Soy Cristiana

XVII.

Bendiciones para todos.

Quisiera iniciar este capítulo haciendo mención en que tengo más de 1 año sin publicar, por lo que realmente tengo mucho que decirles. Dios hizo muchas cosas en mi vida durante todo este tiempo y quiero, así como siempre he hecho, darles esas palabras que ministraron mi vida con el fin de que sean de bendición para ustedes también.

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Quisiera empezar contandoles un testimonio.

Hace unos días, estaba en el laboratorio de Química en la universidad tomando una clase. Estábamos hablando de compuestos quimicos que usamos normalmente para la limpieza en la cocina que son muy peligrosos para la salud. Uno de los mencionados fue el desgrasante de estufa. Según comentaba la profesora, este producto es altamente tóxico al ingerirse. Una persona muere al ingerir este producto ya que los compuestos que lo forman quema los tejidos por donde dicho producto pasa. Mientras escuchaba esto me sorprendí ya que mi mamá me había contado hace mucho tiempo que cuando tenía alrededor de 4-5 años, un día salí a la galería de la casa donde ella se encontraba y le dije:

- Mami, ya me tomé la medicina.

Mi mamá sé quedó confundida y a la vez preocupada porque ella no me había dicho que me tomara algún medicamento. Así que me preguntó:

-Giezi, ¿cuál medicina?

Y le respondí:

- La de la estufa.

Mi mamá se paró rápidamente a ver a cuál medicamento me refería. Cuando se acercó se dio cuenta que me había tomado el desgrasante de la estufa... Mi mamá estaba muy preocupada porque no sabía que hacer; ya me lo había tomado. Yo en ese momento no entendía la preocupación porque me sentía completamente normal, y gracias a Dios no tuve ningún tipo de daño, ni siquiera tenía señales de haber ingerido algún químico. Parecía que no me había tomado nada.

Cuándo mi clase en la universidad terminó, fui a casa y le conté a mi mamá y a mi hermano que estaba al lado de mi mamá que Dios me había librado de una muerte segura. Mi hermano estaba feliz por mi pero me dijo algo que hizo que mi corazón se sintiera mucho más agradecido con Dios. Él me dijo:

- Giezi, fíjate que al tomarte ese desgrasante Dios cuido tu garganta, pero que también Dios te permite cantar.

¿Qué te quiero decir con esto?

Dios hizo en mi vida más de lo que había pensado. No sólo me libró de la muerte sino que por encima de toda lógica, puedo cantar.  Glorificado sea Dios, por los siglos de los siglos.

Lo que Dios hace en nuestras vidas es increíble, por eso debemos vivir agradecidos todo el tiempo. No sabemos de qué Dios nos libra, de qué Dios nos guarda. Debemos siempre reconocer que Dios está ahí, que Dios nos conoce y nos ama desde antes de la fundación del mundo tal cómo lo dice en Efesios 1 : 3 - 12.

"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en si mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo."

Por tanto, confiemos en Él a plenitud. Su amor es grande y todo lo que hace en nuestra vida es por una razón. Yo muchas veces quise negar mi talento y muchas veces dije que no mi llamado pero cuando decidí aceptar la realidad de Dios para mi vida me di cuenta que Él ha hecho demasiado por mi y escribir éste libro es una muestra de ello. Por eso, te invito a que sigas al Señor y seas agradecido cada día porque lo que Él quiere mostrarte es mucho más grande y hermoso de lo que puedes imaginar.

Dios les bendiga grandemente.