CAPITULO 5

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Insistiendo, exploro una nueva ruta señalada en el mapa. Solo reina la vegetación y frondosos árboles. Cautivada ante semejante paisaje me tropiezo torpemente y caigo al suelo constantemente.

Me volteo observando como una de mis manos se hunde al apoyarme en una piedra. Parece que he accionado algún tipo de mecanismo que abre un pasadizo secreto. Se dispersa la tierra que se haya encima dando paso a unas largas escaleras que se pierden en la oscuridad.

Comenzando a bajar, encendiendo, mediante un hechizo, un haz de luz. Parecieran interminables las escaleras. Un fuerte olor emana de las profundidades, produciéndome unas horribles ganas de vomitar.

Llego al final de las escaleras para encontrar un lugar donde abundan agujas, camas metálicas, tarros de cristal con líquidos de varios colores, pareciera un hospital. Sangre en las paredes, abundan las heces esparcidas por el suelo. A mis oídos llegan quejidos que retumban por toda aquella espeluznante visión.

─ ¿Hola? ¿Hay alguien? – Mantengo los ojos bien abiertos.

─Tengo que matar a la bruja… ─ Se escucha murmurar.

Ante mí veo lo que pareciera ser una nueva especie de hombre lobo. Asombrada ante tal existencia me aproximo para mejorar mi percepción. Cubierto de sangre, diviso un ser de torso hasta la cabeza de hombre y la parte inferior consta de patas y cola de lobo. Veo confusión en sus ojos.

Prisionera del miedo causado, corro para escapar ante semejante experimento. Lo han forjado al detalle saliendo una criatura nefasta. Antes de poder respirar aire del exterior soy alcanzada y ruedo escaleras abajo, quedando nuevamente donde empecé.

Abalanzándose sobre mí, apreciando unos colmillos desgastados, paralizada ante aquella bestia. Aquellos ojos confundidos están observándome, aproximándose, llega hasta mí un olor que me resulta familiar, la gran bestia llega hasta situar su cabeza frente a la mía.

Coloco mis manos sobre él, lanzando un conjuro para acabar empotrándolo en la pared. Deslizándose lentamente es abatido frente a mí. Aproximándome, abre sus ojos, alzo mi mano para estrangularlo y hacerle perder la consciencia.

Poso mi mano sobre su pecho. Me aseguro de llevar sangre de la gran bestia. Asombrada salgo al exterior con el fin de respirar algo de aire puro.

Invoco una fuente de luz para atraer a Clow. Llega hasta a mí acompañado de su clan. Le explico lo sucedido y accionando la misma piedra, vuelve nuevamente a abrirse al pasadizo.

Extraemos a la semejante bestia, quedando descubierta ante la luz del sol. Para nuestro asombro, la bestia se desvanece por completo. Quedamos perplejos ante lo ocurrido.

─ ¡Peinar la zona, encontrar a semejante responsable! – Grita Clow furioso.

─ Jamás vi algo similar. – Le confieso aturdida.

No nos explicamos lo sucedido. Caminamos hasta el bosque prohibido buscando respuestas, con la bestia tras la puerta de plata, sobre lo que acabábamos de contemplar.

─ ¡Maldita sea, recuerda! – Grita Clow a la gran bestia, su líder.

─ ¡No puedo recordar! – Gruñendo fuertemente, grabando sus ojos en nuestras mentes.

Abatidos, regresamos a los terrenos del Clan Luna Caída. Recayendo nuevamente cientos de miradas sobre mí. Acusándome sobre lo ocurrido horas antes.

El clan crea un gran círculo a mí alrededor. Transformándose en bestias ante mi persona, para así intimidarme con sus gruñidos. Recorriendo con la mirada a cada uno de ellos me digo lo fácil que sería acabar con todos ellos.

Un fuerte gruñido se hace eco en las tierras. La gran bestia acalla a todos imponiéndose. Estos se dispersan ante mí caminando dentro del lugar.

No me atrevo a volver a mirarlos pues podría arrancarles las cabezas exigiendo respeto. Pero aún siento sus miles de miradas posadas en mí a cada paso que doy.

Libera a la bestia © (Subiéndola de nuevo por tiempo limitado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora