Libera a la bestia © (Subiéndola de nuevo por tiempo limitado)

CAPITULO 10

Nos dirigimos a casa de Luh para buscarlo. Nos topamos con la puerta cerrada y la abrimos introduciéndonos en el hogar.

─ ¿¡Luh!? - Alzo la voz.

─ Parece no haber nadie. - Apunta Rita.

Bajamos, nuevamente, al sótano comenzando a buscar entre papeles. Veo los registros de las propiedades en el bosque que no figuran en los mapas.

Nos alejamos de allí encaminándonos hasta el lugar. Seguimos sorprendidos al no encontrar nada. Buscando alguna pista damos con un portal dimensional por el cual atravesamos.

─ Parece una cárcel. - Comenta Rita.

─ Si, por lo que veo, bien equipada... ─ Señalo una zona preparada para entrenar.

Caminamos, investigando el lugar, encontrándonos experimentos con lobos. Aproximándonos a las jaulas, podemos observar, que todas son de las mismas características.

Algunos experimentos siguen con vida y se abalanzan sobre las puertas queriendo agarrar nuestros brazos. Tienen las miradas perdidas.

Llegando al final, observamos como uno de ellos está sentado, mirándonos, parece ser más tranquilo que el resto.

Nos agachamos para así quedar a su altura, con la precaución de no llegar a tocar la puerta de su jaula. Ambas prestamos atención.

─ ¿Venís a quitarme la vida? - Pregunta con su oscura mirada.

─ No... ─ Sorprendida, miro a mi amiga.

─ ¿Qué queréis? - sin perder la vista en nuestros movimientos.

─ Queremos respuestas. - Suelta Rita fijándole la mirada.

─ ¿Quiénes son los responsables de todo esto? - Le digo fijamente.

─ Hace llamarse "LH" - Responde confuso.

─ ¿LH? - Tuerce la mueca Rita en señal de sorpresa.

─ ¿Sabes algo del experimento "Proyecto Inmortal"? - Comienza mi amiga a inquietarse.

─ Se aproxima alguien, ¡Fuera! - Grita el ser dentro de la jaula levantándose.

Observando la puerta, confiando en él, procedemos a escondernos tras un muro de carga. La puerta, lentamente, empieza a abrirse.

─ ¿Lo reconoces? - Murmura Rita.

─Shh... ─ Acallándola.

Oímos la apertura de una de las jaulas y como se introduce en ella. Unos murmullos llegan hasta nosotras y de repente un sonido seco retumba en la habitación.

─ Muerto el perro se acabó la rabia. - Alguien ríe estruendosamente.

─ ¿Lo oíste? ¡Lo ha matado! - Susurra Rita abriendo mucho los ojos.

Me apresuro a taparle la boca, suplico que no la haya escuchado. Cerramos los ojos fuertemente e intentamos controlar ambas la respiración.

Escuchamos, nuevamente, abrirse otra jaula. Se repite una vez más el sonido anterior. Mirándonos alarmadas pareciera no acabar nunca.

Levantándose mi amiga de golpe, se decide a enfrentarlo. La sujeto por el brazo fuertemente, tirando de ella, obligándola a esconderse. Nuestros corazones laten rápidamente.

La persona pareciera no percatarse de nada. Prosigue repitiendo sin cesar sus actos. Por fin acaba saliendo de aquel lugar y el silencio procede a inundar la habitación.

Salimos rápidamente de nuestro escondite aproximándonos hasta la jaula. El ser enjaulado está apoyado en la fría puerta

─ Fuera de aquí... las dos... o correréis la misma suerte si decidís quedaros... Volverá... Siempre vuelve... - Suspira abatido.

─ Pero seguimos necesitando respuestas... ─ Lo miro algo confundida.

─Volveremos... ─ Rita tira de mí.

Salimos de aquel lugar por el portal, alejándonos de allí rápidamente, para así no ser vistas. Vamos en busca de Clow para contarle lo ocurrido.