Hickeys.

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Me encontraba de rodillas en el piso, temblando mientras varias lágrimas se deslizaban por mis mejillas. Llámenme exagerada, pero lo que acababa de pasar con Jin me dejó en shock.
Nunca me habían hecho eso anteriormente y lo cerca que lo tuve me hizo sentirme igual que cuando tenía cerca a Krystal.

Giré la cabeza rápidamente en dirección a la puerta, ya que escuché que el pomo de esta se giró y di a entender que alguien iba a entrar. Así que, me levanté velozmente y me sequé las lágrimas con el dorso de la mano. Cuando Yoon Gi entró di media vuelta rápidamente dándole la espalda.

Aunque no lo creáis, en su oficina tenía un baño bastante bonito, y yo me dirigí dentro para limpiar mi rostro, pero al entrar, decidí no mirarme y encerrarme un rato hasta que mis sollozos cesaran y mis mejillas dejaran de estar rojas.
La verdad es que nunca me gustaron los espejos, porque hace unos años atrás, cuando llegaba a casa, siempre venía con la cara llena de heridas y moretones, y no me gustaba mirarme porque me veía prácticamente inútil al encontrarme de ese modo y saber que no pude hacer nada al respecto.

-¿Ha Neul?-Escuché como el señor Min decía mi nombre.-¿Cómo es esto posible? ¿Aún no ha llegado? ¿Qué estará haciendo? ¡Yon Ha Neul!-Oí como comenzaba a ponerse histérico y gritaba mi nombre.-¡Ha Neul!-Seguía gritando mi nombre repetidas veces hasta que decidí salir del servicio con mi cabeza agachada para disimular lo más posible mi expresión.
-Ha Neul, ¿Cuánto llevabas ahí?-Al ver que no respondía a sus preguntas se acercó a mí y agarró mi mentón para elevar mi cabeza. Sabía que iba a reñirme por no contestar, pero se quedó en silencio.

Me soltó el mentón y dirigió su mano a mi muñeca. Me jaló hasta el elevador y al entrar no dijo ni un palabra. Comencé a notar como sus dedos apretaban más el agarre y su cuerpo entero se tensaba.

-Señor.-Volteó su cabeza para mirarme.-¿Ya puede soltarme?-Su vista se dirigió a nuestras manos y las liberó.

Levanto su mirada y me sonrió, pero su sonrisa desvaneció al instante. Se acercó a mi, apartó mi cabello de mi cuello mientras con su otra mano elevaba mi cabeza hacia un lado, y lo tocó. Me entró un escalofrío por todo el cuerpo por su frío tacto y me alejé de él, mas no me dejó porque me agarró de la mano volviéndome a acercar a él.

-¿Esto es... un chupetón?-Me miró con su ceño fruncido. Mis ojos se abrieron de par en par y no supe que responder. Me quedé estática y creo que ni parpadeaba. Me liberó y se alejó un poco de mí.-Supongo que esta es otra de las preguntas que no vas a responder.-Mantuve mi boca cerrada.- ¿Me podrías decir al menos por qué lloras?-Pensé que había dejado de llorar, así que llevé mis manos y las coloqué en mis mejillas. Las noté húmedas y por si no estaba segura, mis ojos decidieron liberar otra lágrima que se acabó deslizando por toda mi mano.

-¿D-dónde vamos?-Soltó un largo suspiro y me contestó.

-A comer. Ya es la una.

Volvimos a quedarnos en silencio hasta que la puerta del ascensor se abrió de nuevo y Yoon Gi entrelazó mi brazo con el suyo. Pude notar las miradas de todos en nosotros, hasta vi como Taehyung me miraba con cara de pervertido.
Yoon Gi siguió caminado a pesar de los cuchicheos de las empleadas que nos miraban y señalaban. Intenté apartarme de él pero me volvió a rodear el brazo con el suyo mientras me susurró un "Tranquila, solo pasa de ellos".
Me llevó hasta un pequeño restaurante que había al lado del edificio donde yo vivía con Chanyeol, es decir, al lado de casa de Chanyeol.

Nos sentamos al lado de una gran ventana, que por cierto, ¿todos lo lugares aquí tienen grandes ventanales? Fue a pedir la comida y me pidió que le esperara y así hice. Cuando llegó se sentó y se quitó la corbata junto con la chaqueta de su traje.

Dear Boss||(YoonGi y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora