.
Sin duda era una de las vistas más eróticas que a presenciado en toda su vida y que de seguro grabaría en su mente por siempre. SeokJin sin dudas era una obra de arte en todo su esplendor y NamJoon se sentía realmente afortunado por tener el privilegio de verlo desnudo frente a sus ojos. Todo de el era perfecto y eso es lo que lo hacía amarlo más.
Mientras con una mano le daba placer al miembro del mayor decidió acariciar sus testículos con la otra. Le daría todo el placer que se merecía.
Subió de nuevo hasta el glande y trato de meterse todo lo que pudo pero realmente el miembro del mayor era bastante grueso. Luego de eso comenzó a subir y bajar su cabeza con rapidez, apretando las mejillas y chupando mientras sentía como el pelirrosa lo tomaba de los cabellos fuertemente.
— Namie, m-mas rápido — el mayor logro decir entre jadeos entrecortados.
NamJoon obedecio a Seok y aceleró sus movimientos hasta que sintió como el miembro de este creciera dentro de tu cavidad bucal y el semen cálido se escurria dentro de su boca, un gemido realmente alto por parte del mayor confirmo que se había corrido.
El moreno tragó todo lo que pudo y se relamio sus gruesos labios observando fijamente a Jin.
— Sabes realmente hyung — se mordió el labio y noto como un fuerte sonrojo atacaban las mejillas del mayor.
— Callate tonto — susurró avergonzado.
NamJoon sonrió y se lanzó nuevamente a los apetecibles labios del contrario deleitandose con la suavidad de estos. Penso que realmente no se cansaria nunca de aquello. Sinceramente empezaba a considerar que los belfos del mayor serían su lugar favorito en el mundo. NamJoon se separó un momento y observo detenidamente al mayor, memorizando sus ojos marrones y rasgados, tan bellos que con solo eso podían enamorar a tu alma, su delicada nariz la cual encajaba perfectamente con su rostro, sus gruesos labios, tan adictivos y rosados.
— Eres tan bello, príncipe — el moreno sonrió dejando a la vista sus adorables hoyuelos mientras acariciaba lentamente el contorno facial del pelirrosa.
Jin sonrió enternecido y le dió un pico a Namjoon. Los dos se volvieron a besar y supieron que había llegado el momento.
— Jin, ¿estás seguro de que quieres seguir? — el moreno seguia dando pequeñas caricias al mayor mientras este se removia nervioso.
Solto un suspiro tembloroso y luego más decidido, contesto. — NamJoon si es contigo, lo quiero todo.
Y eso era todo lo que necesitaba escuchar. Tomo las dos manos del mayor y las coloco sobre su propio torso aferrando sus manos como si no quisiera soltarlas nunca.
— Hyung, tocame, desnudame, haz lo que quieras conmigo. Estoy a tus pies.
SeokJin lo observo con los labios entreabiertos y las pupilas más dilatadas que antes. Asintió lentamente y en un ágil movimiento termino sentado a horcajadas encima de NamJoon el cual lo tomo de las caderas fuertemente para mantenerlo en su lugar. Jin se movió hacia adelante y comenzó a pasar uno de sus dedos desde el cuello del moreno hasta el pecho siguiendo la línea de botones de su camisa. Con la otra mano fue recorriendo sus brazos y como una lenta tortura para el menor fue sacandole las mangas del saco de vestir negro. NamJoon se incorporo un poco y la tela abandono su cuerpo para después volar en el aire y caer por ahí. El mayor poso sus dedos en los botones nuevamente y los fue abriendo de uno en uno, dejando ver el pecho bien formado del moreno. Una vez que termino de abrir su camisa se inclinó un poco más y comenzó a besar los abdominales del menor, lentas y tortuosas caricias que lo volvían loco.
Sentir los cálidos labios de SeokJin sobre su piel era una sensación más allá del delirio, simplemente se sentía en una nube de la cual no quería abandonar por nada del mundo.
