CAPITULO 2

3K 144 8
                                    

Camino hasta localizar una cabaña abandonada, alejada del pueblo, algo me atrae hasta el lugar. Solo atisbo a escuchar los angustiosos aullidos de una bestia. Las personas que allí vivían han desaparecido.

Todo está cubierto por una fina capa de polvo. Paso mi mano por aquello que alcanzo. Las imágenes comienzan a aparecer en mi cabeza. La cabaña pertenecía a Eirena.

Diviso un pasadizo situado bajo mis pies, esta hechizado, varias gotas de mi sangre comienzan a manchar el sello de mis antepasados. Cada vez estoy más cerca de desvelar lo que aquí se esconde.

Invoco una fuerte luz haciendo desaparecer la oscuridad reinante. Asombrada, observo libros antiguos, cartas, incluso algún atuendo.

Un gran poder me atrae hacia un libro cubierto por el paso del tiempo. Lo reconozco, es el gran libro de las brujas. Deslizo suavemente la mano por encima de este abriéndose por completo. Mostrándome grandes secretos que jamás han sido desvelados.

De este se desprende un pedazo de papel deteriorado que cae bajo mis pies. En él se habla de un aliado, el cual ayudo a Eirena, atrapando al fin a la bestia.

Inspecciono todo lo que encuentro. Localizo un mapa del lugar, incluso hay uno del bosque prohibido. En él, se hallan marcadas varias rutas. Empiezo por despejar la mesa que está situada en el centro.

Una luz roja comienza a inundar la sala. Me acerco observando que es un libro que lleva por título “La historia de la bestia”. Sentada en este ruinoso lugar comienzo a leer. Se habla de tiempos remotos, de la existencia de una bestia, de cómo fue capturada, quien era y el por qué llego a este lugar…

Salgo de la cabaña al oír que los aullidos son cada vez más fuertes. La sensación de estar lastimándolo hace hueco en mí. Posiciono mis manos en la plata de la puerta. Visualizo, gracias a mi poder, a la bestia detrás de ella y como rasga con sus largas uñas la puerta para intentar salir.

Me pierdo en sus negros ojos, mostrándome ante él sin ningún temor. Los aullidos cesan para así dar paso a unos fuertes gruñidos. Es el instante en el que localizo el sello, mis manos llegan hasta él, confirmando la falsa imitación.

Una voz varonil retumba en mis oídos “Libérame”. Los ojos de la bestia vuelven a aparecen ante mí y diviso unas cadenas amarradas en su gran cuerpo que está cubierto de sangre.

Una luz comienza a aparecer cerca de la puerta, me acerco para observarla mejor, observando el paso de un pequeño portal. Diviso un grupo de pequeños animales muertos, que, por algún tipo de hechizo, se elevan y pasan a través del portal para así alimentar a la bestia.

Posicionándome ante la gran puerta, vuelvo a intentar romper el hechizo, fracasando nuevamente. La gran bestia, desalentada por mis fallidos intentos de liberarla, opta por alejarse de allí.

Es turno de seguir una de las rutas marcadas en el mapa. Quizás descubra como liberar a la bestia. Me abro paso entre la maleza, topándome con un niño.

─ ¿Qué haces aquí pequeño? –Agachándome para así quedar a su altura.

─ Busco a mi hermana, ¿Y tú qué haces aquí? El bosque es peligroso. – Sin apartar la vista de mis ojos.

Ambos nos disponemos buscar a su hermana perdida.

Libera a la bestia © (Subiéndola de nuevo por tiempo limitado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora