Archer •6•

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Nunca había visto a Eleanor así. No tenía nada diferente en la cara, pero su poder destellaba más que nunca.

-Hola.-Dije cuando estábamos saliendo de la clase de pociones.- ¿Entrenaremos hoy?
-Claro!-Dijo animada.- Al fin estoy aprendiendo algo de magia! Y todo gracias a ti.-Sus ojos brillaban. Me encantaba ese brillo.

Traté de estar todo el tiempo con Eleanor. Creo que el plan estaba funcionando, se veía más abierta, decía chistes ETC
Pero la verdad me daba lástima que esto fuera temporal, porque mientras ella más confiaba en mi, más se acercaba a su muerte.

-Ok. Ya sé cómo se hace.-Dijo Eleanor con una sonrisa.
-Bien... entonces hazlo de una vez.-Dije. Intenté concentrarme lo suficiente para dejar ir un poco de su poder.

De las manos de Eleanor brotó un fuego, tan bello como su cabello.

-La verdad siempre me había preguntado.-Eleanor hizo una pausa.-Si yo ya sé cómo hacer estos hechizos, ¿Entonces por qué no los podía hacer antes?-Me quedé petrificado. Nunca pensé que ella preguntaría eso, pensé que la emoción haría que lo pasara por alto.
-Seguramente porque ves algo que te gusta.-le guiñé el ojo. Yo sabía perfectamente que si intentaba ser pícaro ella se olvidaría del tema y diría algo sarcástico.
-Ja! Eres tan guapo como un hydros.
-¿Hydros?
-Si. Son unas criaturas horrendas. Su cara es deforme, su pelo enmarañado, además de ser excesivamente grandes y tontos.
-Aunque esa comparación de mí y un Hydros me ofende, debo preguntar ¿De donde sabes eso?
-De la clase de historia mística. ¿Como es que no lo sabías? ¡Esa fue una de las preguntas del examen!
-Oh si... ese examen. Yo lo reprobé.-Eleanor puso cara de sorpresa fingida
-Ohh! El gran y talentoso Archer reprobó un examen!-Exclamó Eleanor.
-Ah por favor. No me digas que nunca reprobaste un examen.
-Bueno si...-Eleanor entrecerró los ojos.-Pero eso no viene al caso. Tú eres Archer Hidden, no puedes reprobar
-¿Quien dice que no? Soy un mago común y corriente. Puedo reprobar, tengo ese derecho, igual que tú.
-cierto, cierto. No puedo discutirlo. Pero vamos. Que repruebes es muy raro.
-Creo que piensas muy mal sobre. Ni siquiera me conoces por Dios
-No, no lo hago. Pero eres un libro abierto.
-Oh, ¿Enserio? Dime algo que sepas de mí con solo mirarme.-Le dedique una pequeña sonrisa que no mostraba los dientes
-Está bien; Eres un rompecorazones, arrogante, te sientes superior, popular, todas las chicas te aman y te encanta ser el centro de atención ¿Me equivoco?
-Que siempre sea el centro de atención Eleanor, no significa que me guste, y, creo que tú imagen sobre mi está fuera de contexto.
-Oh, ¿Lo está?
-Si, lo está. Solo creo que si te dieras el tiempo de conocerme sabrías que lo que dijiste fue erróneo.
-No lo creo.
-Hey, pero tú no te libras de esto ¿Eh? Hay mucho de qué pensar en ti...
-¿Enserio?
-Si. Pero ahora no lo diré

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