Imagina que ......
Carlos estaba en su habitación, tirado sobre su fría cama. Había tenido un día duro ayudando a Jay , Mal y Evie a hacer las habituales tareas domésticas y ahora esperaba a que llegaras
La relación que tenían era, de algún modo, complicada. Comprendían el sentirse atraídos por el otro, Lo malo es que ustedes eran torpes en esas cosas y eso desembocaba en situaciones extrañas.
Al principio era raro, pero ustedes estaban cómodo en el sentido de que sabían que el otro sentía lo mismo.
Carlos siguió pensando en como tu lo habías mirado ardientemente ayer, sin ninguna razón realmente... Simplemente lo hiciste. Había algo sobre ti ese día, exactamente como todos los demás.
De repente, tu abriste la puerta, interrumpiendo los pensamientos de Carlos.
- ¡Hey, Carlos!, ¿qué pasa?- Preguntaste alegremente mientras saltabas sobre su cama.
- Err, nada _____, ¿qué hay de nuevo?- Dijo Carlos, riendo ligeramente.
- No mucho, ¿cómo fueron las tareas?- colocaste tu cabeza sobre las piernas de Carlos, acostándote.
- ¡En una palabra, insoportables! Lo buenos es que ya he terminado.
- Apuesto que si- . Dijiste mientras jugabas con tu pulsera
- Y ahora mismo me apetece un chicle. ¿Tienes alguno _____?- te preguntó Carlos mientras buscaba uno por su habitación con la mirada.
- No, pero yo también quiero - Por una fracción de segundo la situación les pareció algo violenta pero lo dejaron pasar y, de repente, ambos descubrieron el último chicle sobre la mesita de noche de el, al lado de la ventana. Entonces se miraron y en lo que dura un parpadeo ya se habían lanzado para agarrarlo. Lucharon , pero tu fuiste más rápida y lo cogiste.
Con una malévola expresión en tu cara; abriste lentamente el envoltorio del chicle, haciendo rabiar al peli-blanco.
- ¡_____, te lo prohíbo!¡Es mío! - Carlos gritó la última parte y se revolvió sobre ti para intentar coger el chicle, pero no tuvo tanta suerte cuando saltaste a través de la cama.
No perdiste el tiempo y te metiste el chicle en la boca, masticándolo fuertemente.
- ¡Oh si, esta delicioso!- exclamaste, y el chicle lo estaba. Carlos se revolvió hacia ti de nuevo, gruñendo y lanzándote contra la cama donde empezaron a "luchar" como siempre.
- ¡Era mío!¡Escúpelo!- Gritó Carlos mientras forcejeabas sujetando tu muñeca por encima de tu cabeza. Siguió tratando de sujetarte las piernas. A el le empezaba a gustar a situación.
- ¡Agh!... Suéltame. Lo tengo yo - Intentaste decir mientras seguía forcejeando.
- ¡Lo quiero de vuelta!¡Yo lo vi ante que tú así que es mío!- Volvió a gritar Carlos.
- Entonces intenta cogerlo- Dijiste descaradamente y Carlos se sentó a horcajadas sobre sus caderas para que dejaras de moverte. Introdujo dos dedos en tu boca tratando de abrirla con la intención de recuperar el chicle, pero una vez que los metió, tu lo mordiste.
- ¡Ouuuuuuch!... mierda- .Masculló entonces el hijo de Cruella. Metió los dedos doloridos en su propia boca y los chupó inconscientemente olvidando que hasta hace un segundo estaban en tu boca
reíste tontamente sacándole la lengua. el te miró pensativo durante un momento, tratando de pensar en otros modos de conseguir el chicle. Odiaba perder y no te dejaría irte.
- ¿Qué es lo que piensas hacer ahora, perdedor? - Dijiste masticando de manera exagerada el chicle y riéndote por lo bajo.
Aquello hizo efecto en Carlos, él odiaba esa palabra de tal manera, que hizo la primera cosa que se le pasó por la cabeza.Se inclinó un poco más hacia abajo y, convincentemente, aplastó sus labios contra los tuyos, que se abrieron al ser chupados. estabas tan impactada que no sabías que hacer, o como reaccionar. te gustaba como se sentía y Carlos estaba tan convencido que tu no ibas a ser quien lo parase. Carlos vio la oportunidad de empujar su lengua dentro de tu boca y fue más profundo y más profundo en busca del chicle, pero al mismo tiempo disfrutando del momento como no había hecho de nada antes.
estabas mareada y cerraste los ojos, comenzando a responder al beso moviendo un poco los labios; entonces el peli-blanco encontró el chicle y comenzó a intentar meterlo dentro de su propia boca dando lo mejor de si y con las inconsciente ayuda tuya al apartar un poco tu lengua. Carlos se separó triunfal.
- ¡Lo conseguí! - Dijo masticando el chicle- ¿Quién es la perdedora ahora?- pregunto esto de una forma seductora que acudió de manera natural a él. Ambos enrojecieron y comenzaron a respirar pesadamente. todavía te sentías algo mareada, cuando de repente empujaste a Carlos contra el colchón; poniéndote encima de el
Entonces estrellaste de nuevo tus labios contra los de el, investigando su boca, no sólo porque a ti te encantase, sino porque eso era otra excusa para recuperar el chicle. ¿O usaste el chicle como excusa para hacer eso? Sabías que esta última era la verdadera.
Carlos se fue perdiendo en ello y siguieron así durante mucho tiempo más, pasando el chicle a la boca del otro hasta que se quedaron sin aliento.sacaste el chicle, ya sin sabor, de su boca y lo lanzaste en el cubo de basura que estaba al lado de la cama. el todavía te miraba.
- ¿Entonces... hemos ganado ambos? - Preguntó el sonriendo.
- Eso digo yo- contestaste, riéndo en silencio.
- Aunque todavía era mío- Dijo el hijo de Cruella incorporándose un poco contra tuyo, sus caras estaban apenas a unos centímetros, mirando fijamente los ojos del otro- Pero que más da, deberíamos comprar un chicle para compartir a menudo- Dijo y besándote otra vez, derribándote.
lo apartaste.
- ¿Todos los días? - preguntaste, rozando tus labios contra los de Carlos.
- Evidentemente- Entonces se besaron de nuevo, sin parar hasta mucho tiempo después y sin poder recordar en que momento perdieron la pista del tiempo.
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Imaginas de Cameron Boyce ......
FanfictionTe imaginas que tienes muchas aventuras con Truth