Salio de sus hermosos pensamientos al sentir como las manos de SeokJin ahora se ocupaban de bajar sus pantalones y se le estaba dificultando bastante para ser exactos. Así que se volvió a enderezar y quedó sentado a solo unos escasos centímetros del rostro del mayor. Los dos se miraron por enésima vez a los ojos y SeokJin bajo la mirada totalmente sonrojado. Su pelo revuelto, sus labios hinchados, su piel blanca al descubierto y su intenso color carmín en las mejillas lo volvian un ser totalmente sensual.
Cuando el mayor de ambos termino de bajar los pantalones del moreno procedió a retirar de igual manera el bóxer negro que traía puesto, tanteando un poco un poco el borde de estos con sus manos, acción que ocasionaba cierta desesperación en NamJoon.
De forma algo insegura tiró de estos dejando así al descubierto el grueso miembro del moreno, el cual soltó un corto jadeo al sentir el frío aire chocar contra este.
Por una parte Jin se sentía nervioso al no saber qué hacer exactamente, pero sin darse cuenta su cuerpo ya estaba actuando por él.
Se inclinó hacia adelante con una de sus manos apoyadas en el abdomen bien trabajado de NamJoon mientras la otra se encargaba de estimular el miembro del menor, hasta que decidió por fin introducir este en su estrecha entrada.
Ambos soltaron un gemido bastante fuerte. NamJoon al sentir como las paredes de Jin se amoldaban perfecto alrededor de su miembro presionándolo de una forma exquisita y Jin al sentir algo de dolor al percibir como su entrada era expandida. Por suerte el líquido pre-seminal que resbalaba por el miembro del moreno había facilitado la tarea de entrar por completo.
—Muévete— Jin habló rompiendo el silencio en aquella habitación.
NamJoon impulsó su pelvis hacia arriba sin apartar sus manos de las caderas de Seok que mantenía ambas manos apoyadas sobre su pecho mientras cerraba sus ojos y tiraba su cabeza hacia atrás al sentir cada una de las lentas y profundas embestidas que el moreno proporcionaba contra él.
En toda la habitación se escuchaban el sonido de piel chocando contra piel incluyendo gemidos, suspiros y gruñidos por parte de ambos.
— ¡Ahhh NamJoon! — el moreno dió justo en su próstata llevándolo al límite.
NamJoon dió unos cuantos golpes más contra ese punto dulce de placer y sintió como las paredes de SeokJin se apretaban en torno a su miembro. Supo que estaba cerca.
Asi que con las pocas fuerzas que le quedaban se dió la vuelta dejando a Jin debajo de su sudoroso cuerpo, arremetiendo una vez más, y llegando a su límite mientras el mayor rasguñaba su espalda y soltaba un gemido tan alto que pensó que se había desgarrado la garganta. Entonces, los dos llegaron al orgasmo a la vez, mientras NamJoon caía sobre el mayor totalmente agotado.
El menor comenzó a salir lentamente y el semen se escurrio entre las piernas del pelirrosa cayendo hacia las sábanas.
Los dos realmente estaban agotados, el orgasmo arrasador los dejo sin habla.
Así que NamJoon solo recostó la cabeza en el estómago de SeokJin abrazandolo por la cintura lo más fuerte que pudo mientras el mayor le acariciaba lentamente el cabello sonriendo radiante como nunca lo había hecho. Se sentía liberado, feliz, lleno de vida. SeokJin le daba ganas de vivir, era su incentivo, la razón por la cual podía ser la persona más feliz del universo. Solo el podía hacerlo sentir de aquella manera, solo el podía tener su corazón.
Y así emocionado y con el sentimiento de amor a flor de piel llenandole el alma, logro decir unas palabras llenas de verdad antes de caer rendido en los brazos acogedores de Morfeo.
— Te amo SeokJin.
120717 | lula & ari
namjinGracias a NAMLOVESJIN
por ayudarme con el smut y practicamente la mitad del capítulo, te lo agradezco de todo corazón, te adoro demasiado ♡
ESTÁS LEYENDO
opportunity | namjin [editando]
Fanfiction❝NamJoon había dado muchas oportunidades en su vida, y ya estaba harto de eso. Todo el mundo le había fallado de igual manera. Pero al ver a aquel castaño de ojos grandes y brillantes, se preguntó: «¿por qué no?» Esta vez sería la última vez, sería...