Epilogo

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Isabelle llegó a su casa y se encerró en su cuarto, en donde podía desahogarse. Entró a una fantasía que no quería salir, en donde ella era feliz estando sola, cuidándose, aceptándose a si misma. Eso era la lo que ella necesitaba; un tiempo para ella y disfrutar. Nada de chicos, solo era ella contra el mundo. Tenía que superarse y mejorar sus notas para entrar a la universidad y ella lo sabía. Solo debía dedicarse a ella; a Isabelle Blake.

—Isabelle, hija, hay un chico en la sala. Está desesperado y quiere hablar contigo con urgencia.—su madre se asomó por el umbral de la puerta y sigilosamente, desapareció.

Ya Isabelle tenía idea de quién se encontraba abajo esperándola; era nada más que Cale.

Se levantó de su cama, apagó su celular y lo colocó en la mesa de noche. Se miró por el espejo para verse a sí misma y decir unas palabras: «No necesitas un chico para ser feliz, Isa. Acéptate como eres, disfruta tu soltería. Sé Isabelle Blake, una chica líder, inteligente y firme. »

Con esas hermosas palabras, guiñó un ojo y salió de su habitación. Bajó las escaleras y entró en la sala para encontrarse a nadie más que a Cale, quien estaba de pies, en espera de ella.

Estaba desesperado, si. —Isabelle...—comenzó a decir, pero fue interrumpido por ella.

—Cale, te tengo que cortar ahí. Yo simplemente quiero estar feliz, no quiero depender de ti o de nadie. Quiero tomar tiempo para conocerme, aceptarme y disfrutar. No quiero saber nada del amor, Cale. He sufrido bastante durante los pasado meses y ya no más. —con orgullo y valentía, ella se sentía halagada por si misma. Esas palabras eran el aliento que necesitaba. ¡Ya no más!

Cale, por otro lado, estaba muy, pero muy mal. Algo dentro de él le decía que el ya se lo esperaba, que todo lo que iba a hacer o decirle a ella no la iba a hacer cambiar de opinión. Él no podía obligarla a entrar en una relación con el. Ella es y será libre y el tiempo decidirá para ambos. Dos almas que se encontrarán en un futuro para conectarse de nuevo. Y quizás, tener algo más que un amistad.

—Entiendo, Isabelle Blake. —y con eso, Cale le sonríe y salió de la habitación. Mientras el caminaba por el patio para llegar a su auto, Isabelle se asomó por la ventana para verlo.

—Hasta luego, Cale. —como si fuese por arte de magia, Cale se viró y dio un último vistazo a la casa y entró a su auto.

Amor Equivocado #2 [COMPLETADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora